La vida es Shuraf Isiha parece sacada de una película. El joven de 33 años ha dormido en más de 500 casas de desconocidos en los últimos cinco años. El japones decidió dejar su vida a un lado para viajar por Japón con sus ahorros. Ahora, su historia ha dado la vuelta al mundo.
Isiha viaja solo desde hace cinco años sin un techo bajo el que dormir
Shuraf Isiha es un chico sencillo y humilde que se cansó de su rutina hace media década cuando solo tenía 28 años. Por este motivo, hace cinco años que decidió cambiar el rumbo de su vida por completo según ‘Oddity Central’. Primero dejó su trabajo y después decidió vender la mayor parte de sus pertenencias. Solo conservó aquellos enseres básicos que cabían en una mochila. Poco después, emprendió un nuevo camino: viajar por Japón y después por el resto del mundo. Uno de los principales problemas que se encontró fue el alojamiento ya que era el gasto más elevado, aunque lo solventó con facilidad mediante una ingeniosa idea. Shuraf visita todos los días zonas concurridas de Japón con un cartel colgado en el que pide alojamiento gratuito por una noche.
“Por favor, déjenme pasar una noche”, señala en su pancarta. Lo cierto es que, aunque no todo el mundo dejaría dormir a un desconocido en su casa, siempre hay alguien dispuesto a ayudar. Por lo general, el joven de 33 años se ha encontrado con personas que viven solas y son muy hospitalarias que le han permitido dormir en su casa durante, al menos, una noche. Aunque es cierto que, por otro lado, son cientos de personas las que cada día pasan de largo al lado del joven tras leer su petición. Aun así, el japonés asegura que le apasiona vivir de esta forma. “Es emocionante. Como lanzar un anzuelo y esperar a que pique un pez”, explica.
La historia de Ishida que ha dado la vuelta al mundo sorprende cada vez a más personas. Muchas se preguntan cómo es capaz de quedarse inmóvil durante horas en mitad de la calle hasta que alguien le ofrece un techo bajo el que dormir. Lo cierto es que han pasado cinco años desde que el joven japonés comenzó esta aventura y el secreto para seguir adelante que le provoca seguir adelante es muy sencillo. Al parecer, la vida de los propietarios que le acogen “se sienten como si se estuviera leyendo una novela diferente cada noche”. El chico asegura que “nunca aburren”. Ishida también ha desvelado en un reportaje de ‘FNN’ que él nunca comparte sus secretos y vivencias más íntimas a pesar de que sus anfitriones si lo hacen.
La mayoría de ellos, que viven solos, aprovechan la compañía y presencia del chico para desahogarse y expresar sus sentimientos más profundos que nunca tienen con quién compartir. Muchos también hablan sobre las dificultades que han vivido y superado a lo largo de los años o incluso el motivo por el que se encuentran solos en la actualidad. Sin embargo, Ishida solo se limita a escuchar, hacer preguntas y ofrecer compañía durante, al menos, una noche. Una actividad que todos sus anfitriones agradecen amablemente. El propio aventurero también ha desvelado que no siente que les deba nada a estas personas por ofrecerle un techo en el que pasar las noches. “Puede sonar arrogante, pero solo quiero divertirme un poco”, explica. Sin duda, debe ser una experiencia muy divertida a la vez que intrigante. Cada día para Shuraf es distinto.
En cinco años, ha sido capaz de visitar varias zonas de Japón y conocer a más de un millar de personas incluyendo sus historias de vida. Además, asegura que no tener un alojamiento fijo tampoco es un problema ya que en el peor de los casos se pone en contacto con la persona que lo acogió la noche anterior. Shuraf es todo un nómada que no deja de empaparse de la cultura y experiencias de otras personas. Además, asegura que muchas de estas son como amigos para él. Este nuevo estilo de vida también ha cambiado su forma de ser y de ver la vida. Antes era una persona muy tímida y solitaria y jamás se imaginó que podría desarrollar semejantes dotes sociales. Aunque ha pasado media década desde que el chico comenzó esta nueva vida y sus ahorros han disminuido notablemente, asegura que no tiene intención de volver a trabajar. En su lugar, prefiere conservar todos los ahorros posibles y seguir viajando alrededor del mundo hasta que sus situación se lo permita.