Septiembre es sinónimo de 'vuelta al cole' y aunque hay niños que se les hace cuesta arriba, Jacques y Gabriella (8 años) han retomado sus clases con ganas y mucha ilusión. Después de disfrutar del tradicional pícnic en el parque Princesa Antoinette que pone el cierre al verano en el Principado, los hijos de Alberto y Charlene de Mónaco han asistido a su primer día de clase en la prestigiosa escuela François d'Asside-Nicolas Barre arropados por sus padres. Un posado familiar ya habitual con el que el matrimonio deja constancia de la unión que existe entre ellos a pesar de los rumores de separación.
Muy sonrientes y orgullosos, Alberto y Charlene posaban felices a las puertas del centro de estudios junto a sus dos hijos. Para la ocasión, la princesa ha recurrido a un look otoñal con el pantalón como pieza estrella. Fiel a su estilo minimalista con el negro como uno de sus colores fetiche, la sudafricana ha combinado un sencillo jersey de escote en V con un pantalón palazzo con estampado Paisley de Etro.
Se trata de una prenda cómoda y sofisticada de tiro alto cuyo precio es de 1.400 euros que le sentaba a las mil maravillas y que ha combinado con unas maxi plataformas con las que ha conseguido presumir de estilizada figura.
Jacques y Gabriella, los grandes protagonistas de la jornada
Ataviados con el clásico polo de color rojo con el escudo del colegio, jeans y zapatillas, Jacques y Gabriella portaban su propia mochila cada uno, y se mostraban ansiosos por dar comienzo a las clases, un año que estará marcado por un gran cambio.
Tal y como ha confesado la propia Charlene en una entrevista exclusiva a Monaco-Matin, sus hijos están "ilusionados" por reencontrarse con sus amigos, aunque no puede evitar sentir cierta incertidumbre después de haber decidido separar a los pequeños. "Es la primera vez que no estarán en la misma clase. Es un gran paso para ellos. Y me parece bien", confesaba después de tener la oportunidad de hablar con su grupo de profesores.
Los niños son conscientes de que de ahora en adelante estarán en clases separadas, algo que ha provocado cierto nerviosismo en los pequeños y es que desde que nacieron prácticamente son inseparables. "Tenían expectativas sobre los nuevos compañeros, sobre los profesores, sobre cómo iba a ir ese primer día", ha contado Charlene quien está muy volcada en la educación de sus hijos.