Han pasado 14 años desde que uno de los casos más mediáticos del país se convertía en noticia. La muerte de los pequeños Ruth y José de solo seis y dos años a manos de su padre es todavía uno de los crímenes más trágicos y estremecedores. Tras meses de investigación, José Bretón fue condenado por la muerte de los pequeños tras drogarlos con somníferos y quemarlos sin miramientos. Sin embargo, no admitió la autoría de los hechos en ese momento. 14 años después ha reconocido que cometió el crimen en una insólita confesión, aunque pocos dan veracidad a su relato de arrepentimiento. Expertos en psiquiatría forense han señalado que el condenado busca algún tipo de beneficio tras esta confesión.
José Bretón interpuso una falsa denuncia cuando ya había terminado con la vida de los pequeños
Fue el 8 de octubre de 2011 cuando José Bretón, padre de los dos niños asesinatos, denunciaba al 112 su desaparición en Córdoba. Sin embargo, mintió sobre su paradero. Bretón señaló que los había perdido de vista en el parque Cruz Conde de Córdoba. La realidad era mucho peor. No fueron necesarios más de 14 días para detener a José Bretón como principal sospechoso de la presunta desaparición de los menores. El 22 de octubre fue enviado a prisión incondicional sin fianza tras el avance de la investigación policial. Las autoridades encontraron en la finca de Las Quemadillas restos de una hoguera cuyas cenizas confirmaron el peor de los presagios.
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Aunque las primeras pruebas de ADN señalaron que eran restos animales, una segunda investigación concluyó que los huesos pertenecían a un menor de 6 años. Durante este complicado proceso, las autoridades también destacaron la falta de empatía del investigado. Su frialdad fue otro de los motivos que llevó a los agentes a sospechar sobre su relato. Poco después, llegaron sus primeras contradicciones para evidenciar lo que muchos esperaban. José Bretón terminó con la vida de los menores.
José Bretón fue condenado a 40 años de prisión
El juicio de José Bretón no comenzó hasta el 17 de junio de 2013. Fue la Audiencia Provincial de Córdoba la encargada de juzgar al imputado con evidentes pruebas de lo sucedido. Aun así, José Bretón negó en todas sus declaraciones haber terminado con la vida de los menores. De hecho, durante el juicio aseguró que los quería “con locura” y que “daría la vida entera” por ellos.
Durante la última sesión del juicio, el acusado se declaró inocente y no reconoció la autoría de los hechos que se le habían imputado. No obstante, la fiscal encargada del caso señaló que existían pruebas suficientes y determinantes que lo situaban en la escena del crimen. Finalmente, el 22 de julio fue condenado a 40 años de prisión por los dos asesinatos y una simulación de secuestro siendo 20 años por cada una de las vidas arrebatadas. Dos años más tarde, su condena fue rebajada a una pena de 25 años.
El condenado ha confesado el crimen 14 años después
Ruth Ortiz, la mujer de José y madre de los dos menores, tenía claro que quería divorciarse. No era feliz. Ruth le comunicó a su marido esta decisión y fue entonces cuando Bretón ideó el crimen. Las autoridades han sostenido durante 14 años la venganza contra su mujer como móvil del crimen. Ahora, su confesión ha confirmado esta teoría. Lo hizo “por odio”. Ha sido en una entrevista desde prisión con el escritor Luisgé Martín donde el condenado ha hablado por primera vez tras 14 años.
José Bretón ha reconocido la autoría del crimen y ha contado con pelos y señales lo ocurrido aquel trágico día que los familiares de los pequeños no podrán olvidar jamás. Fue tras conocer las intenciones de Ruth cuando tomó la decisión de acabar con la vida de Ruth y José. Según cuenta, no podía soportar que sus hijos pasaran tiempo con la familia materna. “Me obsesionaba la idea de que se educaran al lado de la familia de mi mujer, que a mí me parecía una familia tóxica. Yo me había alejado mucho de ellos, solo veía problemas allí dentro. Me deprimía la idea de que mi hija Ruth y mi hijo José crecieran entre ellos sin estar yo delante. Ahí fue cuando empecé a volverme loco”, asegura en la entrevista con el mencionado escritor.
José Bretón ha sido claro sobre el motivo por el que llevó a cabo el crimen. “Me imaginaba a mi hija Ruth y a mi hijo José con mi suegra o con mi cuñada, la que había estado detenida en Portugal, y me ponía enfermo. No podía aceptarlo, pensaba que iba a salir todo mal”, añade. “A estas alturas de mi vida no tengo ninguna necesidad de mentir y mucho menos a ti. Decir la verdad es lo único que me puede salvar y voy a seguir haciéndolo porque me viene muy bien para mi bienestar emocional. No puedo aceptar que hay una reconstrucción mental mía que falsea la realidad. Yo soy el que conoce esa realidad, el que conoce todo el mal que hice. Los demás son víctimas. Por supuesto, y antes que nadie, mi hija Ruth y mi hijo José. Y luego su madre, Ruth, su familia y también la mía”, cuenta desde prisión.
José Bretón podría haber confesado para conseguir permisos penitenciarios
Tras analizar el insólito relato de Bretón, son pocos los que pueden creer ahora que tenga siguiera alguna capacidad de arrepentimiento. José Cabrera, psiquiatra forense, ha puesto en duda su sinceridad sobre esta confesión y asegura que solo busca “lavar su imagen”.
“Ni yo ni nadie en este mundo puede creerse la sinceridad, entre comillas, de este hombre. Como en su día, nadie nos creímos lo que decía, pero claro la sinceridad es un tema que está al albur de la ley. Es decir, el sujeto que está imputado puede mentir y puede decir lo que quiera para defenderse, pero lo que hoy ha hecho este hombre en realidad nos ha causado estupor porque simplemente quiere lavar un poco su imagen y tratar de conseguir algún beneficio”, cuenta en ‘Antena3 Noticias’.
Según el experto y el propio abogado de José Bretón, otro de los motivos que podría estar detrás de esta insólita y tardía confesión es “beneficiarse de unos permisos penitenciarios”. En cualquier caso, la realidad es que ha asumido la autoría del crimen y su nombre estará siempre tras uno de los crímenes más atroces cometidos en España.