Laura (20 años) se ha enfrentado este martes a su curva de la vida y en un acto de generosidad ha querido que todos sus compañeros conozcan de su propia voz la tragedia que le marcó para siempre: la muerte de su hermana Estefanía.
"Nací en 2003 y ahí fue la primera vez que vi a los amores de mi vida que son mis padres y mis hermanas", así empieza un relato que rápidamente se resquebraja y es que Laura apenas tenía tres añitos cuando sufrió la pérdida de su hermana mayor. "Tenía parálisis cerebral. Fue un momento muy duro en el que toda la familia se hundió, pero luchamos y con el apoyo de todos salimos adelante", recordaba sin poder contener las lágrimas.
María José Galera se encontraba en el plató y no pudo evitar romperse al escuchar la emoción con la que su hija pequeña hablaba de la muerte de Estefanía. Y es que a pesar de todos los años que han pasado de su pérdida, la tienen muy presente.
Siguiendo con el repaso a su corta pero intensa vida, Laura recuerda como poco después del fallecimiento de Estefanía sus padres se separaron y ella se tuvo que mudar con su madre. Una nueva vida en la que el pilar fundamental siempre han sido María José y su hermana Patricia, a la que adora. Los años pasaron y la andaluza decidió mudarse a México por trabajo, pero en este caso su hija pequeña no siguió sus pasos, un distanciamiento entre madre e hija completamente desconocido para todos. La joven recuerda como en ese momento se mudó con su padre: "Fue una de las épocas más dolorosas de mi vida porque en el colegio recibía mucho bullying".
Esa situación empujó a Laura a mudarse a México con su madre, una etapa feliz en la que tuvo la oportunidad de cambiar. No obstante, duraría poco porque María José regresó a España varios años después, provocando un nuevo cambio de vida en su hija pequeña. De nuevo empezaron los miedos hasta tal punto que "dejé de comer", pero ahí entró en juego una persona que Laura define como su "salvación", su hermana Patricia. "Es la persona que más me importa en esta vida, me siento súper apoyada por ella", expresaba sin poder evitar romper a llorar. "Mi madre y mi hermana son la alegría de mi vida. Son las personas que me dan luz y aunque no estemos las cuatro, sabemos que tenemos un ángel en el cielo que nos une", decía en referencia a Estefanía.
Nada más cumplir 18 años tomó la decisión de independizarse: "Necesitaba buscar esa estabilidad en mi vida que no tenía". Una complicada afirmación que María José aceptaba con resignación desde el plató, y es que a juzgar por sus palabras parece que la relación entre madre e hija siempre ha estado repleta de idas y venidas.
Desde plató, María José se mostraba devastada por el recorrido que su hija pequeña había hecho de su vida. "El dolor y el sufrimiento se lleva por dentro", reconocía la sevillana sin poder dejar de llorar.
Laura se sincera como nunca sobre sus sentimientos hacia Manu
Respecto al amor, Laura recordaba cómo a los 18 años tuvo una relación muy complicada que la hizo caer, y desde entonces no se había vuelto a ilusionar. Hasta ahora. "Cuando lo vi sentí algo muy raro por dentro. Manu saca mi niña interior y valora todo lo que hago por él",
Ahora mismo me considero una persona muy fuerte. Mis padres me han enseñado unos valores muy fuertes. Por muchas cosas malas que pasen siguen siendo mis padres y yo los quiero muchísimo porque sin ellos no sería la persona que soy. Me siento muy aliviada".
La muerte de Estefanía con solo 17 años
María José Galera fue madre muy joven. Estefanía nació con muchísimos problemas de salud, entre ellos, una terrible parálisis cerebral. Estas dolencias fueron a más con el paso de los años hasta que, lamentablemente, falleció en 2008 dejando a la sevillana sumida en una profunda tristeza. Dar una mejor vida a su hija mayor siempre fue el objetivo de la andaluza, de ahí que no dudara en probar suerte en la televisión de la mano de 'Gran Hermano'.
Tristemente, ocho años después de su debut en la casa de Guadalix de la Sierra tuvo que hacer frente al golpe más duro: la muerte de su hija. Un terrible varapalo para ella y toda su familia, que le unió más si cabe a sus dos hijas pequeñas. A pesar del dolor que arrastra desde entonces, María José consiguió sacar fuerzas por y para Estefanía y Laura, una valentía y coraje que ambas han resaltado siempre.