Era venezolano y hasta este mismo martes de su fallecimiento ha ostentado, desde mayo de 2022, el flamante título que le convierte en el hombre más longevo de todo el planeta. Solo dos meses le faltaban para abandonar este mundo con 115 años.
Sobre su muerte, de la que no han trascendido las razones, se ha lamentado el gobernador de Táchira, en Colombia. Y es que en dicho estado Juan Vicente Pérez Mora, que así se llamaba el hombre más ha vivido del mundo, era muy popular por dicho hito que le hacía superar el siglo de vida.
Nicolás Maduro le felicitó en persona
Sobre él se sabe que formó una familia de la que nacieron hasta once hijos a los que pudo mantener gracias a su trabajo en el campo durante más de 50 años. A partir de ahí, su merecida jubilación, comenzaron a llegar los primeros reconocimientos y homenajes -otorgados desde el mismo gobierno de su país y otras instituciones- hasta que hace aproximadamente dos años se le certificara como récord Guinness y apareciese a partir de entonces en el famosísimo libro de los récords mundiales.
Como no podía ser de otra forma, sus últimos cumpleaños han sido celebrados por todo lo alto. Pese a que el paso de las décadas no perdona a nadie, Juan Vicente ha podido disfrutar de tan inauditas celebraciones para la mayoría de los mortales en su propia casa y bajo el cuidado de los médicos que le acompañaban día y noche durante sus últimos años.
Celebraciones religiosas, comidas típicas de la zona… pero sobre todo acompañado por los suyos. El venezolano centenario ha podido pasar sus últimos tiempos arropado en todo momento por su familia, tal y como ellos mismos relataron para EFE en 2020.
El ‘tío Juan’ se ha convertido así en un icono más allá de ser un récord Guinness. Seguro que, ya desde otra dimensión, recuerda dos momentos claves en su vida y que solo él ha podido disfrutar por convertirse en el hombre más longevo del globo terráqueo. A tal distinción certificada por Récord Guinness el 17 de mayo del año pasado, también se le sumó una visita muy especial en el día de su último cumpleaños ese mismo mes. El famoso mandatario de su país natal, Nicolás Maduro, se desplazó hasta su casa para felicitarle en persona.
Jeanne Calment, la francesa que vivió 123 años
No es leyenda, sino estadística. Efectivamente, las mujeres viven más que los hombres. Y es que según el listado actualizado de Gerontology Research Group (GRG), reconocida entidad que recoge y analiza los datos de las personas más longevas del mundo, coloca a la francesa Jeanne Calment, que murió a finales de los 90 con casi 123 años, como la persona que más ha vivido en el mundo desde que existen registros al respecto.
Así pues, aunque el ‘tío Juan’ ha vivido mucho más de lo que cualquier ser humano suele vivir en la actualidad, cabe destacar que en esta lista se encuentra en un bajo puesto 76.
La española que con 117 años sigue viva
Por delante, sobre todo mujeres. Cabe destacar la española que ocupa el flamante puesto número 11 de este ranking de Gerontology Research Group (GRG). Se llama María Branyas Morena y, a día de hoy, puede estar muy orgullosa de haber superado los 117 años.
Echemos la mirada más atrás, a otro siglo. Según la publicación especializada Muy interesante, la historia sí que le otorgaría a un hombre el honor de ser el que más años ha vivido en el mundo. Fue Chino y su nombre es Li Ching-Yuen. Supuestamente vivió aproximadamente dos siglos. Y es que algunas fuentes aseguran que llegó a los 256 años, mientras que otras creen que se quedó cerca de los dos centenarios, con 197 años.
Lo mejor, remitirse a las pruebas. Existen presuntos registros en papel que confirmarían que el Gobierno Imperial Chino felicitó a este hombre en 1827 por su 150 cumpleaños. Lo demás, son hipótesis pero bastante certeras.
Por ejemplo, se dice que Yuen vivió tanto tiempo que enterró a 23 esposas y que, supuestamente, el día de su 100 aniversario dio las claves de su casi inmortalidad. “Mantén un corazón tranquilo, siéntate como una tortuga, camina ágil como una paloma y duerme como un perro”, parece ser que expresó a quién le preguntó. Posiblemente, la pregunta que más veces le plantearían al viejo Li Ching-Yuen en sus 200 años de vida…