No es extraño convivir en casa con una e incluso varias mascotas. De hecho, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Alimentos para Animales de Compañía, en España ya existen más de 30 millones de mascotas. Es decir, una mascota por cada 1,5 habitantes. Muchos optan por su compañía ya que ofrecen distintos tipos de beneficios entre los que destacan la reducción del estrés o el aumento generalizado de la felicidad. No obstante, podrían llegar a convertirse en un problema si se acumulan de forma compulsiva. Esto es lo que se conoce como ‘Síndrome de Noé’.
El Síndrome de Noé ya es un problema de salud pública
La acumulación compulsiva de animales es más común de lo que parece. Aunque la mayoría de los casos ni siquiera salen a la luz, distintas agrupaciones como FAADA (Fundación para el Asesoramiento y Acción en Defensa de los Animales) aseguran que es un problema que no deja de aumentar. “Cada vez hay más gente que sufre un trastorno psiquiátrico conocido como Síndrome de Noé”, sostiene. De hecho, científicos del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM) aseguran en su último informe publicado en la revista ‘Animal Welfare’ que esta situación ya “se está convirtiendo en un problema de salud pública”. La realidad es que la mayoría de estos casos pasan desapercibidos ya que quienes lo padecen “se aíslan del resto de la sociedad encontrando en los animales la compañía que evita tener con otros humanos”, según FAADA. Habitualmente, no es hasta que un vecino o algún conocido notifica a las autoridades de la situación que se interviene. No obstante, solo 58% de los casos se registran por denuncias vecinales.
La enfermedad es más seria de lo que parece y, de hecho, está reconocida a nivel internacional desde 2013. El consejo General de Abogacía Española describe este trastorno compulsivo como la acumulación excesiva de animales “para llenar vacíos de necesidades afectivas humanas, mientras que las de los animales son ignoradas”. Por este motivo, distintas asociaciones y fundaciones que trabajan por la protección y el bienestar de los animales se ven obligadas a intervenir. Es el caso de FAADA, quien asegura que la resolución de este tipo de casos es “muy complicada”. Tal y como explica en su portal web, quienes sufren este trastorno son personas “reticentes a deshacerse de sus animales”. Además, encontrar un nuevo hogar para cientos de mascotas que hay que reubicar de la noche a la mañana, a veces, es una tarea casi imposible.
La soledad es una condición clave entre quienes lo padecen
En general, los afectados por este trastorno suelen enmascarar la existencia de su problema. Algunos de ellos conocen la gravedad de su situación, aunque no quieren aceptar la realidad. De hecho, suelen frecuentar discursos persuasivos y exculpatorios en los que justifican su situación como un “rescate de animales”. En cambio, otros ni siquiera son consistentes de que existe un problema. Según el documental ‘Síndrome de Noé en España’ emitido en DMAX, existen distintos motivos detrás de esta condición que provocan su existencia. Los casos recogidos señalan que el principal factor es la soledad. De hecho, el 83% de las personas que lo padecen viven solas. También influyen distintos tipos de episodios traumáticos o el miedo a socializar. Según los datos registrados por el citado programa, el 63% de las personas que sufren este trastorno son mayores de 65 años.
También son víctimas de la soledad y muchos de ellos no tienen familia alguna que los acompañe o los ampare en el día a día. Por ello, deciden vivir junto al cariño de sus animales. Del total de casos registrados hasta el momento, el 54% son mujeres. Paula Clavo, investigadora del grupo de ansiedad, trastornos afectivos y esquizofrenia del IMIM y del departamento de Psiquiatría de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), asegura que “aún no existen protocolos de actuación estandarizados para realizar intervenciones en estos casos". El modus operandi de las autoridades cuando se detecta o se notifica un caso como este es, desde hace años, el mismo. “Se retiran los animales, pero no se da ningún tipo de atención a la persona que lo sufre”, explica la citada investigadora. De hecho, el 60% de los pacientes que sufren este trastorno son reincidentes.
Cuando se alejan de sus mascotas por obligación, muchos vuelven a terminar rodeados de decenas de animales. Los investigadores que han estudiado este trastorno creen que tiene importantes consecuencias sobre la salud mental, el bienestar animal y a la salud pública. Por ello, piden a las administraciones la creación de nuevos protocolos de actuación multidisciplinares. También el Consejo General de Abogacía Española asegura que el proceso de actuación de las autoridades “puede llegar a ser muy lento”. De hecho, señala que podrían “pasar años antes de que los animales sean requisados”.