Lia Kali confiesa a Pablo Motos en 'El Hormiguero' la complicada y peligrosa adolescencia que vivió

Lia Kali, una de las voces más solicitadas del panorama urban del momento, ha revelado en 'El Hormiguero' lo mal que lo pasó durante su adolescencia

Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Lia Kali
Antena 3

El arte corre por las venas de Lia Kali (24 años). Su padre, batería de profesión, le presentó los sonidos del soul, el reggae y el jazz desde que era una niña. Creció escuchando a la Mala Rodríguez (su artista de cabecera), Billye Holliday, Nina Simone, Ella Fitzgerald o Sofia Gabanna, entre otros muchos artistas. Hoy, la catalana es una de las jóvenes promesas de la música urbana gracias a su primer disco ‘Contra todo pronóstico’, que presenta este lunes en el plató de ‘El Hormiguero’ (Antena 3, 21:45 horas). La artista catalana se sienta en el plató de Pablo Motos (58 años) y sus hormigas para hablar de sus inicios y los temas de este debut que ya acumula millones de visitas y que cuenta con la colaboración de Joaquín Sabina.

La dolorosa adolescencia de Lia Kali 

Hablando sobre lo que plasma en las letras de sus canciones, la invitada a 'El Hormiguero' ha revelado que padeció una complicada y dolorosa adolescencia. Sin duda una etapa que la marcó de por vida. 

"Fue complicada, la verdad. Fue peligrosa. Era una niña dolida, con mucho dolor y mucha rabia. Es lo que transmito en mis conciertos. Hay mucha gente que así y no puede parar porque le hicieron mucho daño. Yo sé de dónde viene ese dolor, pero no hace falta entrar", ha comenzado diciendo la artista. 

"La vida es p***, pero me ha bendecido con el dolor de haberme sentido tan pequeña, tan miserable y de haber llegado al punto de pensar ciertas cosas que otros también piensan y no verbalizan. Por ejemplo pensar en la muerte, no poder más. Ahora todo lo contrario, pero era una niña adolescente con muchas pasiones y dolores. Ser una persona sentida es jodido", ha reconocido a Pablo Motos. 

Con 14-15 años Lia estuvo ingresada una semana en un centro psiquiátrico, una experiencia de la que ha hablado en Antena 3: "Fue un tormento. Ahí me di cuenta de que quería sacar una canción. Ahí vi cómo torturaban a gente, la tenían atada a una cama durante una semana. Hay personas que necesitan sanar, darse un abrazo y no les dejan nada de contacto físico ni hablar con nadie. La solución no es medicarlas hasta que no sepan ni quiénes son. Están atados dando igual su diagnóstico. En España hay un problema gordo con lo que hacemos con la gente que molesta, que es dormirla. Me da vergüenza y dolor que haya gente que pase por estas torturas que están prohibidas en numerosas partes de Europa", ha expresado emocionada

La carrera de Lia 

Antes de posicionarse como una de las voces más solicitadas del panorama urban del momento, Lia Kali ponía el ritmo en bodas, bautizos y fiestas de sus familiares para después pasar a los bares, festivales y calles de la ciudad. Lo intentó todo para hacerse un hueco en la industria musical. Recorriendo en bicicleta las jam sessions de Barcelona, entró en contacto con el rap y el hip hop, estilos que acabarían de forjar su identidad como cantante.

"Me empecé a juntar con gente. Cantaba en la calle con amigos míos. Tenía mi gente, que la mayoría eran flamencos y había un rapero y nos íbamos con él a las batallas de gallos del Museo de Arte Contemporáneo de Barcelona. Iba y hacía coros. Nos juntábamos en la playa de Bogatell, en los respiraderos, con raperos que ahora han salido también de aquí de la escena", contaba Kali el pasado año en una entrevista con ‘Los 40 Principales’.

Fue entonces cuando decidió formar su propio grupo, SIBIL.LA 3, junto al productor y músico Marcelus Roke y al bajista, compositor y productor Pasto Martí. Nació como consecuencia del hartazgo de cantar canciones de otros artistas. El encierro obligado por la pandemia hizo pensar a Lia Kali en la necesidad de expresar sus propios sentimientos y plasmarlos en letras. Dejó de hacer bolos rindiéndole tributo a Amy Winehouse para despegar con su propio proyecto al tiempo que proseguía trabajando como camarera para poder seguir viviendo. En esa época, también probó suerte en ‘La Voz’ (Antena 3).

lia kali
Atresmedia

"A raíz de las cinco canciones del grupo, me escucharon, me hablaron justo para hacer algo para ellos y dije ‘perfecto’ porque además estoy haciendo mi disco e hicimos la vuelta de todo", explicaba en esa misma entrevista. Esa primera experiencia antes de emprender el vuelo en solitario fue enriquecedora para ella: "Me hizo prepararme para todo lo que estoy viviendo ahora de tocar en grandes escenarios, aunque siempre, desde los dieciséis años, he tocado en bodas, en diferentes recintos que no son tan de conciertos o festivales y eso me llevó a salas de conciertos y festivales. Eso fue una preparatoria para todo esto".

Amante de la música latina, Kali decidió emprender el vuelo sola con ‘Contra todo pronóstico’, un disco autobiográfico conformado por doce canciones muy especiales. Habla de amor, dolor, muerte y traición. "Desde pequeñita me sentí desubicada. El mundo que cree dentro de mí aún es mi morada. Yo no entendía nada la tristeza y mis bajadas. Me busqué la ruina por ser demasiado osada", dice la letra de una de sus canciones. "Con dieciséis, pensé en la muerte más veces de las planeadas. Los juicios y la mala fama te dejan mal parada. La música, la única que nunca a mí me fallaba. Ahora, entiendo que en casa tenía oro y que la depresión no te deja ver".

Ingresada en un centro de salud mental

Lia Kali hace referencia a su breve periodo en El Benito Menni CASM de Hermanas Hospitalarias de Sant Boi (UCA), un centro de salud mental para adolescentes en el que la internaron sus padres cuando era joven. Allí, vivió un auténtico infierno. Como cuenta, sin tener ningún tipo de diagnóstico, le empezaron a dar pastillas. Lo peor lo ha plasmado en otra de sus letras: “No te atrevas a hablar con nadie sin que me entere. No te atrevas a rebotarte o te atamos también, o te atamos también. Muerte a la UCA y su plantilla, mierdas de salas de torturas devorando infancias. Puto recuerdo tu sonrisa, cuando estaba en el suelo. ¿Te ponía ver su rodilla sobre mí, eh?".

El paso por este centro la hizo más fuerte y le sirvió como fuente de inspiración. Encontró una forma de expresar su dolor y sus sentimientos a través de la música que ha enamorado a medio mundo. Después de realizar su primera gira internacional, en abril de 2025 actuará en el imponente Wizin Center de Madrid. "Ha sido muy épico. Hemos llenado todas las salas, cosa que nunca te esperas en un primer disco. Los festivales se han petado... En sitios en los que igual no nos conocían tanto, también ha ido de perlas y ha sido una locura de gira. Nueva York, Colombia... Hemos ido a un montón de sitios que nunca me imaginé que hubiésemos ido y menos en una primera gira de un primer disco", confesaba sin creérselo.

Marcada por sus recuerdos de la infancia

Aún hoy recuerda los años, que no hace tantos, en los que escuchaba música a todas horas en su casa. Por esta razón, quiso sacar en formato disco su álbum: “Siempre ha habido vinilos, ha habido discos y a mí me apetecía tener mi disco y mi vinilo, llevárselo a mi padre, a mi madre, a mi abuela y decir ‘toma’. Luego ya si se vendía o no pues mira… Y al final se vende bien también. La gente lo quiere para su casa. No sé si para reproducirlo o no pero, pero se los llevan para su casa. Al final, creo que es algo bonito, es una forma diferente de escuchar la música. Hay mucha gente que ahora está volviendo a valorar eso".