Lavarse los dientes es una tarea obligatoria para mantener sanas, limpias y fuertes nuestras encías y el resto de la boca. Los expertos recomiendan cepillarse, al menos, 2 veces al día los dientes. Lo idóneo es hacerlo por la mañana y después de la cena según los profesionales en higiene bucodental. Es decir, cada 10 o 12 horas como si se tratase de un tratamiento antibiótico. Más allá de esta norma, existen tres momentos clave en los que no debemos lavar nuestros dientes ya que podría dañar su esmalte de forma contraproducente.
Lavar nuestros dientes tras la ingesta de alimentos es un grave error
Los profesionales del sector bucodental recomiendan el cepillado de dientes regular para mantener una buena higiene y salud. Aun así, no solo basta con cepillarlos un mínimo de dos veces al día. Saber cómo y cuándo lavarlos es fundamental para mantener sana nuestra boca. Lo cierto es que existen tres hábitos erróneos que la mayoría comete sin saberlo y el tercero de ellos es el más grave a la par que frecuente. La odontóloga Amber, conocida en redes sociales como 'Docmuelitas', ha publicado un breve vídeo en el que enumera los tres momentos donde no debemos lavar nuestros dientes bajo ningún concepto.
Como bien señala, el primero es "justo después de vomitar". La experta asegura que esto puede erosionar todavía más el esmalte ablandado. Por este motivo, después de sufrir este desagradable episodio, es fundamental esperar unos 20 minutos antes de cepillarse los dientes. De lo contrario, el esmalte dental debilitado por el ácido puede dañarse con las cerdas del cepillo. Para evitar ese sabor desagradable sin dañar nuestros dientes, es mejor enjuagarse solo con agua o con una pequeña cantidad de bicarbonato de sodio, ya que este se utiliza para neutralizar el ácido.
La segunda situación en la que tampoco debemos cepillarnos los dientes por este mismo motivo es "justo después de tomar café", según la odontóloga Amber. En este caso se recomienda esperar, al menos, unos 30 minutos antes de proceder al cepillado para evitar daños en el esmalte. Lo mismo ocurre tras consumir alimentos ácidos que alteran el pH natural de la boca. Aun así, cabe destacar que lavarse los dientes tras la ingesta del café en su momento idóneo para ello es fundamental. Los expertos en salud bucodental aseguran que el café, al igual que el té, contiene partículas que se adhieren a la superficie dental y puede contribuir a la acumulación de plata.
Si esta no se elimina adecuadamente puede convertirse en sarro aumentando el riesgo de afecciones en los dientes y encías. La tercera situación que menciona la odontóloga en sus redes sociales es la más común y, por ello, la más grave. Según expone, jamás hay que lavarse los dientes "justo después de comer". Esta es una tarea de lo más común, sobre todo entre quienes se encuentran en el trabajo o tienen un compromiso inmediato. Sin embargo, es un grave error. "Hazlo después de 20 o 30 minutos, así evitarás que el esmalte se reblandezca", recomienda la odontóloga.
Consejos para fortalecer el esmalte dental y el bienestar de nuestra boca
Evitar estas tres situaciones y lavar nuestros dientes de forma regular es clave para mantener una buena higiene. Aun así, no son las únicas medidas preventivas que podemos llevar a cabo para evitar afecciones. Los expertos en este sector aseguran que existen ciertos hábitos capaces de mejorar o empeorar nuestra salud dental. "No fumes", es siempre una de las principales tareas recomendadas por los expertos ya que las sustancias nocivas que contiene el tabaco pueden penetrar en el esmalte y desgastarlo o incluso mancharlo.
Elegir adecuadamente los alimentos que ingerimos también es clave, no solo para el bienestar de nuestro organismo sino también para el de nuestros dientes. De hecho, algunos productos como la zanahoria o la manzana son capaces de neutralizar bacterias. también los vegetales de hoja verde ofrecen minerales beneficiosos para el esmalte. Junto a esta recomendación, los expertos abogan por una ingesta necesaria de agua al día ya que también puede ayudar a neutralizar las bacterias.
En esta misma línea, reducir el consumo de las bebidas azucaradas y alimentos ácidos también es fundamental. Más allá de los hábitos que podemos adoptar de puertas para dentro, los expertos recomiendan acudir a revisión de forma periódica. Controlar la salud de nuestra boca es tan importante como cuidar del resto de nuestro cuerpo. Además, esta tarea es clave para detectar dolencias y afecciones a tiempo. De lo contrario, podemos afrontar complicaciones más graves y poco agradables.