A Eduardo Navarrete (30 años) la vida le cambió a los 24 años. Su paso por la primera edición de ‘Maestros de la costura’ en 2018 fue el empujón que su carrera necesitaba. El diseñador alicantino montó una exitosa firma de moda y se posicionó como un rostro habitual de la televisión. Participó en ‘MasterChef Celebrity’ y ‘Mediafest Night Fever’. A día de hoy, es colaborador de ‘Zapeando’ con su propia sección y hace de tertuliano en ‘Y ahora Sonsoles’. En los negocios también le va bien. Se ha consolidado como empresario con ‘15 segundos’, una central de marcas y creadores con la que apoya el diseño emergente, de autor y "made in Spain".
Entre todo esto le ha sobrado tiempo para sacar al mercado su libro ‘Cabaret y vestidos de escándalo’, que ha presentado este miércoles en ‘El Hormiguero’. A partir de sus ochos diseños más icónicos, este libro habla de la producción de sus colecciones, del montaje de sus mediáticos desfiles y de sus vivencias en televisión. Pero, como siempre en este programa, no solo han hablado de promociones.
Eduardo Navarrete, con su gracia y humor habituales, no ha tenido reparo alguno en contar los últimos retoques a los que se ha sometido. "Me estoy quitando la boca. Tiene una inversión. Hay un líquido que te lo pinchan y te los reabsorbe para dentro", ha empezado diciendo. Una decisión que ha sorprendido a los telespectadores. "Es que ahora estoy yendo hacia otro lado", ha dicho, convencido.
Justo después, se ha puesto de perfil para confesar que su nariz era otro de los elementos que se había retocado. "Me he rehecho la nariz. La punta ya no baja. A la larga me tendré que poner un cartílago. No me la puedo operar del todo todavía. Me han metido una ácido con una cánula", ha explicado. Además, ha reconocido haberse afinado la mandíbula.
Después de tantos años frente a la opinión pública, Eduardo sabe que las críticas están a la orden del día. Es por eso que ha querido dejar claro que contando sus retoques no está haciendo "apología de nada", sino que simplemente "me hago cosas para sentirme mejor". Unas palabras que dejan claro que Navarrete le gusta cuidar su imagen. De hecho, tanto es así, que no ha tenido problema en lanzar una queja a Pablo Motos y su programa. "Tenéis tan poca publicidad que no puede entrar a peinarme", ha dicho.
El selecto grupo de amigos de Eduardo Navarrete
Se graduó en diseño de moda en IDEP Barcelona, pero los inicios de Eduardo Navarrete en el mundo laboral fueron como vedette. En esta etapa, conoció a La Terremoto de Alcorcón, la primera de las muchas personalidades que ahora forman parte de su agenda de contactos. Dejó el hilo y la aguja voluntariamente a las puertas de la final de ‘Maestros de la costura’, pero consiguió que Alaska, Pepón Nieto, Rossy de Palma, Mario Vaquerizo, Bibiana Fernández o la propia Terelu Campos, a la que conoció en ‘MasterChef Celebrity’, formen parte de su selecto grupo de amigos. Se lo ha ganado con su personalidad arrolladora y sus diseños únicos, que han conquistado a medio mundo. Verónica Forqué también ocupa un lugar especial en su corazón, relación que surgió también en las cocinas de Televisión Española.
Le han acompañado, muestra de ello es el apoyo que muchos de ellos le mostraron en el Eduardo Navarrete Fashion Show que organizó tiempo atrás. De momento, su faceta como diseñador se ha quedado a un lado. Quiere centrarse en su carrera televisiva. "He llegado a estar en la final de 'MasterChef', grabando doce horas o más, y presentando una colección casi a la vez. Esto es mucho estrés y no disfrutas de ninguna de las dos cosas. Y yo quiero disfrutar todo lo que me está pasando", dijo a TVE en la presentación de su última colección el pasado mes de septiembre.
No quiere decir que haya olvidado por completo esta faceta. "La verdad es que durante un tiempo no voy a presentar colecciones, pero sigo produciendo y la web sigue abierta. ¡Mira, era como estar en una autopista, corriendo a toda velocidad y no encontrar la salida!", añadió. En parte también para centrarse en su proyecto ‘15 segundos’, que impulsa a nuevos creadores con talento y creatividad.
La situación sentimental de Eduardo Navarrete
Lo que a Eduardo Navarrete le faltan son horas en el día. Últimamente ni siquiera tiene tiempo para el amor, aunque no es algo que le interese. Lo ha confesado en una entrevista en ‘El Mundo’: "No creo en el amor romántico, no creo en la monogamia, no creo en el concepto que nos han inculcado de que hay que tener una pareja para compartir. Con lo que me ha costado conseguir todo lo que tengo, lo comparto con mis amigos y lo comparto conmigo, que ya es muchísimo". En los que sí que cree es en los derechos del colectivo LGTBI, del que se ha convertido en un abanderado y referente por sus campañas en defensa de la diversidad en iniciativas como 'Protégete del odio' y 'Piensa en positivo'.
La pregunta que Pablo Motos no se atreverá a hacerle: su paso por 'MasterChef'
Hace unos días el diario 'El País' publicaba un reportaje en el que explicaba la realidad de 'MasterChef' más allá de lo que se emite. Lo hacía recogiendo testimonios de exconcursantes de ‘MasterChef’ sobre su paso por el programa de TVE. Aseguraban que este proyecto, que partió como un formato para toda la familia, se ha convertido en un reality en el que todo vale, sin importar las consecuencias en temas de salud mental que tenga para los participantes.
"Piensas que te van a cuidar y terminas sintiéndote como una mierda, con todo el mundo hablándote mal", denunciaba Pablo Pérez, participante de la tercera edición de la versión anónima. Xuxo Jones y Patricia Conde ya habían hecho con anterioridad denuncias bastante graves contra el espacio culinario, como la permisividad del uso de drogas para soportar las largas jornadas de grabación. 'MasterChef' está en el punto de mira y sería interesante conocer la opinión de Eduardo Navarrete sobre el formato. ¿Le preguntará Pablo Motos sobre ello o preferirá no entrar en polémica?
Sería raro que Navarrete hablase mal de formato o de Televisión Española, ya que guarda un fuerte vínculo. Aunque ha aprendido a moderar sus palabras, suele decir todo lo que piensa sin medir las consecuencias. Es parte de su encanto y lo que le ha traído algún que otro problema. Como cuando dijo que doña Letizia "había pasado de tener cara de proletaria a cara de Reina". "Siempre he sabido que el escándalo es el que vende, pero he aprendido a jugarlo. De hecho, si ahora pretendes preguntarme sobre la Reina o alguien de Casa Real, ya te digo que no voy a entrar ahí. Me callo porque todo lo que te diga va a ser utilizado en mi contra", comentó en las páginas de ‘El Mundo’.