Desde el pasado noviembre, la Casa Real danesa ha estado (más aún) en el foco mediático. ¿La razón? Las polémicas imágenes que la revista Lecturas publicó en exclusiva, en las que se veía al entonces príncipe Federico pasear junto a Genoveva Casanova en el parque de El Retiro y, después, pernoctar en su casa. Unas instantáneas que tambalearon la estabilidad de la familia real de Dinamarca y, en concreto, el matrimonio entre el rey y Mary de Dinamarca.
Desde entonces, cada aparición de los monarcas daneses se ha observado con lupa. Sus gestos, palabras y movimientos han sido analizados y comentados. Todos queríamos saber cuál era el verdadero estado de su matrimonio. ¿Había crisis? ¿Se estaban dando espacio? ¿Nada había cambiado? Preguntas y cuestiones que, poco a poco, han obtenido su respuesta.
Ahora, siete meses después de salir a la luz esas fotografías, Federico y Mary parecen estar en su mejor momento, tanto en su papel institucional como en su vida personal. Así lo dejan claro sus últimas imágenes juntos en la graduación de su primogénito, Christian. Los monarcas, junto a sus otros tres hijos, acudieron hasta el centro escolar para celebrar el final de los exámenes del joven.
La familia compartió miradas de orgullo, gestos de cariño y bromas internas. Al marcharse del lugar, como una familia normal, Mary ofreció las llaves del coche a su hijo para que condujera y, un instante después, ella y Federico se abrazaban tras compartir una mirada cómplice.
Pero, ¿Cómo han llegado hasta aquí? ¿De qué manera han dejado atrás los gestos de dolor de Mary Donaldson y la tensión de Federico? Aunque no hay una confirmación oficial, parece obvio que la Casa Real danesa puso a funcionar su maquinaria para crear una estrategia basada en 5 claves con las que poner fin a las especulaciones y recuperar la estabilidad que esas comprometidas imágenes habían destruido.
Silencio y cercanía, una de las claves de Federico y Mary de Dinamarca
Siempre que tiene lugar algún escándalo, las Casas Reales suelen ser muy discretas y optar por una postura de absoluto silencio y blindaje. Federico y Mary de Dinamarca siguieron esta postura... pero con diferencias. Para empezar, la primera reacción fue emitir un comunicado en el que no aclaraban nada. "Mantenemos una política desde hace años de no comentar ni confirmar cualquier detalle relacionado con asuntos privados. Además, nos gustaría enfatizar nuestro compromiso de respetar la privacidad de los miembros de la Familia Real, incluido el Príncipe Heredero", rezaba el texto.
Así, un paso al frente y, a la vez, silencio. Lo mismo sucedió con sus apariciones. Por ejemplo, aunque en un primer momento siguieron apareciendo debido al viaje de estado de los reyes Felipe VI y Letizia, cuando este terminó, los entonces herederos al trono desaparecieron de la vida pública. No demasiado tiempo, ya que tenían compromisos agendados, pero sí el suficiente para denotar que estaba pasando algo entre ellos.
Una distancia entre ellos que no quisieron que se extendiera a la ciudadanía. Todo lo contrario. Federico y Mary quisieron que el pueblo danés empatizara con ellos. Un claro ejemplo fue la sincera entrevista que la entonces princesa ofreció al programa 'La naturaleza y nuestra mente'. En ella, la madre de Isabella reveló que había padecido depresión.
"La princesa heredera ha trabajado durante muchos años para combatir la depresióny centrarse en la salud mental", citan textualmente sin dar más información al respecto. Un gesto de sinceridad para calmar las aguas, un primer paso esencial para recuperar la compostura.
Mary y Federico de Dinamarca, un frente unido en sus labores como reyes y padres
A pesar de las informaciones que iban surgiendo sobre la amistad entre Federico y Genoveva y tras un primer período de silencio, los reyes de Dinamarca decidieron mostrar un frente unido. ¿Cómo? Apariciones juntos, gestos de cercanía y muchos eventos con sus cuatro hijos. Una fachada de firmeza y estabilidad que pretendía dejar claro que nada ni nadie podía romper su vínculo.
Todo daba un nuevo giro cuando la reina Margarita II de Dinamarca anunciaba el día de fin de año su abdicación. "Daré un paso atrás como la reina de Dinamarca después de 52 años de reinado (...) He decidido que ahora es el momento adecuado", decía la monarca ante la sorpresa de los ciudadanos daneses.
Un movimiento que tenía como objetivo no solo dejar paso a las nuevas generaciones, sino acallar las polémicas que rodeaban a su hijo. Así lo desveló Luis Pliego, director de Lecturas: "La operación abdicación en Dinamarca estaba decidida antes del asunto de Genoveva", contó, justo cuando el entonces príncipe empezaba a recuperar su popularidad tras un escándalo con una escort "y la única forma de acallar a los medios era hacerlo Rey".
No obstante, las imágenes con Genoveva Casanova hicieron que la Casa Real danesa acelerara el proceso para dejar atrás el escándalo. De hecho, según el director de Lecturas, Mary habría dado un ultimátum a su marido y a la familia de este: "O reina ahora o nunca".
Dos semanas después, el matrimonio subía al trono y, desde entonces, se centraba totalmente en sus obligaciones reales. Una manera de desviar la atención de sus problemas personales a su papel como monarcas. De hecho, incluso sus fotografías oficiales ocultaron mensajes esenciales que dejaban más que claro su evolución como reyes y pareja.