Saúl Craviotto, el piragüista y campeón olímpico que se enfrentaba este año a sus quintos juegos, ya es el deportista español más laureado de la competición. Tras ganar el bronce en el K4-500, el palista suma seis medallas olímpicas.
Craviotto hace historia
Saúl Craviotto se marcha ya de París, pero no lo hace con las manos vacías. Aunque buscaba el oro en la competición, el piragüista ha conseguido la medalla de bronce por detrás de los alemanes y los australianos. El equipo español formado por Marcus Cooper Walz, Carlos Arévalo, Rodrigo Germade y Craviotto se ha hecho con el tercer puesto en una final muy complicada. Los piragüistas españoles han dominado durante los primeros 250 metros, aunque no han podido hacerse con la primera posición. Pese a ello, el equipo ha peleado la competición hasta el final consiguiendo el tercer puesto. Con este nuevo logro, el catalán ha hecho historia y se convierte ya en el deportista español con más medallas en los juegos Olímpicos.
Craviotto consiguió su primera medalla de oro en el K2-500 de los juegos de 2008 junto a Carlos Pérez Rial. Cuatro años después, Saúl conseguía su segunda medalla, de plata, en K1-200. Los Juegos Olímpicos de 2016 en Río de Janeiro marcaron un antes y un después en su carrera deportiva tras ganar dos medallas: el oro en K2-200 y el bronce en K1-200. La quinta de sus condecoraciones llegaba en Tokio con la plata en K4-500 y este año se hacía con su sexta medalla olímpica. Craviotto empezó remando en el río Segre con su padre cuando solo era un niño y, tras muchos años de esfuerzo, se ha convertido en el deportista español más laureado de la historia de los juegos.
Un camino muy complicado
Aunque Saúl Craviotto se mostraba optimista hace unos meses en una entrevista realizada por este medio, no ha podido logar el ansiado oro. Pese a ello, ha cumplido con su promesa de conseguir una medalla olímpica con todo lo que ello implica. Craviotto ha reconocido que participar en una competición de este calibre no es nada sencillo. De hecho, los momentos antes de competir pueden llegar a ser muy tensos. Craviotto nos desvelaba cómo es la noche previa a su competición en los Juegos Olímpicos. Según cuenta, es uno de los momentos más difíciles. “No se lo deseo a nadie, es una sensación de no poder dormir, y de muchos nervios porque sabes que el día siguiente te la juegas", señalaba. "El tiempo pasa muy lento y luego, en el momento de la competición, pasa volando todo y es donde peor se pasa. Estás cuatro años preparándote para una prueba que dura un minuto y no hay vuelta atrás”, aseguraba con contundencia. Para sobrellevar de la mejor manera este momento, Craviotto realiza actividades al uso como cualquier otra persona. Es decir, intenta relajarse, no pensar demasiado en piragüismo e incluso disfrutar de una película como cualquier otra persona.
Sus momentos más difíciles
Las competiciones deportivas de alto rendimiento son muy exigentes y la dificultad para alcanzar logros puede ser muy frustrante. Saúl Craviotto asegura que no es fácil recomponerse de esos momentos. “He aprendido con el tiempo a relativizarlo un poco. Al final, por suerte, esto es deporte y unas veces sacas medalla, otras veces quedas cuarto o quedas fuera de la final y la vida es así, tampoco pasa nada”, explica. Saúl desvelaba a este medio hace pocos meses que la clave es aprender a relativizar, aunque también reconocía haber vivido situaciones “de bajón”. “He pasado por momentos hasta de depresión casi de querer dejar el piragüismo, pero, con el tiempo, miras atrás y ves que no pasa nada. Esto es piragüismo y ya está, hay que seguir intentándolo”, señala. Craviotto señala, también, que la constancia es una de las claves para seguir hacia delante, sobre todo en los momentos más difíciles y cuando se da “el 100% de algo, no se puede pedir más”. Además, la clave del éxito no solo reside ahí. El deportista asegura que también influye una buena actitud en los entrenamientos, mantener una buena alimentación y descansar adecuadamente.
Saúl Craviotto, “deportista y policía las 24 horas”
Además de ser un excelente piragüista, Saúl Craviotto es policía desde hace más de14 años. Es un trabajo que puede conciliar con su carrera como deportista gracias a la agrupación deportiva a la que pertenece. “Nos dan muchas facilidades para poder compaginarlo. Si no fuera por esa pieza del Cuerpo Nacional de la Policía no podría ser quien soy”, señala. Al igual que Saúl es deportista durante todo el día, nos revela que, también, es policía las 24 horas. “Aunque no esté de servicio si veo un acto delictivo, en la medida de lo posible, hay que actuar por el bien”, asegura. De hecho, nos ha explicado que “actuaría sin pensarlo” en el tema del dopaje. “No hay cosa que más odie que los tramposos y es muy triste que alguien esté cuatro años preparándose para que otro tome un atajo y te quedes fuera de la medalla como le ha pasado a Lydia Valentín”.
Craviotto analiza sus próximos objetivos deportivos
Saúl se mostraba hace pocos meses firme con sus metas a corto plazo. Tras conseguir su ansiada medalla en estos juegos de París, ahora yace la incertidumbre. “Voy paso a paso, de momento estoy muy centrado en París. Es el final del ciclo olímpico y ya veremos qué ocurre después”, explicaba a este medio. El catalán aseguraba que, después de la competición, se cogerá algún mes de descanso hasta que retome sus entrenamientos. “Me tomaré un tiempo de reflexión y después, tal vez, me planteo ir europeo del año siguiente, pero de momento no pienso en ello”, concluía. Después de que todas las miradas se hayan puesto sobre el deportista, es hora de que descanse con la mejor sensación de haber cumplido con su promesa.