La casera de Antonio Canales acusaba al bailaor de ser un 'inquiokupa' hace una semana y de deberle 5.000 euros, algo que él negaba tajantemente en un principio, mostrándose sorprendido ante la información que le trasladaban los periodistas que le preguntaban en plena calle. Insistía en que estaba al corriente de pago y aseguraba que lleva más de 10 años viviendo en esa casa sin ningún problema relacionado con el pago del alquiler, aunque llamaba la atención que se preguntara "quién no tiene una factura atrasada en España", haciendo alusión a las presuntas facturas que no habría abonado.
Tras salir a la luz los mensajes entre ellos y después de reconocer él que habían podido acumularse algunos pagos pendientes, su arrendadora esperaba que hablara con su gestor, tal y como prometía el artista, pero Pilar asegura que todavía "no le ha saldado nada" y ha contestado a las preguntas de Sonsoles Ónega en 'Y ahora Sonsoles'.
Pilar, la casera de Antonio Canales, vuelve a reclamarle la supuesta deuda
"No ha saldado la deuda, me debe todos los suministros y los pagos del alquiler. No me ha saldado nada", comenzaba su intervención Pilar, la casera de Antonio Canales, en el programa 'Y ahora Sonsoles', donde la presentadora informaba sobre el último vídeo compartido por el bailaor en el que asegura haber puesto "todo este feo y desagradable asunto" en manos de sus abogados. "Lógicamente se va a presentar vía civil y vía penal acciones contra esta persona y contra quienes me estáis difamando. Esto es un delito muy grave, porque estáis mancillando mi honor personal y profesional. No se debe nada y ya se acreditará judicialmente", aseguraba él en sus redes sociales.
A Pilar le está afectando mucho y así lo ha lamentado en el plató del espacio de 'Antena 3': "Me está quitando el sueño, la vida y mi estabilidad mental y la de mi familia. No dormimos, estamos siempre con sustos, me va a llegar este mes para pagar las dos hipotecas, la luz, la comida para mi hijo y estamos en un sinvivir. Es un horror lo que estamos pasando". Desesperada, está dispuesta a perdonar la deuda si puede recuperar su casa, pero aunque él ha dicho que sí se irá, todavía reside en el domicilio, propiedad de la presunta afectada, que ha tenido que pedir dinero a sus allegados para afrontar los pagos y ha reconocido que, al principio, su inquilino le daba confianza.
"Es poco cumplidor, porque al poco tiempo ya me dejaba a deber dinero. Nunca terminaba de pagar", sostiene la casera de Canales, que ha contado cómo ha evolucionado su relación con él, ya que al principio se veían en el pueblo y hablaban con normalidad, hasta que "de un tiempo para aquí, le hace la cobra". "La relación empeoró porque yo ya le reclamaba dinero en llamadas, que no me cogía, donde le pedía que se pusiera en contacto conmigo, porque esta situación no la podíamos seguir llevando", ha contado.
La posible batalla judicial entre Antonio Canales y su casera
Sonsoles Ónega entiende que ante las palabras del artista y la supuesta deuda pendiente podría comenzar "una guerra judicial", aunque la abogada Bárbara Royo, presente en la tertulia del programa, no lo tiene tan claro: "A mi no me consta que este señor haya metido ninguna demanda todavía contra ella ni contra quien está informando de esto". Por su parte, Pilar sí ha puesto ya una demanda de desahucio y otra por reclamación de cantidad de dinero, ha continuado la letrada, que ha vuelto a subrayar lo que se puede leer en los mensajes intercambiados entre arrendadora y arrendatario en los que él "reconoce su deuda y le va mintiendo y manipulando a lo largo de muchos meses y eso está acreditado".
La casera de Antonio Canales ha ido dando oportunidades a su inquilino a lo largo de los años, porque supuestamente le iba abonando cantidades cuando volvía de sus giras y valoraba esa buena intención: "Al principio me pagaba, a veces en efectivo y luego siempre con transferencias y se puede contrastar. Tenemos todos los papeles". Son ya 11 años desde que firmaran el contrato de alquiler, pero ha contado cuándo se produjo el punto de inflexión y decidió dar un golpe en la mesa ante la situación que se estaba dando: "En septiembre ya son los recibos, los pagos y él, una tras otra, miente y me pregunto hasta cuándo voy a esperar. Llega ese límite".
Todas las meses le envía un mensaje a través de 'WhatsApp' con la cantidad adeudada y no siempre, según sus palabras, le contesta. Este martes, 19 de noviembre, Pilar le informó que sus gastos por los suministros ascendían a 2.125,28 euros, a lo que habría que sumar los 2.292,08 de las mensualidades presuntamente atrasadas, a lo que él le contestaba que "solo le debía este mes, ya saldado" y los anteriores, según su versión, se los habría pagado "en mano". "Me sentí todavía más hundida y vulnerable, que llevamos una semana y no ha sido capaz de tener una comunicación", reclama Pilar, que intentó en un inicio poner las facturas a nombre de Antonio, pero "llegaron recibos devueltos a los dos meses".