Patricia Conde era una de las favoritas de 'MasterChef Celebrity 7'. Se había ganado el cariño de la audiencia y el título de 'caballo ganador' de Jordi Cruz. Tropezó, fue expulsada, siguió trabajando y formándose para enfrentar la repesca en las mejores condiciones y consiguió volver a las cocinas de La 1 en cuanto tuvo la oportunidad. Se esforzó prueba por prueba, sacó una sonrisa a sus compañeros y a los espectadores en cada reto. Hasta la primera parte de la gran final de 'MasterChef Celebrity 7'. La cómica colapsó y mostró una actitud que pocos o ningunos habrían esperado de ella, algo entre incompresible y decepcionante.
Estaba diferente, cansada, hastiada... mientras que sus compañeros siguieron el frenético ritmo que marcan las cocinas de 'MasterChef Celebrity'. Lorena Castell y Manu Baqueiro se hicieron con la chaquetilla de finalistas. Lorena en la primera prueba, la de sigue al chef, donde se enfrentaron al huevo frito de oro con cabeza de carabinero de Oriol Castro. Manu la consiguió en la frenética prueba de exteriores. Para conocer al ganador habrá que esperar a la emisión de esta noche (La 1, 22:00 horas). María Escoté peleó, pero se quedó algo rezagada en el primero de los dos platos que tuvo que elaborar en la prueba de exteriores, lo que le dejó fuera de la competición. Patricia desapareció de la competición ante un enfadado y atónito Jordi Cruz.
"Nunca en la historia de una final de MasterChef hemos visto a una aspirante así": esas palabras fueron lo más suave que Patricia Conde escuchó de Jordi Cruz anoche. Su enfado era visible.
La primera prueba de la noche fue exigente. Seguir a un maestro de la cocina como Oriol Castro haciendo elaboraciones tan complejas como la de teñir una yema de dorado dan cuenta de ello. Lorena consiguió salvar las elaboraciones sin perderse y consiguió un plato muy similar al de Oriol Castro. Manu empezó de los nervios, pero supo reconducir el cocinado, mientras que a Patricia le pasó lo contrario. Pese a comenzar con buen ritmo, terminó perdiendo el hilo en un viaje a la nevera. María Escoté lo pasó peor, ya que no consiguió mantener la intensidad en ningún momento. El resultado: chaquetilla para Lorena.
El segundo reto también exigente. Los aspirantes se trasladaron hasta el Ritz, donde se encuentra el Mandarin Oriental de Quique Dacosta. En esta prueba 'MasterChef Celebrity 7' quiso homenajear a diez de las chefs más importantes de España; es decir, los tres aspirantes tenían que dar de comer a diez de los paladares más exigentes de nuestro país. Los platos eran complicados, pero los chefs aseguraron que tenían capacidades para sacarlos adelante. Sin embargo, a veces la cabeza juega malas pasadas, y ese fue el caso de Patricia Conde, que estuvo perdida desde el primer minuto. Algo pasó y cuenta de ello es el texto que la aspirante compartía en sus redes sociales durante la emisión de la primera parte de la final de 'MasterChef Celebrity'.
¿Qué le pasó a Patricia Conde en la final?
"Un día nos dijeron “esto es un show, no un programa de cocina”. Ha habido amor, ha habido guerras, yo siempre he sido partidaria del amor y del humor. Y cuando me gritan o no me tratan bien, no lo sé gestionar. Realmente me bloqueé ante tanta presión (que ya venía bloqueada desde que echaron a Isa)", escribe Patricia Conde. Se refiere a la presión no solo la del cocinado, también a la de toda la gente que tienen en frente dando órdenes "y sobre todo de lo que dirán de nosotros en redes sociales después".
Patricia Conde no había visto nunca 'MasterChef' e investigó el formato desde dentro. "Les estoy eternamente agradecida por la oportunidad de que todos me hayan conocido y ahora sepan que soy actriz y no presentadora por ejemplo", apunta la cómica en el citado texto, pero hay más: "Lo he dicho muchas veces, soy sensible y vulnerable y mi salvavidas es el sentido del humor. Nos dicen que cocinemos, que peleemos, que hagamos un show divertido, como los que nos ha ofrecido mi querido Xavier".
La actriz también tiene palabras para sus compañeros, o eso parece. "Cada uno vive las experiencias a su manera, no todos somos iguales. A mi me gusta tratar a todos mis compañeros con respeto pase lo q pase, ayudar cuando he podido y en lugar de sacar el estrés gritando o insultando a los demás he preferido reírme de mí misma e inmolarme con un divertido show para quitarle hierro al asunto", apunta. Y asegura que no hay que preocuparse por los comensales: "No solo les dan lo que cocinamos, en el Ritz había más comida".
Patricia también tiene espacio en la publicación para pedir perdón a aquellos que creyeron más en ella que ella misma (y era muchos), pero también asegura estar convencida de que era Manu quien se merecía esa chaquetilla: "Me sobraban los motivos para frenar y dejar que me adelantara". La cómica acaba con un broche de oro: "No puedo con las mentiras y antes de ofender a un compañero o creerme mejor que nadie, prefiero reírme de mí misma y ofrecer el show que tanto me pidieron cuando me echaron. Es televisión, no es real".
La bronca de Jordi Cruz
Las grabaciones de ‘MasterChef’ pueden comenzar, en el caso de las pruebas de exteriores, a las 7 u 8 de la mañana y alargarse durante todo el día. Esto, sumado a que no es el único reto que graban en esa semana, hace que el cansancio de Patricia Conde sea comprensible. Lo que extraña es la actitud de Jordi Cruz. El enfado del chef llegó hasta tal punto que terminó callándose muchas de las cosas que quería decirle.
Se lo guardó hasta la valoración, e incluso entonces parece que no le dijo todo lo que había pensado durante el cocinado: "Has hecho historia. Es la primera vez que vemos a una finalista que no quería luchar por la chaquetilla. Y cada vez que intentábamos corregirte te lo tomabas a pitorreo". Conde se excusó en el cansancio y admitió que podía haber luchado un poco más.
Estas respuestas molestaron al chef y le contestó de forma contundente. "Imagina a tus compañeros que han vivido la misma experiencia y están igual de cansados. Admitimos nuestro error porque estoy convencido de que aspirantes como Nico o Isabelle lo hubieran hecho mejor y lo hubieran luchado", dijo Jordi. Conde aguantó hasta que nombraron a Manu Baqueiro como segundo finalista. Ahí salieron las lágrimas, de alegría por su compañero y puede que también por haber acabado con una experiencia, digamos, intensa.