Maite (35 años) fue una de las concursantes favoritas de la última edición de 'Gran Hermano' gracias a su sinceridad y desparpajo, pero unas cuestionables actitudes con Òscar, uno de sus compañeros, provocaron su expulsión del reality de Telecinco. Semanas después de decir adiós a su aventura a Guadalix de la Sierra, la participante ha visitado 'Fiesta' para sincerarse como nunca en la escalera de la vida del programa de los fines de semana de Telecinco.
Totalmente derrumbada, la segunda expulsada de 'GH' ha ido bajando cada escalón para hablar sobre su familia, su dura infancia, el arrepentimiento que siente por alguno de sus comportamiento y sus planes de futuro. "Con 14 años perdí a mi madre. Hace casi 20 años que la vida decidió que entrase en un sueño profundo y no despertase. Fue una tarde del 31 de diciembre y no se volvió a despertar", ha comenzado diciendo entre lágrimas.
''Es el pilar más grande que tenía hasta ese momento. He estado muy mal y sin salir de mi casa por ese dolor que he sentido durante 3 meses'', ha dicho muy afectada, dejando claro que fue gracias al nacimiento de su sobrina como consiguió salir de ese agujero de tristeza. "Decides volver a empezar por ella. Tuve que coger las riendas porque mi hermana, las otras dos se independizaron, vivía conmigo. Mi padre, de lunes a viernes y a veces no estaba en casa hasta durante muchos meses. Me salí de los estudios para trabajar y ayudarla con la niña. Ahí dejé mi infancia para ser mujer", ha relatado Maite.
"Con 15 años decidí mirar por mi familia y dejar de estudiar porque todo iba mal. Había que decidir. Y la niña no se podía quedar en casa sola. Ahora tiene 22 años. Nos adoramos y a mi padre y mis hermanas. Somos una familia. Tengo que dar las gracias a mis 8 amigas de siempre, de la guardería. Soy afortunada en ese aspecto", ha asegurado la concursante, reconociendo además que es una persona que se pone una coraza para defenderse.
"Reconozco que me cuesta pedir perdón. Sobre todo a sabiendas de que esa persona también me ha hecho daño. En ese momento me quedo con lo que me ha hecho y no con lo que yo hago. A veces ni soy consciente de lo que hago o he dicho. Gracias a Dios he tenido un buen compañero, que es Rubens, que día a día me lo ha estado diciendo. Es verdad que ha habido perdones que no fueron de corazón y no llegué a sentirlo. Lo he intentado y tengo una conversación con Óscar cuando salga. El perdón me dejará seguir adelante", ha continuado diciendo la expulsada de 'GH'.
La frustración de Maite
Apesadumbrada y recordando que no ha podido tener la figura de su madre a su lado para que la apoyas en momentos clave de su vida, Maite ha contado a Emma García que se siente muy frustrada. "A veces me he sentido hasta descarada porque no tenía a alguien que me parara. Y siempre me quedo con lo mal que he hecho. Me fustigo mucho y no me perdono a mí misma si el resto no me perdona. Tengo la necesitad de perdonarme con Óscar. Haberme ido sin eso, pues no soy feliz del todo", ha dicho limpiándose las lágrimas del rostro.
Contando que también hay familiares con los que no tiene relación porque no les perdona algunas cosas, algo que tampoco le permite avanzar, Maite ha confesado que nunca ha estado en manos de profesionales. "Tienes que hacerlo", le ha aconsejado la presentadora. Para su futuro, la concursante ha dicho que quiere crecer, tener un trabajo que le guste "relacionado con la tele": "Necesito salir de la nostalgia hacia mi padre que llevo 20 viviendo con él. No he sido capaz de buscar trabajo e irme fuera porque es mi pilar. Nunca me he dado la oportunidad de experimentar. Hay algo dentro de mí que no me deja avanzar", ha relatado.