Uno de los puntos fuertes del debate de 'Gran Hermano' de este domingo era la presencia de Vanessa Bouza, la última expulsada de esta edición. Sin duda alguna, Vanessa ha sido una de las grandes concursantes de esta edición de 'Gran Hermano'. La gallega se ha entregado en cuerpo y alma durante sus semanas como concursante. Sin embargo, no lograba contar con el beneplácito del público para salvarse de la última expulsión. El pasado jueves, tras llegar a plató, la gallega no dudó en pedirle a su marido, Javier Mouzo, que abandonara el reality show. Una petición que consiguió despertar toda una oleada de críticas en redes sociales, entre los colaboradores del programa y hasta por parte del presentador.
Jorge Javier Vázquez, de manera muy contundente, se posiciona en contra de la actitud de la recién expulsada.“No seas tan manipuladora y le dejes disfrutar de su concurso (...) No puedes tolerar que tu marido esté dentro y tú, fuera. Eso no es amor, es tiranía emocional”, llegó a expresar el presentador. De ahí que la expectación por ver esta noche a Vanessa Bouza de nuevo en plató era máxima.
Vanessa Bouza rinde cuentas tras la petición a su marido
Varios eran los frentes que Bouza tenía abiertos en su llegada al Debate de 'Gran Hermano' tras pedirle a su marido que saliera del concurso. “Sabes que estoy rota sin ti y siento que no se me entienda. Me siento mal, pero te necesito por encima de todo”, le soltaba a su marido. Ante esto, Javier decidía atender las plegarias de su mujer y abandonar el programa. “Hay que estar al lado de las personas cuando lo necesiten. ¿Cómo no voy a estar allí? Parece mentira. Abandono, no hay problema, lo hago”, aseguraba de forma contundente.
Esta noche, Vanessa ha tenido la oportunidad de dar la cara en el plató del Debate para explicar qué le llevó a exigirle a su marido su salida de 'Gran Hermano'. De manera muy sincera, la exparticipante reconocía que el concurso había conseguido superarla. “Me he visto sobrepasada, no me justifico. En la casa se magnifica todo. Hay actitudes mías que no me han gustado, he cometido mil errores. Hay cosas que no me ha gustado, si es cierto”, comenzaba explicando. Tras esto, Belén Rodríguez, Adara Molinero o Marta Peñate le recriminaban su actitud egoísta y poco justa.
La gallega mantenía que “no puedo decir si ha sido justo o no... Javi es un gran concursante. Yo le animé a entrar al casting. El primer día que entré con Javier íbamos los dos mentalizados. Él me dijo: 'Quiero que entres tú porque es tu sueño'”, ha explicado.
Con respecto a todos aquellos que la han tachado de egoísta, Vanessa no parece estar para nada de acuerdo: “No creo que haya pensado de manera egoísta. Se trata de que yo estaba mal durante una semana. Tres días antes de esto habíamos hablado de irnos de la casa...”, ha reconocido. De hecho, Bouza ha querido dejar claro que su relación con Javier es su máxima prioridad y que está muy por encima del premio del concurso. “Para mí, los 300.000 euros no están por encima de nada. No pido que se entienda, sino que se respete la decisión. Entiendo que desde fuera es complicado”, reconocía.
Javier se sincera en su llegada a plató
Antes de que el matrimonio se encontrara en plató, primero era el turno de la entrevista de Javier. El gallego aseguraba que la decisión de abandonar no era solo de Vanessa, sino de los dos. “La tomamos los dos. Después de salir y ver todo lo que he visto, no me arrepiento”, comenzaba explicándole a Ion Aramendi. “Yo estaba muy a gusto en la casa, y me hubiese gustado haber vivido la experiencia hasta el final, pero una vez que he salido, te digo que me compensa. Han sido muchas cosas”, afirmaba con mucha contundencia.
Para el marido de Vanessa, el día de su cumpleaños ocurrió algo que le hizo cambiar el chip dentro de la casa de 'Gran Hermano': “Desde el día que me enviaron el vídeo de la niña me quedé rayado. Mi niña todo es alegría y en el vídeo la vi demasiado seria, incluso un poco triste, y me quedé rayadísimo. En el momento que me calmé le dije a Vanessa: 'He visto a la niña mal'”, ha señalado Javier sobre el principal detonante que le hizo querer abandonar el concurso de convivencia.