Los expertos australianos y estadounidenses lo tienen claro: las personas son más felices cuando se encuentran entre temperaturas de 20 a 30 grados

Investigadores australianos y estadounidenses aseguran que el clima y la temperatura son dos factores que influyen directamente sobre los cambios de humor.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Felicidad y buen tiempo
CANVA

La ciencia ha descubierto nuevas evidencias detrás de los cambios repentinos de humor. Según los últimos estudios, la temperatura juega un gran papel sobre el estado de ánimo de las personas. De hecho, un equipo internacional de investigadores asegura que la felicidad brota en mayor medida cuando los termómetros se mantienen estables.

La lluvia y la humedad influyen negativamente sobre el estado de ánimo

Pocas personas pueden explicar a veces sus repentinos cambios de humor, aunque la mayoría asegura que mejora en los días soleados y cálidos. Lo cierto es que esta afirmación tiene una explicación científica detrás. Son un grupo de investigadores australianos y estadounidenses quienes aseguran que la felicidad “está asociada con cambios en el funcionamiento termorregulador”. Estos mismos expertos sostienen que “las vías termosensoriales pueden ser reclutadas para influir en afecto y reducir los síntomas depresivos”. Así lo recogen en el estudio ‘Greater severity of depressive symptoms is associated with changes to perceived sweating, preferred ambient temperature, and warmth-seeking behavior’ publicado en la revista ‘Temperature’.

Mark P. Tyler, Bradley J. Wright, Charles L. Raison, Christopher A. Lowry y Lynette Evans han estudiado, a través de la propia experiencia de varias personas, la relación entre la gravedad de los síntomas depresivos, los cambios de humor y otras experiencias subjetivas con los procesos termorreguladores. Los expertos aseguran que “existen múltiples factores que contribuyen a la relación entre los estímulos cálidos y el afecto”. “Hay cierta evidencia de que los estímulos cálidos influyen directamente en las estructuras corticales involucradas en el procesamiento afectivo. El calentamiento local no nocivo de la piel, por ejemplo, mediante una compresa o una taza calientes, aumenta los sentimientos de cercanía y reduce el afecto negativo”, sostiene el estudio.

Para llegar a esta conclusión, los expertos han analizado minuciosamente el comportamiento de varios participantes aleatorios de distintas edades y géneros como objeto de estudio. Además, algunos de ellos mostraban síntomas depresivos moderados y severos. Los investigadores analizaron cómo influyeron sobre su estado anímico las sus experiencias asociadas a procesos termorreguladores. Tras la investigación, los expertos determinaron que las personas eran más felices cuando se encontraban entre temperaturas de 20ºC y 30ºC. En esta misma línea, el Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad de San Diego (California) y la Universidad de British Columbia (Canadá) han determinado que la humedad y la lluvia también juegan un papel fundamental sobre los niveles de felicidad de las personas. Según sus investigaciones, las personas se sienten por lo general más tristes y son más pesimistas en los días lluviosos y fríos.

Las temperaturas demasiado altas también son perjudiciales para el bienestar físico y mental

Aunque vivir en torno a una temperatura templada o cálida favorece al estado de ánimo, los expertos de la revista ‘Temperature’ también estacan que un ambiente demasiado caluroso es perjudicial para la salud. De hecho, los mismos investigadores aseguran que los síntomas depresivos están directamente asociados con una mayor sudoración. “No deben excederse las altas temperaturas”, señalan en su estudio”. “Se ha demostrado que el calentamiento de la piel inhibe los marcadores de la actividad simpática después de la exposición a un factor estresante y bloquea las respuestas afectivas positivas”, sostienen los expertos.

Sin duda, estas investigaciones son clave y determinantes para entender en profundidad el cuerpo humano y su funcionamiento. “Estos datos resaltan la importancia de incorporar el sistema termorregulador en nuestra conceptualización de la fisiopatología de la depresión y respaldan el potencial de reclutar vías termosensoriales para abordar los síntomas depresivos”, concluye el estudio publicado en la revista ‘Temperature’. Los investigadores aseguran que este hallazgo también ayudará a identificar nuevos tratamientos y terapias antidepresivas para mejorar la calidad de vida de los pacientes.

Aun así, también recomiendan otras actividades para ser felices. Entre las más comunes destacan el ejercicio físico, mantener un buen círculo social y de amistades de calidad y sostener una dieta saludable y equilibrada. Es cierto que la temperatura influye sobre el estado de ánimo, pero no es la única causa para luchar contra una depresión o el malestar constante como sí lo son muchas terapias y una vida activa y sana. Los expertos del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT), la Universidad de San Diego (California) y la Universidad de British Columbia (Canadá) también mencionan otros pequeños detalles que pueden aumentar los niveles de felicidad como "dar abrazos". La ciencia asegura que es un simple gesto que aumenta los niveles de oxitocina, llamada hormona del amor. En consecuencia, esto nos ayuda a fortalecer nuestras relaciones, nos reconforta y alivia.