Ya conocida la sentencia que ha tenido en vilo a Daniel Sancho, sus seres queridos, pero también a prácticamente todos los españoles y colombianos -país de la víctima, Edwin Arrieta-, muy pronto comenzará un segundo pero largo ‘round’ judicial liderado por el abogado de famosos Marcos García Montes.
La sentencia a cadena perpetua para el hijo de Rodolfo Sancho recientemente dictada por el asesinato, desmembramiento y ocultación de las partes del cirujano colombiano no ha supuesto ninguna frustración para el conocido letrado porque piensa recurrir la sentencia: "Hay que asumir lo que dice la justicia tailandesa, siempre la hemos respetado. Es difícil tener una sensación, pero hay dos recursos por delante y tenemos que agotarlos", ha dicho en ‘Cadena Ser’.
Los Arrieta no se oponen a la extradición
Mientras tanto, la segunda línea jurídica que se bifurca tras la sentencia es el posible escenario de que Sancho, en algún momento, pueda seguir cumpliendo su sentencia en España. Algo a lo que la familia Arrieta no se niega tajantemente, según ha explicado su abogado español Juango Ospina tras la lectura del veredicto este jueves: “La familia Arrieta no se opone a la aplicación de la ley para que sea extraditado. Los requisitos para ello son un perdón sincero y real, no tanto procesal argumentado por un conjunto de abogados. Si llega ese perdón sincero, serán las propias leyes tailandesas las que, habiendo cumplido la reparación moral y económica, puedan iniciar el proceso para que cumpla la condena en nuestro país”.
Si Ospina dice que las disculpas son esenciales para que, al menos, la defensa del joven chef pueda solicitar su traslado a una cárcel española será así, pero también es verdad que la extradición es un asunto especialmente complejo. Y es que, por ejemplo, no existe convenio de extradición como tal. Lo más parecido es un acuerdo de traslado vigente desde 1983 entre nosotros y el país oriental que debe iniciarse por “vía diplomática mediante una petición escrita dirigida por el estado receptor”, según explica el documento oficial.
Una vía diplomática que, lógicamente, pueda necesitar el ‘visto bueno’ de la afectada familia de la víctima, entre otras muchas condiciones que se necesitan para ello. En cualquier caso, los abogados de Daniel están muy lejos incluso de poder iniciar la solicitud. Según este acuerdo de traslado es requisito imprescindible que la sentencia sea firme.
Por tanto, el joven madrileño tendría que esperar al resultado de los dos probablemente lentos recursos de apelación que García Montes quiere usar para conseguir la reducción de la pena a su representado. El reconocido periodista Daniel Montero ha adelantado en ‘Vamos a ver’ de Telecinco que “menos de 15 años no va a ser. Es una guerra por el relato de las dos partes, porque no tenemos convenio de extradición con Tailandia”.
La justicia tailandesa no vería con buenos ojos un recurso de la sentencia
Ahora los abogados del español tienen un mes para recurrir, algo que puede que no sea tan buena idea, según Ospina y su compañera letrada Beatriz Uriarte. Según han explicado en la rueda de prensa a la que ha acudido ‘Lecturas Diario”, la justicia tailandesa “ no ve con buenos ojos” que se recurra una sentencia cuando esta ha sido “suficientemente benévola” teniendo en cuenta la premeditación del crimen.
Pero no le queda otra. Si Daniel Sancho quiere cumplir su condena en una cárcel española, su defensa debe intentarlo. Es la única vía real para reducir la pena, llegar al tercer grado o incluso la libertad. Esto último casi imposible. Y es que para venir a España, la sentencia de Sancho tendría que reducirse a al menos 25 años, que es la pena máxima de nuestro ordenamiento jurídico al no contemplar en ningún caso la perpetua.
A años luz, según Ospina, del traslado a España
Juango Ospina lo tiene claro: “Es un proceso muy largo en el que Daniel Sancho tiene que cumplir con esa reparación del daño”, porque aunque este consiga el traslado en algún momento, la pena mínima es de ocho años como mínimo sin salir de Tailandia. “Estamos a años luz, aunque sabemos que se ha puesto a llorar cuando ha conocido la sentencia”, ha apostillado en una comparecencia ante los medios españoles para trasladar, principalmente que “se ha hecho justicia”.
Un veredicto que pone así fin al dolor de una familia, los Arrieta, que perdieron a su hijo de 44 años hace solo algo más de un año. La Corte Penal de Koh Samui tenía que dirimir si se había tratado simplemente de un accidente fortuito durante una pelea entre ambos, como el propio Sancho ha mantenido en todo momento, a bien hubo planificación y premeditación del crimen. Tras un denso juicio con más de 48 testigos y múltiples pruebas, el magistrado se ha decantado, sin dudas, por lo segundo.