‘El Hormiguero’ recibe este lunes, 31 de marzo, a una de las bandas más icónicas del pop-rock español: Hombres G. Con más de 20 millones de discos vendidos y 17 álbumes recopilatorios, el grupo liderado por David Summers (61 años) sigue al pie del cañón y con la vista puesta en su próximo disco, ‘¿Por qué no ser amigos?’. También están a punto de emprender una gira con la que recorrerán las salas más importantes del mundo y están preparando una película sobre su historia.
El cantante de 'Devuélveme a mi chica', además, contará a Pablo Motos algunas de las mejores anécdotas de su larga trayectoria en la música. Esa misma que comenzó por casualidad en los años de La Movida madrileña cuando montó el grupo junto a su buen amigo Rafa Gutiérrez. Desde entonces han pasado 40 años.
Cuatro décadas en las que han crecido, cambiado y han tenido que enfrentarse a todo tipo de obstáculos. Es por eso que Pablo Motos ha querido saber cuál era el truco para seguir juntos tantos años después. "Lleváis 40 años juntos. Cualquier relación de un grupo que no se lleve a matar... ¿Hay algún secreto o habéis estado sin hablaros alguna vez?", ha preguntado.
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"No, la verdad que no", ha empezado David justo cuando uno de sus compañeros también empezaba a hablar. "Calla, coño, que está hablando", ha dicho otro, a modo de broma, fingiendo enfadarse. El público ha estallado en risas y, al terminar, Summers ha respondido a Motos.
"Siempre nos preguntan esto. Javi y yo somos amigos de hace mas de 40 años. No nos ha costado trabajo. Cada uno sabemos lo que hacemos en el grupo, tenemos una coordinación, todo lo hacemos por consenso, disfrutamos en el escenario...", ha enumerado.
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"Es que salimos de gira y somos felices. Ir con tus mejores amigos a recorrer el mundo...", ha insistido. Después de él, Javier Molina ha dado su propia versión. "Los caracteres se acrecientan, pero las virtudes también. Somos cuatro buenas personas y nos comprendemos los unos a los otros", ha desvelado.
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La pasión de David Summers por la música
Más de cuatro décadas después, ninguno de ellos piensa en la jubilación. David Summers se cuida más que nunca con dietas y ejercicio para poder seguir cantando sobre los escenarios ese ‘Sufre, mamón’. "Yo le dije a mi exmujer: ‘No me dejes nunca salir al escenario con 50 años a cantar ‘Sufre, mamón’’, porque estaba viendo que iba a llegar. Y llegó el día que cumplí 50 años y justo tuve concierto. Bueno, eso no es tan raro, porque tenemos tantos conciertos que han coincidido muchas veces en mi cumple", comentó en una entrevista en 'The Objective.
"Me acuerdo de que tocábamos en Valencia, en la plaza de toros, y antes de cantar la canción lo dije por el micro: ‘Le había prometido a mi mujer que no iba a cantar esto, con 50 años, pero hoy tengo 50 años y la voy a cantar ahora mismo", añadía.
Con los 61 lo sigue haciendo: "No podría vivir sin arrastrar una maleta por un aeropuerto, sin llegar a hoteles. Es que es mi vida. Y sé que el día en que por cuestiones de salud, seguramente, o porque no me encuentre con fuerzas, deje de hacerlo, voy a sentir un vacío muy grande. Para mí es importantísimo estar en actividad permanentemente”.
Su padre, el cineasta Manolo Summers, ha tenido que ver mucho en esta trayectoria. No solo heredó su arte. Le apoyó en todo, y eso que pensaba que no era una carrera consistente. "Creo que me parezco en muchas cosas, porque siempre he seguido sus consejos y he heredado su inconsciencia y su seguridad en sí mismo. ¡Ojalá me pareciera más en su capacidad de creación y en su valentía y personalidad!", confesaba recientemente en una entrevista en la revista Pronto.
Felizmente casado
La fama no ha cambiado ni un ápice a David Summers. Siempre ha huido de la pomposidad que puede llegar a implicar ser un cantante famoso. Tampoco ha renegado sobre el precio de la fama ni le ha importado hablar de su vida personal. "Todas mis canciones tienen un componente biográfico grande, porque siempre he pensado que es importante transmitir veracidad", reflexionaba en 'The Objective'.
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"Cuando tú cuentas algo que es verdad, es mucho más fácil. Yo cuento mucho de mi vida, no tengo problema en desnudarme, digamos, y contarle a la gente cómo me siento, que me ha dejado una novia, si me encuentro triste, si me encuentro contento, si estoy enamorado, si no lo estoy... Siempre lo cuento, porque yo creo que es muy importante plantarse en el escenario y contarle a la gente verdades, para que te entiendan, te escuchen y les llegue la canción", añadía.
Con esa misma naturalidad anunció a los cuatro vientos su amor por la profesora de inglés norteamericana Christine Cambeiro. Se casaron el pasado verano. "Es absolutamente la mujer de mi vida, porque, aparte de ser tan linda y tan buena, es un apoyo constante y eso me hace ser el doble de lo que soy", decía.
Según contó a la revista ‘¡Hola!’, se conocieron en el club Copacabana de Nueva York en uno de sus conciertos. Al final de la actuación, les presentaron y se cayeron muy bien aunque no fue hasta años después cuando su relación de amistad pasó a convertirse en algo más. De hecho, ella, que vivía en Nueva York, se casó y se mudó a Galicia. Pero el destino es caprichoso y quiso que con el tiempo se diera una oportunidad: "Yo he cumplido 60 años, estoy loco por ella y quiero pasar el resto de mi vida a su lado. Nos hemos comprado una casa con la intención de estar juntos para siempre. Quiero que sea mi mujer, mi compañera. Ella me quiere, quiere a mis hijos, cuida de mí y de mi familia".
Daniel Summers sigue los pasos de su padre
Años atrás, David Summers estuvo casado durante 26 años con su novia del instituto, Marta Madruga. Hace siete años que decidieron tomar caminos separados. De esta relación nacieron los mellizos Daniel y Lucía, que son lo más importante para el cantante.
Mientras que ella se ha decantado por veterinaria, él ha seguido los pasos de su padre y ya ha participado en algunas de sus canciones. Estudió Producción musical y ha tocado en el grupo Las Abejas Rojas. Está muy orgulloso aunque, como le pasó a su padre con él, siempre tiene ciertos miedos.
"Yo le digo a Dani que tiene que entender que esto no es fácil. Que le pase lo mismo que le ha pasado a su padre, pues ojalá, pero no es frecuente. No es nada frecuente poder dedicarte a lo que yo me dedico y durante 40 años. Le digo que no pierda nunca la esperanza. Le digo lo que le diría a cualquier joven", confesó en la citada entrevista.