Su voz ha sido historia de la radio. Poseedor de la Medalla al Mérito en el Trabajo, Medalla de Oro de Guipúzcoa, Medalla de Oro de Andalucía, doctor honoris causa de varias universidades, 6 premios Ondas, 3 Antenas de oro... La lista de reconocimientos que atesora Iñaki Gabilondo (81 años) es inmensa, como lo es su enorme popularidad. La gente no lo olvida, pese a llevar ya varios años retirado de la profesión que tanto amó, el periodismo, y el medio que le robó el corazón, la radio.
La muerte de su esposa, tras una cruel enfermedad
Pero la vida personal y familiar de Iñaki Gabilondo guarda un terrible y dramático episodio que, tal y como él mismo reveló a la revista Lecturas, le marcó la vida. La muerte de su esposa, Maite Egaña, tras una cruel y dura enfermedad.
Ya de por sí esta circunstancia fue muy dolorosa, pero a ella hay que sumarle que el periodista, estando su mujer muy enferma y sin posibilidad alguna de curación se enamoró de otra mujer, Lola Carretero, periodista como él y a la que conoció siendo director de Radio Sevilla. "La muerte de mi mujer me marcó la vida", confesó. Iñaki y Maite se habían casado en 1967 y con ella tuvo tres hijos. Enviudó el 11 de junio de 1981, cuando sus hijos Iñaki, Ainhoa y Urko tenían once, nueve y siete años respectivamente. La muerte de Maite le afectó tanto a Iñaki Gabilondo que estuvo tres meses sin poder hablar.
Complicaciones irreversibles
Así relataba Lecturas el fallecimiento y el entierro de Maite: "Maite Egaña, esposa del conocido periodista Iñaki Gabilondo, falleció en su residencia pamplonica de Huarte Araquil, a unos treinta kilómetros de la capital del antiguo reino navarro, después de sufrir complicaciones irreversibles en el desarrollo de una enfermedad padecida desde hace años atrás, que ya le había producido la paralización de la mitad del cuerpo". Además, se dio la trágica circunstancia de que un día antes había fallecido el padre de Maite, por lo que Iñaki y su familia política enterraron a dos de sus miembros en días consecutivos.
La enfermedad que acabó con la vida de Maite comenzó a manifestarse cuando apenas tenía 28 años. "Durante los primeros años del matrimonio, Maite acompañó al periodista a los diferentes lugares a donde le ha llevado su brillante trayectoria profesional; pero estando Iñaki dirigiendo una emisora radiofónica en Sevilla, a Maite se le presentaron problemas relativos a una insuficiencia renal crónica, teniendo que someterse, durante algunos años, a sesiones periódicas de hemodiálisis. Más tarde fue sometida a un trasplante renal", relataba Lecturas.
Su estado de salud se complicó por culpa de "algunas embolias que repercutieron en su cerebro... Como consecuencia de estas embolias, Maite acabó padeciendo los horrores de la hemiplejía, o paralización parcial de la mitad de su cuerpo".
Enamorado de Lola Carretero
Con Maite enferma, Iñaki se enamoró de Lola Carretero, con la que empezó a convivir en Sevilla y en Madrid, mientras sus tres hijos seguían viviendo en San Sebastián, aunque tras la muerte de Maite, se fueron a vivir con él.
"Lola tiene mucho mérito", confesó Iñaki a Lecturas. "Se hizo cargo de mis tres hijos de forma admirable, lo que no es muy fácil para una chica que está soltera y sin hijos. Hay que ser mujer muy fuerte para tragarse tres chicos en edades difíciles, 12/13 años. Le echó valor a la cosa y me demostró un cariño grande, muy grande", añadió.
Iñaki, a pesar de todo, siguió al lado de Maite hasta el final "pero su enfermedad hacía mucho tiempo que había roto la vida de pareja y apareció otra mujer en tu vida", relataba Lecturas. A esta afirmación, Iñaki respondió: "Sí, y aquello fue muchísimo peor. Pero tuve la inmensa suerte de que tanto mi actual compañera, Lola, como Maite, mi mujer, se portaron fenomenal. Ellas fueron las que salvaron la situación ante los chicos. Ni Maite me reprochaba nada ni Lola quería lo que no podía ser".
"El sentimiento de culpabilidad me lo he quitado a bofetadas"
Esa doble relación hacía inevitable que Iñaki sintiera un pesado sentimiento de culpabilidad. "El sentimiento de culpabilidad me lo he quitado a bofetadas y no con mucho éxito", admitió el periodista a Lecturas. "La situación era tremenda. Tu mujer está enferma, te has enamorado de otra señora, tienes tres hijos, a los que no abandonas, pero a los que tampoco tienes mucho tiempo para dedicarles. El sentido de culpabilidad en aquellos momentos era enorme".
Iñaki, aunque enamorado de Lola, seguía queriendo a Maite. "Un cariño inmenso es poco decir. Ver sufrir a una mujer es algo que no se puede contar. Tú puedes querer mucho a una persona, pero por determinadas circunstancias, este amor puede pasar a otro plano distinto como el que se siente por un hermano. En una historia como la mía, llega un momento en la vida en el que ya no puedes compartirla con tu compañera".
El gran apoyo de Lola y la comprensión de Maite
Al margen de querer a dos mujeres a la vez, Iñaki atravesó momentos muy duros a nivel económico, algo que Lola encajó perfectamente. "Trabajaba en dos sitios para que pudiéramos salir adelante porque en aquel momento yo estaba fatal de dinero, me lo gastaba todo en hospitales y en los niños. Tal era la situación, que la misma Maite me hacía ver lo que esta historia significaba para Lola", confesó a Lecturas.
Enviudar tan joven –Iñaki tenía solo 36 años– fue una experiencia vital de la que obtuvo una gran enseñanza. "Yo ya estoy vacunado para siempre. Me ha enseñado lo que importa de verdad y lo que son tonterías", declaró Iñaki. "Al morir Maite, nos fuimos a vivir juntos Lola, mis hijos y yo. Yo no sabía cómo iban a reaccionar ellos ante esta nueva situación, pero desde el primer momento se hicieron amigos de Lola".
Iñaki Gabilondo y Lola Carretero se casaron en 1993, aunque el recuerdo de Maite Egaña siempre estará presente en sus vidas.