La residencia de mayores Juan XXIII de Madrid amanecía el domingo con un trágico incendio que se originaba en una de las habitaciones del centro y en el que fallecían tres mujeres de 93, 90 y 65 años de edad. Además, otras 16 personas sufrían una intoxicación leve y tenían que ser trasladadas a centros hospitalarios cercanos.
Salidas de emergencia bloqueadas y fallos en los sistemas contra el fuego
Según la información de la agencia 'Europa Press', que ha tenido acceso a las actas del suceso de la Policía Nacional, se habrían dado fallos en el protocolo de actuación en la residencia de Aravaca, que durante el 2023 tuvo dos inspecciones, en los meses de abril y agosto. tal y como avanzaba 'Cadena SER'.
Aunque la investigación continúa, según el citado medio en el acta se relatan "numerosas deficiencias", entre las que estaría la salida de emergencia del primer piso, en el que está ubicada la habitación donde se origina el fuego, que se encontraba bloqueada y no podía abrirse, al igual que otra situada en esa misma planta.
El informe incorporado a todas las pesquisas para esclarecer los hechos añade fallos en los sistemas de emergencia y contra incendios, como la ausencia de luces, la falta de presión en la boca de incendios de la primera planta o la alarma de incendios.
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez-Almeida, ha pedido ante los medios "dejar trabajar a la justicia" y ha dicho que exigirá depurar "las responsabilidades que procedan", así como ha asegurado que desde el Ayuntamiento de Madrid van a "cumplir de manera dirigente" con todos los requerimientos.
El fuego se origina en una de las habitaciones
A primera hora de la mañana, sobre las siete y veinte de la mañana del domingo, 18 de febrero de 2024, se informaba a los residentes del centro de mayores Juan XIII, en el distrito de Moncloa-Aravaca, de la evacuación de las instalaciones por un incendio en el lugar.
El fuego se originaba en una de las habitaciones de la primera planta y no se propagó por el edificio, pero sí el humo, tal y como informaba la Cadena Ser, lo que ocasionaba la intoxicación de 16 residentes, que tenían que ser atendidos y trasladados a varios hospitales, así como los que no presentaban ninguna afección han sido reubicados en otros centros.
El incendio deja tres fallecidas, de 93, 90 y 65 años, esta última trasladada el día del incendio en estado crítico al hospital, tal y como informaba Emergencias Madrid desde su propio perfil en la red social 'X' (Antiguo 'Twitter'), tras lo ocurrido.
Un posible fallo eléctrico como causa del fuego
La policía científica está investigando las causas que pudieron originar el fuego y provocar el incendio en la residencia, que cuenta con habitaciones compartidas para 40 personas y diversas zonas comunes, además de un jardín, en la calle Proción de Madrid.
La principal hipótesis apunta a un posible fallo eléctrico, que podría ser un cortocircuito desatado por un cargador o batería portátil, aunque todavía hay que esperar a que avancen las indagaciones.
Según el diario 'ABC', la policía también está apuntando a un posible aparato de radio de la habitación en la que se produjo ese defecto eléctrico. En el momento del incidente eran 39 las personas residentes en el lugar, muchas de las cuales estaban dormidas en el momento del aviso.
Una evacuación más compleja
Isabel Casado, supervisora de guardia de SAMUR-PC, informaba a través de la cuenta de Emergencias Madrid sobre el protocolo, coordinado junto a Policía, bomberos, Samur Social y SUMMA, para atender a las víctimas y asegurar la evacuación del inmueble.
Se trata de una residencia de ancianos y, por tanto, la evacuación ha sido "más lenta", tal y como explicaba al citado medio el portavoz de Bomberos de Madrid, Roberto Moreira: "las labores de extinción han sido rápidas, pero el desalojo ha sido bastante complicado".
Por su parte, el supervisor de guardia de Bomberos Madrid, José Luis Castillo, daba más detalles en @EmergenciasMad, en 'X', donde contaba lo que se encontraron a su llegada con el resto de efectivos, cuando certificaron que la segunda planta se encontraba "inundada de humo", por lo que había que trasladar a los residentes a una zona segura.