Qué es el lefebvrismo: la orden religiosa a la que se han unido las monjas cismáticas del otro Belorado

Las carmelitas de Arlington, en Texas, rompieron con la Iglesia para sumarse a la Fraternidad Sacerdotal de San Pío X

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Las monjas cismáticas de Arlington
Redes sociales

Lejos de Burgos y de España, otras monjas abrieron un cisma con la Iglesia Católica hace ya algún tiempo, pero no ha sido hasta este pasado mes de septiembre cuando conocíamos un paso que han dado y que recuerda al de nuestras religiosas más famosas: las de Belorado. Las carmelitas de Arlington, en Texas, se han unido a la Fraternidad de San Pío X, al igual que las burgalesas se adscribieron a la Pía Unión de San Pablo Apóstol tras su manifiesto de 70 páginas en el que rompían con el Vaticano, mostraban su postura 'sedevacantista' (oposición a quien ocupa la Santa Sede) y se dejaban guiar por Pablo de Rojas.

Esa orden a la que se han adscrito las estadounidense fue fundada por Marcel Lefebvre, misionero y obispo que participó en el Concilio Vaticano II, donde se produjo su ruptura y alejamiento con la nueva doctrina de Roma, al considerar que iba en contra de los valores tradicionales católicos. Todo esto recuerda a lo que defienden las ex clarisas de la Bretonera, quienes han puesto de relieve todo lo que les aleja del papa Francisco y de los pontífices posteriores a esa cita que cambió el rumbo. Para entender las similitudes, en Lecturas hemos investigado cuáles son las principales claves del lefebvrismo y qué defienden sus fieles y seguidores.

El lefebvrismo: la doctrina que siguen las monjas cismáticas de Arlington

Misionero en la parte francófona de África, en la segunda etapa de su vida, Monseñor Marcel Lefebvre participó en el Concilio Vaticano II como obispo, una reunión episcopal en la que se dio cuenta de que no comulgaba con esa nueva forma de entender la Iglesia Católica y eso le llevó a fundar la Fraternidad Sacerdotal San Pío X, a la que ahora se han adscrito las monjas cismáticas de Arlington, en el condado de Tarrant. "El lema del papa San Pío X fue: restaurar todas las cosas en Cristo. Es el caso de nuestra comunidad, que durante muchos años ha buscado con oración volver a la plenitud de nuestra tradición católica", manifestaba en un comunicado la que ha sido elegida como priora, lo que vendría a equivaler a la madre superiora, -la homóloga de Sor Isabel de la Trinidad en el convento estadounidense-. Madre Teresa Agnes lidera a las rebeldes que tenemos al otro lado del océano, pero tal y como le ocurría a Laura García de Viedma, en caso de que Roma levante la voz, podría perder esa condición de lideresa, al menos en cuanto títulos eclesiásticos nos referimos.

"Participó en el Concilio Vaticano II, durante una etapa de gran confusión dentro de la Iglesia Católica. Monseñor Lefebvre demostró su apego a la misa tridentina en latín y su profunda adhesión a la tradición después de una vida de servicio ejemplar en la iglesia", comienza explicando un vídeo de la orden fundada por este obispo en 1970 en su propio canal de 'Youtube', en el que también destacan "su espíritu generoso y visión clara", así como que en la reunión en Italia se llevaría "una amarga decepción en la cúspide de su carrera". El lefebvrismo no solo defiende los valores tradicionales que se han venido transformando desde ese "nuevo orden", sino también la fusión entre la Iglesia y el Estado, ya que se oponen a que exista una separación que ha ocasionado en muchos países la implantación del laicismo. "Sus seguidores conservan la liturgia de la misa, respaldan el celibato pleno de sus sacerdotes, refutan el liberalismo religioso", destaca el portal '070 podcasts'.

De Arlington a Belorado: las monjas cismáticas están de moda

El lefebvrismo no es una corriente que haya nacido hace poco, ni mucho menos. De hecho, si su fundador y quien le ha dado nombre participó en el Concilio Vaticano II y puso la primera piedra de la Fraternidad de San Pío X en 1970, estamos hablando de décadas de historia, pero si hay algo que queda claro es que este tipo de cismas se han mantenido en el confesionario durante muchos años. Ahora, con la proliferación de las redes sociales,las monjas cismáticas han encontrado una manera de alzar la voz para rebelarse y también para conectar con religiosos que se han enfrentado a la Iglesia en otros lugares. Tanto es así, que las de Belorado cambiaron a Pablo de Rojas, su primer líder en esta nueva etapa, por Rodrigo Henrique Ribeiro Da Silva, obispo 'sedevacantista' de Brasil y ahora esperan noticias del Obispado de Burgos sobre ese proceso de desahucio abierto oficialmente hace semanas.

El interés suscitado ha sido importante en España, al igual que ha ocurrido con las carmelitas de Arlington, que también protagonizan numerosos titulares en diversos medios estadounidenses, como 'Pillar Catholic'. En este diario americano encontramos, además, otra gran similitud entre las de Texas y las de la Bretonera en España y es que tanto unas como otras se han enfrentado al obispo que el Vaticano ha impuesto como comisario pontificio para zanjar el conflicto, -sin éxito también en los dos casos-. Mario Iceta lo ha intentado desde el Obispado de Burgos y Michael Olson desde el del condado de Tarrant, pero allí también ha primado la rebeldía y, de hecho, asumieron que aceptarían sanciones canónicas por enfrentarse a él.