Estas pólizas con cifras mareantes también han empezado a ser comunes en rostros conocidos de ámbitos más mediáticos, donde el aspecto físico es su herramienta de trabajo y su seña de identidad. Precisamente, son dos actrices las que podemos considerar las pioneras de los seguros más extravagantes. En lo más alto de su carrera, que coincidió con su papel protagonista en 'La boda de mi mejor amigo', Julia Roberts se ganó el título de la 'sonrisa de los 30 millones de dólares'. El mismo revuelo causó Jennifer Lopez cuando trascendió que había puesto precio a su trasero, y no por calderilla. Cinco millones de dólares es lo que se aseguraba que cobraría la neoyorquina si le pasara algo a su deseado 'derrière', aunque ella lo acabó desmintiendo."
Las otras posaderas más famosas del mundo, que sí están aseguradas, son las de Kim Kardashian. La 'socialité' y empresaria contrató una póliza de diez millones para salvaguardar su característica física más celebrada.
En el mundo de la música, no siempre lo más habitual es que los cantantes se aseguren las cuerdas vocales, como es el caso de Mariah Carey, que las tiene cubiertas por 70 millones de dólares, junto con sus piernas. Una cifra que se queda lejos (en comparación) con los 40 millones que valen las extremidades inferiores de la espectacular Taylor Swift.
Pero la palma en seguros curiosos tiene un podio ocupado por Jennifer Aniston, Fernando Alonso y Tom Jones. La actriz de 'Friends', ha cubierto su pelazo por 3'5 millones de euros. Y es que hubo un tiempo que no había mujer sobre la faz de la tierra que no le pidiera a su peluquero su corte de pelo. Por su parte, los pulgares del piloto asturiano valen la friolera de 10 millones de euros. Y el oro de las pólizas de seguro son para el cantante galés, que contrató un seguro para los pelos de su pecho por valor de 3 millones de euros.