Se acabó la paz en el convento: días críticos para las monjas de Belorado que podrán acabar en la calle pronto

Las clarisas de Belorado podrían estar más cerca de su desahucio que nunca, aunque mantengan que no se marcharán del Monasterio de Santa Clara.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Las monjas de Belorado, en 'Burgos Alimenta'
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En pocos días, el cisma de las exmonjas de Belorado cumple cuatro meses. Las clarisas de Burgos presentaron el pasado 13 de mayo un Manifiesto Católico de 70 páginas firmado por la abadesa del Monasterio de Santa Clara de Belorado donde anunciaban que su comunidad religiosa abandonada la Iglesia. A partir de ese momento, la trama se convirtió en un espectáculo mediático. Desde que las excomulgadas monjas “caminan solas” y “libres”, no han dejado de protagonizar nuevos episodios que las han situado en boca de todos. Eso sí, ellas están tranquilas y continúan con su vida en el citado monasterio. No obstante, puede que pronto todo se ponga en su contra.

Días críticos para las clarisas de Belorado que han jugado siempre sus propias cartas

Las monjas de Belorado han llevado a cabo cada movimiento según su libre albedrío y sin escrúpulos. Tras abandonar la Iglesia, las clarisas de clausura se adhirieron a la Pía Unión de San Pablo Apóstol. Una comunidad religiosa liderada por el conocido falso obispo, Pablo de Rojas, y el cura coctelero, José Ceacero. No obstante, su paso por esta orden religiosa se terminaba poco después. Fueron las propias clarisas quienes suspendieron a los citados miembros como portavoces de su situación. A partir de ese momento, comenzaron a dar exclusivas televisivas en una constante pugna que todavía lidian con el Arzobispado de Burgos. Tras ser excomulgadas por el mismo, comenzaron los problemas económicos.

Las monjas de Belorado encadenan una larga lista de impagos desde hace meses por los que también se las ha tachado de morosas. No obstante, las religiosas quisieron enmendar su reputación a la vez que necesitaban ingresos para afrontar sus problemas jurídicos. Fue entonces cuando desplegaron su fracasada recaudación de fondos de la que no consiguieron ni un 20% de la cantidad solicitada. A pesar de todo, esto no ha parado sus pies. Hace pocas semanas que volvían al escenario mediático con una intervención en ‘Código 10’. Las clarisas continúan sacando balones fuera de su terreno y apuntan al Arzobispado de Burgos como principal responsable de toda esta situación. No obstante, tal vez pronto podría haber un nuevo escenario para las monjas con su desahucio. 

Las monjas de Belorado podrían estar más cerca de su desahucio que nunca

Aunque el arzobispo de Burgos ha tomado las riendas del convento de Santa Clara en términos administrativos, las excomulgadas clarisas de Belorado residen todavía en él sin la intención de marcharse. Hace tiempo que Mario Iceta señaló que tampoco tenía la voluntad de desahuciarlas ya que esperaba que recapacitasen y se retractasen de su cismática decisión. Pese a la buena voluntad del arzobispo, las monjas de Belorado no han dado su brazo a torcer ni parece que lo vayan a hacer nunca. Además, sostienen que no abandonarán el Monasterio de Santa Clara sin una orden judicial. Es por este motivo que Mario Iceta presentaba el pasado mes de agosto una solicitud de desahucio ante las administraciones competentes, según informó 'Burgos Conecta'.

El Departamento de Bienestar Social e Igualdad de la Diputación Provincial de Burgos deberá evaluar la situación de las clarisas a través de un informe de vulnerabilidad para tomar una decisión sobre el que es su hogar por ahora. Lo cierto es que, en las últimas semanas de agosto, algunos trámites administrativos se han detenido por la disminución de la carga de trabajo y las vacaciones de verano de los trabajadores. De hecho, todavía no hay noticias sobre esta evaluación que será determinante para las hermanas de Belorado muy pronto. No obstante, a partir del mes de septiembre podrán reanudarse y presentar, en consecuencia, un nuevo escenario para las monjas. Por su parte, las religiosas se han mostrado firmes ante quienes las tachan de okupas.

“Este monasterio fue fundado por unas beatas que compraron el terreno y no se lo dio la iglesia en el 1358. Todas las reformas que se han ido haciendo en este convento han sido obra de las rentas de las Monjas y los familiares, amigos y de las propias monjas”, señalaron en ‘Código 10’. Sin duda, no van a marcharse por voluntad propia del que se ha sido su hogar durante tantos años. La única capaz de tomar medidas es una orden judicial a la que no podrán interponerse. Tal y como reveló Luis Santamaría del Río, licenciado en Periodismo y Teología e investigador de la Red Iberoamericana de Estudio de las Sectas (RIES), en una entrevista a ‘Rtve’ algunas amigas personales de las monjas están viviendo toda esta situación “con tristeza y desconcierto”. Una situación que podría ser todavía peor si las clarisas terminan en la calle.