Fue el 10 de septiembre de 2015 cuando conocimos a la primera de ellas. Hasta esa fecha, la audiencia no había puesto cara todavía a Marta Peñate (33 años). De un tiempo a esta parte, la canaria se ha convertido en uno de los rostros más recurrentes de la pequeña pantalla en los últimos tiempos, con ocho 'realities' de Telecinco a la espalda e incontables colaboraciones en espacios de entretenimiento de la cadena. No obstante, nueve años atrás, cuando probó suerte en el multitudinario casting de 'Gran Hermano', su vida era bien distinta.
Por aquel entonces todavía era una estudiante de Periodismo que, para su desgracia, no consiguió el pase a la decimosexta temporada del formato. O al menos eso parecía hasta que tuvo lugar la rueda de prensa de presentación de la edición de los secretos. La productora la invitó al evento con la promesa de que llevaría un blog sobre el programa, sin saber que todo era una farsa para desvelar el primer secreto. Porque sí, Marta era concursante. Y estaba a punto de conocer a la que sería una de sus mayores aliadas: Sofía Suescun (28 años).
El camino de su inseparable amiga hasta Guadalix de la Sierra fue bien distinto. De hecho, ella siempre ha reconocido que se convirtió en concursante 'de rebote' gracias a su madre. Al fin y al cabo, ella era necesaria para crear la trama de la incombustible Maite Galdeano (55 años), que con la energía de un toro de Miura cautivó a la producción desde el primer instante. Tan sencillo como que, en el juego de los engaños propuesto, la conductora de autobuses y su hija, que acababa de cumplir la mayoría de edad, debían fingir que no se conocían de nada.
Lamentablemente, la histriónica personalidad de Maite la convirtió en la primera expulsada, aunque Sofía corrió otra suerte. Semana tras semana conseguía salvarse de las eliminaciones y ganarse el favor del público hasta el punto de ser la ganadora. Y en esos meses de cotidianidad televisada, entre conflictos y enemistades con algunos de sus compañeros, fue cuando se fraguó la amistad entre ella y Marta. Ese vínculo aparentemente inquebrantable que, para sorpresa de ambas, no ha resistido a su segunda vez juntas en un 'reality'.
Enemigas comunes, el 'efecto Suso' y un trío de 'embrujadas'
Ruptura muy sorprendente también para los telespectadores. Por lo menos, para todos aquellos que no perdieron detalle del devenir de los acontecimientos cuando eran 'grandes hermanas'. Y es que desde el momento en el que se anunció la participación de Sofía y Marta en 'Supervivientes All Stars' -la versión especial de 'Supervivientes' con concursantes que ya triunfaron en Honduras en sus respectivas ediciones-, todo el mundo dio por hecho que volverían a apoyarse al máximo en todo momento. Incluso ellas mismas, pero el paso del tiempo y los reproches no se lo han permitido y las han convertido en protagonistas de incontables enfrentamientos en su regreso a los Cayos Cochinos. Disputas que hubiesen sido impensables un tiempo atrás, cuando demostraron estar la una para la otra en todos los escenarios.
Y eso que no comenzaron con buen pie al aventurarse a participar de la vida en directo, porque Marta tuvo más de una acalorada discusión con Maite durante el breve tiempo que la autoproclamada 'elegida de Dios' duró dentro de la casa. Sea como fuere, y una vez que el 'huracán Galdeano' pasó, comenzaron a estrechar lazos. De forma orgánica, aunque inevitablemente unidas por su rechazo a la actitud de dos enemigas en común: la malagueña Amanda Rodríguez y la cacereña Raquel Lozano.
El caso de esta última fue verdaderamente sonado. Y no precisamente porque en la actualidad se haya convertido en íntima de Peñate, que también. Todo remite a que la animadversión de la novia de Tony Spina (35 años) por la extremeña la llevó a posicionarse del lado de Sofía cuando esta comenzó a tener un idilio con Suso Álvarez (31 años). Suso, que en las primeras semanas de concurso tuvo un lío amoroso con la ahora pareja de Kiko Jiménez (34 años) y acabaron como el rosario de la aurora. Un embolado de imprevisible magnitud que acabó forjando una conexión más allá de ser sus más fieles escuderas en las malas. Porque también hubo buenas. Y no fueron pocas.
La hilarante personalidad de Peñate y la serenidad e ironía de Suescun encajaron a la perfección en la situación límite que supone vivir rodeados de cámaras durante las 24 horas del día. Compañeras de risas, de confidencias y travesuras, pronto formaron una dupla que conquistó a los más acérrimos seguidores del formato. Ese 'dúo dinámico' al que se acabaría uniendo también la artista circense Niedziela Raluy, la pieza clave para acabar de dar forma a un trío de amigas que bautizaron como las 'embrujadas'.
Amistad que no fue desde el primer día, pero sí pudieron disfrutar hasta prácticamente el último de su estancia entre las paredes de tan particular habitáculo. ¿Por qué? Porque mientras ellas vieron salir por la puerta a sus contrincantes semana tras semana, la audiencia les permitió quedarse hasta la gran final. Solo Marta salió un poco antes, como la decimocuarta expulsada tras 95 días de convivencia. Con la pena de separarse, en su despedida desde plató le dedicó un emotivo "qué bonita eres, Sofi, no te aguanto". Eso y la posterior felicidad por verla coronarse como la flamante vencedora. Sin duda, un supuesto inimaginable de ser Sofía quien se convierta en la ganadora del 'All Stars' de supervivencia este 28 de julio.
Ruptura en 'Supervivientes All Stars' y la posibilidad de una reconciliación
Porque no necesariamente es cierto eso de que lo que bien empieza, bien acaba. Basta con revisar como, en poco más de un mes, la amistad que Marta y Sofía construyeron hace ya casi una década ha saltado por los aires. De nuevo juntas hasta el final y como las dos grandes favoritas del programa presentado por Jorge Javier Vázquez (54 años), pero sin el sostén mutuo del que dispusieron en su última gran aventura televisiva juntas. Un giro de guion inesperado, porque en sus primeros días en la isla la propia Sofía dejó claro lo mucho que le importaba su excompañera de 'reality'. Hasta el punto de asegurar que no la nominaría en ninguna circunstancia, pero rompiendo esa promesa poco después, tras protagonizar un cruce de acusaciones de altísimo voltaje durante el 'Oráculo de Poseidón'. ¿El motivo? No compartían la misma visión sobre un conflicto de Peñate con Abraham García (32 años). Y el amor saltó por los aires.
Desde entonces nada volvió a ser lo mismo entre ellas. Cruz y raya para toda la batalla, jurándose no tener intención alguna de volver a acercar posturas. Cualquier atisbo de tregua ha quedado en agua de borrajas y las recriminaciones se han convertido en el pan de cada día de las conexiones con la icónica palapa. Esa palapa en la que Sofía ha tenido que ver desfilar de vuelta a España a todos sus apoyos, mientras que Marta ha llegado a la gran final acompañada de Alejandro Nieto (41 años) y Jorge Pérez (34 años), sus incondicionales. En esa división de grupos que ha dejado a la de Pamplona sola ante el peligro, y con la duda sobre una posible reconciliación.
"Espero que con el tiempo se vaya transformando todo lo negativo que hemos vivido en un recuerdo bonito", se confesó durante la emisión de la semifinal. Algo a lo que su nueva 'enemiga' respondió con que "no me gusta dejar nada pendiente porque no quiero llevarme esa negatividad". Lo anterior, además de apelar a la nostalgia. "De este 'reality' no guardo momentos bonitos entre tú y yo, pero sí guardo momentos del otro 'reality' que viví contigo y para mí ha sido muy especial". Aquellos tres meses en Guadalix que cambiaron la vida de ambas para siempre. Un recuerdo que, con más o menos cercanía, las unirá para siempre.