Novedades del asesinato de Borja Villacís: el detalle que encendió un encuentro que terminó con su vida

El trágico final del hermano de la exvicealcaldesa de Madrid se pudo haber evitado

Pablo Casal
Pablo Casal

Coordinador digital de Lecturas

Borja Villacís
Medios

El pasado martes, Borja Villacís era brutalmente asesinado en la carretera entre Fuencarral y El Pardo, cuando, según las líneas avanzadas de la investigación, trataba de mediar en un conflicto que se había desencadenado hace solo tres meses y que terminó con un fatal desenlace para él al recibir varios disparos en la cabeza y el tórax que le quitaron la vida. 

La tragedia pudo haberse evitado, ya que Kevin Pastor, principal sospechoso y detenido hace una semana por la Guardia Civil, estaba en busca y captura por una sentencia de 2019. 'Código 10' ha confirmado la hipótesis que avanzaba en exclusiva el mismo día del crimen, cuando la principal teoría que se ponía sobre la mesa era otra. 

El coche incendiado en 2023: el motivo de la reunión en la que muere Borja Villacís

Un Seat León en llamas. En marzo de 2024, Kevin Pastor habría incendiado un coche de ese modelo y nadie podía pensar en ese momento, que tras ese suceso vendría otro que ha conmocionado a todo un país: el tiroteo que terminó con la vida de Borja Villacís, que acudió al lugar en el que fue asesinado como mediador junto a su amigo en un conflicto en el que él no había sido parte activa.  El presunto autor del crimen habría tendido una trampa, -han continuado con el relato de la exclusiva de la pasada semana en 'Código 10'-, a las personas que acudieron al encuentro en la carretera Fuencarral - El Pardo, con el objetivo de vengarse por haber sido denunciado. 

El motivo de esa denuncia era la quema del coche hace apenas tres meses y según las diligencias policiales a las que accedía el programa, el móvil del crimen habría sido ese, el motivo por el que habrían disparado hasta la muerte al hermano de la exvicealcaldesa de Madrid y herido a su amigo, que fue trasladado tras el suceso, alrededor de las 12:30 del mediodía del martes, 4 de junio de 2024, a la Fundación Jiménez Díaz, donde pudo prestar declaración y presentaba en la misma jornada un pronóstico estable. Según la historia trazada por las autoridades policiales, no obstante, sí que hubo una persecución. 

Se habría citado, en ese caso, a las personas a las que se pretendía hacer una emboscada y tal y como refleja el auto de prisión, "Kevin Pastor se bajó del vehículo que obra en las actuaciones y disparó a los ocupantes que se encontraban en el vehículo", quienes son Borja y Luis. La encerrona habría sido planificada con detalle, según sospechan los investigadores, quienes explican también dónde se citan el presunto asesino, la víctima y otras ocho personas, en un parking cercano al punto en el que se produce el supuesto asesinato y en Lar de Domingo, un restaurante ubicado en esa zona. 

El asesinato de Borja Villacís podría haberse evitado

El trágico final de Borja Villacís ha dejado a su familia destrozada y ha conmocionado al país por la brutalidad del presunto asesinato y es que el hermano de la exvicealcaldesa de Madrid Begoña Villacís habría sido disparado a bocajarro y los proyectiles le habrían causado la muerte por impacto en el pecho, la cabeza y uno de sus brazos. Ese crimen podría haberse evitado, ya que a pesar de las intenciones que tendría Kevin Pastor, se trataba de una persona que ya estaba en el radar de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, por una condena anterior y que le mantenía en condición de búsqueda y captura desde 2019. 

El presunto asesino de Borja cumple condena en un centro de menores por apuñalar a dos personas y en la cara de uno de ellos queda marcada la conocida como "sonrisa de payaso, típica en los ajustes de cuentas", explicaba Nacho Abad antes de ir al grano con la sentencia que le mantenía en el foco de las autoridades. Cuando sale en libertad, se le relaciona con un clan de narcotráfico en Bargas, un municipio de Toledo, pero lo que podría haber frenado la tragedia era una condena que pesaba sobre él, de cuatro años y tres meses de prisión en una sentencia que se dictaba el 27 de junio de 2019, como "responsable de un delito de robo con violencia e intimidación en casa habitada con uso de armas", pero cinco años después continuaba huido de la justicia y en libertad. 

En marzo de 2018, Kevin entra en una vivienda durante la noche, con sus habitantes dentro del domicilio" y lleva a cabo un robo en el que llega a amenazar de muerte a la víctima. "Llamó repetidamente al timbre de la vivienda y tras abrir la puerta de la casa el hijo del propietario, le arrinconaron contra la pared. Mientras el acusado le encañonaba orientando hacia su cabeza una pistola, su acompañante le amedrentaba con una navaja, al tiempo en que le exigían que les entregaran el dinero y las joyas que hubiera en la vivienda o le cortarían el cuello y un dedo", expone el auto judicial sobre el delito que le llevó a ser condenado con una pena que no ha llegado a cumplir todavía.

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