El pulpo a la gallega es, sin lugar a dudas, una de las tapas más solicitadas en los bares, tabernas o restaurantes de Galicia y de toda España. Tierno y sabroso, con sus patatas cocidas , o cachelos , y su pimentón , es de esos platos que, a la que llegan a la mesa, son un visto y no visto. Hoy lo cocinamos a la manera tradicional y lo acompañamos con un refrito de ajo y guindilla . ¿Quieres saber cómo se elabora? Lo más importante a la hora de hacer el pulpo es conseguir que quede al dente, es decir, tierno, pero con un punto durito. Para ello, antes de cocinarlo, es fundamental congelarlo (también lo puedes comprar congelado) durante 1 día para ablandar sus fibras. Luego, hay que seguir el ritual de “asustarlo” tres veces para que la piel se desprenda y dejar que cueza en la misma agua. Para comprobar que está listo, puedes pincharlo con una brocheta. Si no ofrece resistencia, estará en su punto. Una vez pasado el tiempo, reserva el líquido resultante ya que te servirá para cocer las patatas. No te olvides este paso porque el sabor que toman es espectacular. ¿Te ha entrado ganas de cocinar otras recetas con pulpo? Echa un vistazo a la ensalada de pulpo , al salmorejo con pulpo asado o a la caldereta de pulpo con patatas . Consejos y variantes para el pulpo con patatas y refrito de ajo y guindilla En lugar de rehogar el pulpo con la guindilla, puedes preparar el refrito de ajos y guindilla aparte y verterlo sobre el pulpo y las patatas en el último momento, antes de servir. Si no te atreves a cocer el pulpo , puedes comprarlo ya cocido y, así, te aseguras que esté en su punto. En nuestra receta te proponemos presentar el pulpo con rodajas de patatas cocidas, pero también quedará bien con patatas asadas o un parmentier .