La impactante reacción de Abraham García al ver su cambio físico tras ‘Supervivientes All Stars’

El pasado jueves Abraham García (32 años) se convirtió en el tercer expulsado de ‘Supervivientes All Stars’. Es habitual que antes de abandonar Honduras los eliminados puedan disfrutar de ver el cambio que ha sufrido su cuerpo al verse delante de un espejo, además de disfrutar de una buena ducha y un estupendo banquete antes de coger un avión rumbo a España. Debido a los cambios en la parrilla televisiva, no había habido tiempo de poder ver su reacción hasta este miércoles.

El paso del madrileño por el concurso ha estado marcado por luces y sombras. Las dos primeras semanas se convirtió en el líder del grupo, lo cual propiciaba que sus compañeros no pudieran nominarlo. En su tercera semana no pudo alzarse con el premio y los concursantes no dudaron en señalarlo al considerar que es uno de los supervivientes que menos aportan al grupo. De hecho, la audiencia decidió expulsarlo a las primeras de cambio y el pasado martes acudió por primera vez al plató de Telecinco para aclarar algunos asuntos pendientes.

La reacción de Abraham García al verse en el espejo

Se trata de uno de los grandes rituales del programa. En esta edición todos ya han pasado por ese momento de comprobar el cambio que ha sufrido su cuerpo tras varias semanas protagonizando todo tipo de penurias. Además, hay que recordar que esta edición de grandes estrellas es una de las más duras en cuanto a las condiciones que les están imponiendo por parte del programa y que está causando estragos en los participantes.

Abraham ha ido directo hacia el espejo para poder ver su cambio físico. La famosa tela que recubre el espejo se iba levantando desde abajo hacia arriba. “Madre las piernas. Madre mía”, exclamaba en un principio. “Mira la espalda. Mira qué cara, me veo la cara super rara, demasiado consumida. No me imaginaba estar así en tan solo tres semanas”, confesaba, lo que demuestra la dureza de esta edición.

Sin embargo, García se ha mirado una y otra vez para corroborar su transformación. “Soy pura fibra. No recuerdo estas venas así. Mis compañeros tienen que alucinar, soy el más delgado, el más fino, todo. Tengo las piernas reventadas”, exponía tras un vistazo. “Mucho más brutal que en mi edición. Yo en el 2014 no estaba así de reventado”, explicaba haciendo hincapié en lo mal que lo han pasado en estas semanas en las que se han enfrentado a diversos retos.

La ducha de Abraham García tras ‘Supervivientes All Stars’

Otro de los momentos más esperados por los concursantes es aquel en el que pueden darse una buena ducha. Hay que recordar que en la isla cuentan con determinados aspectos de higiene pero evidentemente la ducha no es uno de ellos. “Cuánto tiempo sin vernos”, decía Abraham mientras entraba en la bañera. “No me lo creo. Ahora me siento ya como una persona civilizada. En casa no lo valoramos y aquí es el mayor lujo”, añadía mientras caía el agua sobre su cuerpo.

No obstante, parece que el sentido del olfato se le ha agudizado en estas semanas. “En la playa no hueles nada y aquí hay una mezcla de olores. Me escuece todo el cuerpo pero a la vez es un alivio. ¡Qué gusto!”, exclamaba el concursante. “La primera vez que canto en la ducha y todo, es de la emoción”, expresaba tras entonar unos cánticos. Por último, manifestaba su deseo de “una ducha y un buffet”.

Abraham García disfruta de una comida tras ‘Supervivientes All Stars’

Parece que sus deseos son órdenes y es que la organización del programa le ha concedido el placer de concluir con el tercer ritual de los expulsados. Abraham llegaba a sentarse en la mesa de un enorme banquete con una venda en los ojos, donde no podía ver nada de lo que había encima de ella. “Me vienen todo tipo de olores. Hacía tiempo que no tenía esta sensación”, declaraba al acercar su nariz hacia la comida.

Tras quitarse la venda ha podido comprobar la gran cantidad de comida que tenía para él, dudando incluso de por dónde empezar a comer. “Croquetas, bueno, bueno, bueno. Puedo probar de todo”, añadía. De hecho, le pegaba un bocado a una hamburguesa que le sabía a gloria, incluso le pedía perdón a su padre porque le sabía muchísimo mejor que las que él le preparaba habitualmente.

Pero no ha querido olvidarse de sus compañeros, algunos para bien y otros para mal. “Pobrecita mi Sofía, mi Logan, mi Bosco. Ahora mismo me gustaría poder darles todo”, expresaba tras haber repuesto energías con la comida. “A Marta no le daba ni agua. A Lola le daría una croquetita que en realidad no es tan mala persona, lo único que le ha pasado es que se ha juntado con Marta”, exponía dejando clara su postura sobre sus compañeras.