Ya lo avisó el propio Richard Gadd cuando clamó a la audiencia de Netflix que no creyeran ‘a pie juntillas’ ‘Mi reno de peluche’, la nueva serie de ficción de Netflix basada en un perturbador suceso que sufrió hace diez años. Entonces, este popular comediante francés de 34 años sufrió presuntamente un perturbable acoso de una mujer mayor que duró dos largos años y que, terminó, desgraciadamente, con la desagradable agresión sexual por parte de esta.
Pues bien, ahora, Martha -el nombre ficticio de la británica que el humorista escocés elige para su supuesta acosadora en la ficción escrita por él- sale muy alterada a la palestra para explicar públicamente su versión de los hechos que, al parecer, poco tendrían que ver con los de la miniserie en la que el mismo Gadd se interpreta así mismo.
¿Fue realmente la acosadora psicópata de la serie?
Fiona Harvey dará la cara por primera vez en el canal de Youtube del polémico presentador Piers Morgan este mismo jueves a las 22.00. Pero lo cierto es que desde que esta serie se estrenara hace tan solo unas semanas, el 11 de abril, la presunta acosadora de Richard ya estalló recientemente en contra de la ficción en el ‘Daily Mail’. "Yo soy la víctima. Él ha escrito una maldita serie sobre mí", declaraba sobre el actor.
Así pues, a la espera de que la enfadada Martha en ‘Mi reno de peluche’ termine incluso demandando a Netflix como también ha anunciado en sus primeras declaraciones al diario británico con las que salió por completo del anonimato, Fiona responderá a la gran pregunta: ¿es una acosadora psicópata? Lo cierto es que no existe ninguna sentencia que así lo acredite.
¿Por qué no es una serie para ver con tus hijos?
El contenido de ficción que está causando sensación entre los usuarios de la plataforma roja -con ya más de 56 millones de reproducciones- está compuesto por siete episodios donde el célebre guionista relata sus difíciles inicios intentando hacerse un hueco profesional en Londres, donde los abusos, las drogas o la depresión se convirtieron en sus peores enemigos.
No te recomendamos verla con los más pequeños de la casa porque además de recrear sus ‘demonios’ antes mencionados, Gadd no olvida incluir otra trama más basada en hechos reales y, desgraciadamente, muy similar a su mala experiencia con Harvey. También fue víctima de la presunta agresión sexual por un poderoso guionista de éxito en Reino Unido que le prometía el éxito en la industria de lo audiovisual.
La sociedad británica destapa a su otro agresor sexual
El parecido del actor que interpreta al guionista Sean Foley, el supuesto agresor, y el impacto que ha tenido la ficción en el país británico ha hecho brotar una multitudinaria marea entre los británicos que ha conseguido elevar el supuesto caso de agresión sexual a las autoridades competentes. “La policía está informada y está investigando todos los mensajes amenazantes, abusivos y difamatorios contra mí”, explica el propio Richard.
Aún así Richard Gadd ha sido listo y se ha blindado contra posibles denuncias como la que ‘Martha’ está a punto de poner contra Netflix. Su aviso ya está dado: “Por supuesto, no puedes contar la verdad exacta, por razones tanto legales como artísticas” “Tienes que cambiar cosas para protegerte a ti mismo y a otras personas”.
Se da voz, por una vez, a hombres agredidos por mujeres
Posiblemente le falten pruebas y, sobre todo, ha pasado tiempo desde los supuestos abusos. Justo ahora se cumple una década desde que esta abogada de ‘prestigio’- era lo que le decía aprovechándose de la inocencia de Gadd- le conoció en el bar donde el escocés se ganaba la vida mientras luchaba por su profesión. Lo que empezó, simplemente, con una agradable charla terminó en una enfermiza obsesión por parte de la desconocida, que se comportaba como si fuera la novia.
En cualquier caso, la serie guionizada e interpretada por el propio Gadd es una de las pocas que abordan un asunto tan silenciado como es la violencia y agresiones sexuales de mujeres a hombres. Así lo explicaba él, como supuesta víctima, cuando presentó la serie el pasado mes: “Cuando pasas por algo como un abuso sexual, gran parte del desánimo puede provenir de estas viejas ideas de lo que significa ser un hombre. Ciertamente, fue muy sanador cuando me deshice de esa idea y me di cuenta de que hablar y decir ‘estoy luchando’ es una forma de fortaleza, desprendiéndome así de la idea de que la masculinidad era la única forma de supervivencia”.