Seis intensas horas de trabajo ante el objetivo de la prestigiosa fotógrafa Annie Leibovitz han dado como resultado este impresionante díptico protagonizado por los reyes Felipe y Letizia que conmemora sus 10 años en el trono y ya se puede ver en la exposición que Banco de España ha inaugurado bajo el nombre 'La tiranía de Cronos', aunque su destino final será el Salón del Consejo de Gobierno del Banco de España.
Un resultado hipnótico en el que la Reina ha sido inmortalizada como una auténtica estrella de Hollywood y que no ha dejado indiferente a nadie. A primer golpe de vista vemos dos enormes fotografías (223,52 x 170,18 cm cada una) que bien parecen obras de arte gracias al juego de luces y color de la artista. Tomadas en una mañana de invierno en el espectacular Salón de Gasparini del Palacio Real, reúnen todo y más de esa majestuosidad, dramatismo y espectacularidad que se esperaba.
Pero como en todo, el resultado final de estas imágenes que ya son historia esconden varios mensajes que no hemos tardado en descubrir. Nada es azar en lo que respecta a la Corona.
Cristóbal Balenciaga, el elegido: un vestido con historia
Que la reina Letizia es la mejor embajadora de la moda española no es ningún secreto. Por eso, la elección del diseño que luciría en este retrato no podía ser uno cualquiera. Trabajando mano a mano junto a su estilista, Eva Fernández, se decantaron por esta pieza única de Cristóbal Balenciaga que pertenece a una colección privada que atesora la Fundació Antoni de Montpalau.
Se trata de un vestido de una elegancia sublime que destaca por el drapeado que envuelve la figura de la Reina, falda de tul de seda y un escote palabra de honor que deja al descubierto sus tonificados brazos. Una pieza que fue creada por el modisto para una vecina allá por 1948 y que doña Letizia ha defendido con arte y poderío.
El guiño inesperado a Juan Carlos y Sofía
Pero si hay algo que no esperábamos ni por asomo es que una pieza del look estelar de Letizia estuviera relacionado con sus suegros. Como lo lees... Con carácter y buen gusto, la Reina añadía a su vestido una imponente capa de un vibrante color rojo. Un complemento que aportaba fuerza y carácter.
Pues bien, esta capa perteneció a María del Carmen Ferrer-Cajigal de Robert, condesa de Torroella de Montgrí y marquesa de Robert. Y tal y como se ha publicado, se lo hizo Balenciaga expresamente para la boda de Juan Carlos y Sofía en Grecia. "Había que buscar un vestido que fuera significativo y con una procedencia excelente", declaró Josep Casamartina Parassols, director de la fundación a 'Mujer Hoy'.
Letizia, una Reina sin corona
Uno de los grandes misterios que rodeaban a este retrato es si doña Letizia posaría o no con tiara. A la vista está que la Reina ha optado por la comodidad y en esta ocasión se ha despojado de cualquier tipo de corona o diadema. Quizás lo que pueda parecer un detalles estilístico sin importancia esconde un paso al frente por parte de la consorte. Esa necesidad de desligarse del encorsetamiento que simboliza la corona. ¿Será doña Letizia la primera reina sin corona?
La única petición de Annie Leibovitz a Felipe y Letizia
Tal y como se puede ver en los retratos, don Felipe y doña Letizia posaron por separado en el mismo escenario pero están unidos por una butaca. No obstante, la artista ha hecho una petición y es que para mantener la armonía "las obras tienen que verse y colocarse juntas". Además, desde Banco de España han querido dejar claro que los reyes no han tenido ningún peso a la hora de elegir la fotografía final. Lo creamos o no, Annie Leibovitz ha tenido total libertad no solo en lo relativo a la realización de la sesión de fotos sino también a la hora de escoger las dos únicas imágenes que reflejen la personalidad de los protagonistas.
Lo cierto es que desde Casa Real no pueden estar más contentos con el resultado, y es que no es para menos. Unas imágenes que en cuestión de minutos ya habían dado la vuelta al mundo.
El vínculo pasado de Annie Leibovitz con Felipe y Letizia
La relación de la pareja real con Leibovitz viene de atrás. Nos tenemos que remontar al año 2013 cuando la popular fotógrafa fue reconocida con el Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades. Un galardón que reconocía su exitosa trayectoria detrás del objetivo y que recibió de las manos del entonces príncipe Felipe. Ya entonces, la fotógrafa aseguró que le "encantaría" retratar Felipe y Letizia, un deseo que se ha hecho realidad.
Seis horas de intenso trabajo: La intrahistoria de los retratos de Annie Leibovitz
Fue el pasado mes de febrero cuando don Felipe y doña Letizia, por separado, acudieron al Palacio Real para protagonizar un nuevo retrato. Pero no se trataba de uno cualquiera. Los reyes se iban a enfrentar al objetivo de la fotógrafa más aclamada del momento y el resultado tenía que estar a la altura.
"El ambiente fue distendido, ya que se conocían, y aunque la sesión fue intensa, también fue tranquila", confesó Yolanda Romero, conservadora del Banco de España. Aunque la elección final ha sido una única imagen de don Felipe y una de doña Letizia, lo cierto es que hasta dar con ella se lanzaron cientos de tiros de cámara con diferentes poses y cambios de vestimenta. Algo que ha llamado la atención es que mientras que doña Letizia tenía muy claro el vestido que iba a llevar, don Felipe si se cambió hasta en tres ocasiones de uniforme.
De vuelta al ambiente mágico que se creó durante la sesión de fotos, la idea fija de la fotógrafa era obtener como resultado un retrato inspirado en artistas de renombre como Velázquez, donde la luz natural y el claroscuro son una de las señas de identidad. Y, ¡voilà! El resultado de los nuevos retratos podría estar hecho a base de pincel y óleo.
Más que fotografías, parecen cuadros, son obras "muy pictóricas, envolventes, realizadas en tela, impresas en Estados Unidos y de edición única", aseguró Romero en su presentación privada a diferentes medios de comunicación.