Veinte años de matrimonio dan para mucho. Más si, además, con esa unión se generó una de las parejas más seguidas y también perseguidas. Los reyes Felipe y Letizia no parecen dar muestras de agotamiento sentimental. Al menos en los últimos tiempos. Después de épocas de rumoreadas crisis y supuestas rupturas, la pareja royal goza de una salud, pública, como hace tiempo que no pasaba. Todo el mundo quiere saber sobre Letizia. Todo el mundo se maravilla con la princesa Leonor. Todo el mundo se pregunta cómo está la Familia Real española. Un hecho que se sustenta en 3 puntos clave que evidencian el gran cambio, a todos los niveles, que han dado Felipe y Letizia.
El paso del tiempo y las nuevas formas de comunicarse -que, en realidad, no son tan nuevas- han hecho que Casa Real tome las riendas de una transformación que ya iba siendo necesaria. Pese a las tradiciones que siguen heredadas de los tiempos de los reyes Juan Carlos y Sofía, los monarcas actuales tratan de poner remedio y cercanía. ¿Quién hubiese pensado, no hace tanto, que Felipe, Letizia y sus hijas aparecían por sorpresa en una procesión en el centro de Madrid? Como una familia más, departían con los ciudadanos mientras esperaban el paso. Los reyes quieren ser menos reyes. O al menos, aparentarlo.
Las 3 claves del evidente cambio de Felipe y Letizia
Tres son los puntos clave en los que se sustenta esta nueva forma de comunicar de la Familia Real: más salidas improvisadas, más gestos en público y menos vacaciones privadas. Los reyes y sus asesores son conscientes de la popularidad que ahora mismo tiene la Familia Real, tanto dentro como fuera del país, y se han lanzado a aprovecharlo. Durante mucho tiempo se ha reprochado el hermetismo de Zarzuela y la ausencia de la princesa Leonor y la infanta Sofía en el día a día de los Reyes. Algo que ha cambiado con la mayoría de edad de la pricensa de Asturias.
Los reyes y sus hijas nos han acostumbrado ya a las apariciones sorpresa. Sea comiendo en un restaurante, sea saliendo al cine a ver una película o, como esta Semana Santa, a acudir a una procesión en el centro de Madrid. No es casual que en los últimos tiempos les hayamos visto más que nunca. Es algo que ya pasa en las monarquías europeas y que la nuestra ha comenzado a tomar buena nota. No sea que acaba todo en críticas como ha ocurrido en la Casa Real británica antes del comunicado de Kate Middleton.
Estas salidas inesperadas se centraban en los meses de verano hasta hace poco. Durante la estancia en Palma de Mallorca, era habitual que los reyes, sus hijas y la reina Sofía saliesen a cenar a una pizzería que suelen frecuentar o de compras en el mercadillo de la ciudad. No obstante, cada vez se ha ido poniendo más en práctica. Incluso el rey, en solitario, se deja ver esquiando o acudiendo a la Academia militar donde se forma su hija para hacerle una visita. Todo sirve para ofrecer una imagen más cercana y menos 'royal'.
Los evidentes gestos de cariño en público entre Felipe y Letizia
La crisis institucional que vivió el matrimonio de los reyes Felipe y Letizia hace pocos meses también ha pasado factura. No a nivel de reputación pero sí a la hora de mostrarse en público. Gestos de cariño y complicidad, miras de comprensión y planes románticos. Tres pilares en los que ahora Felipe y Letizia se mueven más cómodos que nunca. Y eso que la frialdad ha sido un de las críticas constantes a la figura de Letizia. Nada que ver con la reina que tenemos hoy en día. Felipe y Letizia tan pronto van solos al cine como salen a cenar o realizan una escapada semi privada.
Lo mismo ocurre con las muestras de espontaneidad. Es, sobre todo, la reina quien mejor ha entendido este papel. Letizia habla para las cámaras, aparece en programas de televisión o especiales, se sincera sobre su afición al cine y a las series y comparte ingeniosos comentarios que, rápidamente, recogen las redes sociales. El papel de rectitud ha quedado circunscrito al rey y a la princesa de Asturias, como heredera al trono. La reina improvisa y la estrategia parece que funciona.
¿El final de las vacaciones privadas de los reyes Felipe y Letizia?
Uno de los puntos que más debate ha generado ha sido siempre las vacaciones de los reyes. Todavía queda en la memoria de todos cuando la reina Letizia pretendía, o así se aseguraba, ser reina de lunes a viernes pero no en fin de semana. Con el tiempo esto ha ido menguando. No quiere decir que lo reyes no se vayan de viaje a sitios secretos y misteriosos, algo que evidentemente ocurre. Pero sí han pasado a recortar estas vacaciones para centrarse en aquellas más acordes y tradicionales.
Cada verano, los reyes alargan su estancia en Palma de Mallorca en detrimento de aquellas escapadas fuera de España que solían realizar. Tanto la familia al completo como Letizia y sus hijas si el rey tiene compromisos, permanecen en la isla durante casi todas sus vacaciones. Lo mismo ocurre ya con la Semana Santa o la Navidad. La marcha de la infanta Sofía a Gales y de la princesa Leonor a Zaragoza ha hecho que los reyes opten por pasar los días que están juntos en casa. Que se note menos el síndrome del nido vacío.
Tres puntos clave que coinciden con el relevo en la estructura de la Casa del Rey y la llegada de nuevos aires a Zarzuela. Por delante, el gran reto: la nueva etapa de la princesa de Asturias como persona ya mayor de edad. Un giro que comenzará cuando termine su formación militar. Y para eso, no queda tanto.