Encarna Sánchez fue durante décadas sinónimo de la radio y un "fenómeno social". Su voz inconfundible hizo compañía a una legión de oyentes que la escuchaban y se sentían identificados con todo lo que transmitía a través de las ondas hertzianas. Por no hablar de las apasionantes entrevistas que traía bajo el brazo a 'Directamente Encarna' su colaboradora, aprendiza aventajada, Mila Ximénez, quien ya se había apuntando un tanto imbatible consiguiendo que Isabel Pantoja respondiera a sus preguntas.
Eran los años en los que su influencia no tenía cortapisas. Tampoco su popularidad. ¿Quién no recuerda el mítico gag de las empanadillas de 'Martes y Trece'? Que el dúo humorístico más famoso del momento te usara de inspiración y te imitara era el medidor más preciso sobre la omnipotencia mediática de Encarna Sánchez. Meses después, en 1987, año que celebra el nuevo y esperado número de Lecturas Años Dorados, dedicado al nacimiento del mito de Mila Ximénez, la voz femenina más popular abría las puertas de su casa y de su corazón a nuestra revista y nos hablaba de la esfera más íntima y desconocida de su vida privada.
Durante la charla, Encarna acaricia con ternura a Morritos y Treski, sus dos caniches y la única compañía que tiene en casa. Los define como sus "juguetes preferidos". Ese cariño se acentúa cuando pone en palabras su mayor sueño, un deseo que no pudo ver cumplido. La comunicadora, que falleció a los 60 años a consecuencia de un cáncer de pulmón, confesaba en 1987: "Lo único que echo de menos: un hijo. O unos hijos. (...) Lo necesité muchas veces. Y como no puedo ser madre, he pensado en adoptar un niño. Ahora es el momento ideal para traer un niño a mi casa".
No es el único secreto revelado por una Encarna Sánchez que mostraba su lado más vulnerable y sensible, aunque su famosa soberbia volviera a asomar en frases como "pasará mucho tiempo para que nazca una persona más químicamente buena que yo". Su deseo de adoptar un niño, su desconocido matrimonio en América, su religiosidad... Encarna Sánchez en estado puro y al 'otro lado', como entrevistada', no defrauda.
La revista más deliciosamente 'retro' recupera en su número dedicado a 1987 esta reveladora entrevista. Lecturas Años Dorados, que ha enamorado a todos los amantes del glamour desde una óptica actual, es ya una publicación icónica, ¡te esperamos en el kiosco!