La sonrisa de Charlene de Mónaco (45 años) habla por sí sola. A solo unos días de celebrar el noveno cumpleaños de sus mellizos Jacques y Gabriella, el príncipe Alberto (65 años) y su mujer han inaugurado la Navidad en el Principado junto a la princesa Estefanía (58 años) y Mélanie-Antoinette de Massy.
El matrimonio paseó por la icónica Villa de Navidad y disfrutaron de lindo con todas las atracciones e impresionantes luces que decoraban el espacio. Esta edición, el montaje ha sido un homenaje a Rainiero III bajo el título "el príncipe apasionado', lo que invita a todos los viandantes a descubrir, a través de las decoraciones, las grandes pasiones del príncipe Rainiero como eran el circo, el arte, los animales, los coches o el mar.
Para hacer frente al frío de la ciudad, Charlene cautivó con un nuevo abrigo-capafirmado por Burberry. Se trata de un diseño de color rojo confeccionado en lana con un favorecedor y navideño estampado a cuadros que destaca por la bufanda drapeada que da lugar a un abrigo entallado con un cinturón de quita y pon con una hebilla en forma de B. Una pieza que grita lujo y Navidad, pero no es apto para todos los bolsillos ya que tiene un precio de 4.490 euros. La sudafricana lo combinó con un sencillo total black que dejaba entrever un sencillo jersey de cuello cisne y botas de charol 'over the knee'.
La llamativa complicidad de Charlene de Mónaco con su cuñada Estefanía
Por todos es sabido que Charlene y Carolina de Mónaco no se tienen una simpatía especial. A lo largo de los años se ha especulado mucho sobre el motivo que habría provocado este distanciamiento entre ellas: de los "celos" de la hija de Grace Kelly hacia su cuñada o que no vería con buenos ojos la forma en la que afronta su papel de primera dama del Principado. En los últimos meses han compartido varios actos públicos, pero ambas se limitan a mantener distancia y desde la Casa Real nunca han dado importancia a los rumores.
Este jueves, no ha pasado desapercibido para nadie la complicidad que Charlene ha mostrado con su cuñada Estefanía a lo largo de todo el paseo. La mujer y la hermana del príncipe Alberto charlaban animadas mientras disfrutaban de la decoración navideña, una estampa idílica que nunca hemos visto con Carolina.
A diferencia de Charlene que se calzó con unas botas de taconazo, Estefanía cayó rendida a la comodidad con unos sencillos mocasines negros que combinó con un pantalón sastre gris, jersey de cuello cisne negro y abrigo de corte over size en color arena.
Durante todo el recorrido, Charlene también se mostró especialmente cariñosa con su marido, al que le dedicó miradas, caricias y gestos de amor a los que no nos tiene nada acostumbrados. Imagen con la que zanja por enésima vez los rumores de separación entre ellos. Los grandes ausentes de esta velada mágica fueron Jacques y Gabriella, pero será el próximo domingo, 10 de diciembre, cuando volvamos a ver al matrimonio en un nuevo posado junto a sus mellizos con motivo de su noveno cumpleaños.