El cambio de hora correspondiente al ajuste del horario de verano llega a España una vez más en la madrugada del 31 de marzo, cuando tendremos que adelantar el reloj, con lo que a las 2 de la mañana pasarán a ser las 3 y perderemos, como se suele decir, una hora de sueño, - que ganamos y al contrario en el horario de invierno cuando retrasamos la hora -. Aunque han sido muchas las especulaciones y regulaciones sobre la mesa para eliminar esta modificación que hacemos dos veces al año y que se remonta a la década de los 40 del siglo pasado, todavía se mantiene y no hay aviso en el horizonte temprano, pero sí un pueblo que no es la primera vez que se rebela y va por libre.
El cambio de hora en España, desde los años 40
El último fin de semana de octubre y el del mes de marzo se realiza un cambio de hora en España que comenzó en los años 40, en plena crisis del petróleo, como una medida para el ahorro energético que concretamente llegó a España en el primer año de la década para ajustar el horario y seguir con una dinámica que ya se venía presentando en otros países del mundo.
Tal y como explican en 'Onda Cero', en lugares como Estados Unidos y en Alemania o Reino Unido, se empezaron a realizar esos ajustes en plena Primera Guerra Mundial, con el objetivo de guardar energía con esa adaptación en el horario de verano de cara al conflicto bélico internacional. En España, por su parte, fue el 7 de marzo de 1940 cuando se realizó la publicación en el Boletín Oficial del Estado ese "adelanto en la hora legal", durante la dictadura de Francisco Franco.
Los expertos han concluido que aunque estos cambios pueden afectar tanto a las personas como a los animales, por los cambios en rutinas, en el sueño y la alimentación o el ritmo circadiano, el cuerpo se va adaptando paulatinamente en los próximos días al cambio de hora. De hecho, la decisión de hacerlo durante la madrugada encuentra su explicación precisamente en el impacto, ya que al aplicarse en la noche, es menor.
¿Cuándo acaba el cambio de hora en nuestro país?
El cambio de hora ha suscitado múltiples debates en la calle y también en los órganos legislativos, pero no fue hasta 2019 cuando se publicaba una decisión tomada en el hemiciclo del Parlamento Europeo, que apoyó la petición que procedía de la Comisión, dado que actualmente y con los avances tecnológicos y las nuevas energías, el ahorro es mínimo.
Fue entonces cuando se abrió un nuevo melón, ya que en caso de que finalmente llegue esa abolición, los países miembro tendrían que elegir entre el horario de verano o el de invierno y aquí entra en juego otra de las razones por las que se lleva a cabo el ajuste y es la de aprovechar las horas de luz y adaptarlas al horario laboral de los ciudadanos.
En la sección de verificación de 'Radio Televisión Española' contestaron a las múltiples dudas en el último cambio del mes de octubre y confirmaron que no será, como mínimo, hasta el año 2026 cuando se termine con esos "cambios estacionales bianuales", ya que hay una falta de consenso necesaria en la Unión Europea para aplicar esa propuesta.
El pueblo que se ha rebelado y no cambiará la hora el 31 de marzo de 2024
Tras el equinoccio de primavera y el cambio de estación el 20 de marzo a las 4:06 horas de la mañana estamos preparados para un nuevo cambio de hora en España, pero hay un pueblo que no lo hará hasta el día siguiente, porque coincide con una tradición muy importante, no solo para sus locales y es que en 2024 este ajuste vuelve a coincidir con el 'Domingo de Resurrección' y aquí está la clave para tomar esta decisión.
La 'tamborrada' de Tobarra, en Albacete, tiene unas particularidades y por eso tienen que trasladar el ajuste horario hasta las dos de la mañana del lunes, 1 de abril, un día más tarde que en el resto del país, tal y como ha informado en un comunicado la alcaldesa del pueblo albaceteño, Manuela Garrido Ruiz, que recuerda que la Semana Santa allí ha sido declarada de Interés Turístico Regional y Nacional.
Además, el evento concreto del que hablamos fue reconocido en 2018 como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la UNESCO y por "mantenerse fieles" a esas "tradiciones y costumbres", tienen que tocar el tambor durante 104 horas y no perder una de ellas por el cambio que postergarán hasta el 'Lunes de Pascua', ya que de otra forma, sostiene el escrito de la regidora, se "alteraría uno de nuestros mayores rituales culturales como comunidad".