Aunque el mes de abril registró valores negativos en el precio de la luz, mayo ha sufrido un notable repunte. El coste medio del MWh en el mercado mayorista se ha situado en los 30,4 euros. En consecuencia, la factura media de los hogares ha aumentado hasta 54 euros. Por si fuera poco, al creciente coste de la energía se suman las altas temperaturas que se aproximan. Los expertos prevén que este verano será uno de los más calurosos de la historia y obligarán a muchos a disparar el consumo de ventiladores y aires acondicionados para soportar las temperaturas extremas.
El repunte en el precio de la luz
El precio de la luz es una de las principales preocupaciones cuando se afronta el pago de las facturas y, aunque suele ser elevado, el mes de abril registró los precios más bajos de electricidad de todo el año, incluso con valores negativos. Aun así, según la OCU, el mes de mayo ha registrado un repunte sobre el precio de la energía con una media de 30,4 euros/MWh en el mercado mayorista. En consecuencia, la factura media que ha llegado a los hogares según la tarifa PVPC se ha elevado hasta los 54 euros. A pesar de ello, el IVA se ha mantenido a un nivel habitual de 21%. Será en las próximas facturas de la luz cuando este incremento en el precio se verá reflejado. El aumento de los costes de la energía que llegará pronto se ha visto especialmente afectado por electrodomésticos como la nevera o el congelador que están en constante funcionamiento. La televisión, la plancha o el horno también son algunos de los electrodomésticos que más consumen y, también, que más se utilizan. Aun así, la preocupación por el precio de la luz aumenta con la llegada del verano ya que se dispara el consumo de energía, sobre todo, en las horas punta. Es decir, cuando más calor hace.
Este año puede ser uno de los más calurosos de la historia con temperaturas extremas y más altas de lo habitual. De hecho, las olas de calor están a la vuelta de la esquina. La Agencia Estatal de Meteorología (AEMET) asegura que el primer cuatrimestre de 2024 ya es uno de los dos más cálidos de la serie histórica. “Su temperatura media es muy similar a la del mismo período de 1997, que es por ahora el más cálido”, señala. La principal solución para soportar las altas temperaturas son los ventiladores e incluso el aire acondicionado, aunque su consumo puede ser demasiado costoso. De hecho, son muchos los hogares que mantienen casi las 24 horas del día estos electrodomésticos encendidos para sobrellevar el calor extremo y poder descansar adecuadamente durante la noche. Afortunadamente, existen ciertas recomendaciones para disminuir el consumo de energía de verano.
Cómo reducir el consumo de energía en verano
A pesar de que muchos dependen del aire acondicionado y de los ventiladores, reducir el gasto de energía en verano es posible. En primer lugar, los expertos recomiendan mantener estos electrodomésticos en condiciones óptimas. Para ello, es recomendable revisar que el filtro del aire esté limpio con el objetivo de que este trabaje menos. Lo mismo ocurre con los ventiladores. Cuanto mejor cuidados estén más productivo será su funcionamiento. Algo muy importante para tener en cuenta es la temperatura de las habitaciones a la hora de activar el aire acondicionado. Los expertos aseguran que la temperatura ideal se sitúa entre los 20ºC y 22ºC para zonas con luz directa y entre 23ºC y 26ºC si es indirecta.
Lo mismo ocurre con la última franja de temperaturas para quienes quieren irse a dormir con el aire encendido. Según el Ministerio de Industria, no se recomienda sobrepasar los 26ºC. Otra de las medidas que se pueden llevar a cabo para reducir el coste de la energía es moderar el uso de los electrodomésticos en horas punta, ya que presentan los precios más elevados. Aunque el verano vaya a ser muy caluroso, tampoco se recomienda abusar de los aires acondicionados. Una opción para ahorrar energía es programar su actividad para que se apague y se encienda cada cierto tiempo o cuando el dispositivo reconozca que la temperatura es demasiado elevada. También, para que su uso no sea en vano se aconseja apagarlo minutos antes de dejar la casa sola. De lo contrario, ese aire enfriado se desaprovechará.