Ni Japón ni Estados Unidos: el único país del mundo que no tiene semáforos está en Asia

Sus habitantes han rechazado el uso de semáforos y prefieren que el tráfico se base en el sentido común y la amabilidad.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Calle Bután
CANVA

Circular sin semáforos en España es una situación inimaginable. Aun así, es la realidad que viven los ciudadanos de Timbu, capital de Bután (Asia). Allí, el sistema de circulación es completamente diferente al de España y cualquier otro país europeo. De hecho, se erige por algo tan simple como la intuición y la amabilidad. En la capital de Bután no hay señalización alguna en las esquinas. Tampoco existe ningún semáforo que obligue a los vehículos a detenerse. Más allá de las especulaciones, esta sorprendente realidad tiene una explicación.

El importante motivo por el que Bután no tiene semáforos

Bután es una nación popularmente conocida por sus distintas peculiaridades. Desde hace varios años, es uno de los países más felices del mundo. De hecho, es el único que mide la Felicidad Nacional Bruta (FNB) en todo el mundo. También la falta de semáforos es otra peculiaridad que pocos conocen. Lo cierto es que Timbu es la única capital del mundo que no utiliza semáforos en su sistema de circulación y el motivo es muy llamativo. No se trata de limitaciones tecnológicas ni falta de recursos económicos. La realidad es que la vida de la comunidad butanesa gira en torno a una filosofía cortés, espiritual y armónica. También la comunicación no verbal es uno de sus principales pilares.

Por este motivo, la capital de Bután todavía no ha incorporado semáforos a su sistema de circulación ni tiene intención de hacerlo pronto. Eso sí, son varios los agentes de tráfico que trabajan en sus carreteras para controlar parte del tráfico. Estos son los encargados de evitar accidentes entre peatones y conductores en zonas concurridas y más vulnerables como pueden ser las puertas de un colegio. En general, cada conductor de Bután tiene la responsabilidad de circular adecuadamente y respetar al resto de vehículos por sí mismo. En la capital, el funcionamiento del tráfico se basa en el sentido común y la amabilidad entre conductores.

La señalización de los propios vehículos es fundamental para evitar accidentes en sus carreteras. Cada uno de ellos confía en que el resto respete las normas de circulación básicas sin necesidad de utilizar semáforos. Este sistema resulta de lo más llamativo para el resto de los países del mundo, especialmente en España donde los semáforos son necesarios para gestionar el tráfico. De hecho, a veces tampoco son capaces de frenar a quienes pasan por alto la luz roja. En cualquier caso, Bután ya intentó incorporar este sistema de señalización, aunque fue una misión fallida.

La implantación de un único semáforo fue todo un fracaso

La nación de Bután conoce el sistema de señalización que existe en el resto de los países del mundo. De hecho, intentó imitarlo y les ofreció una oportunidad a los semáforos, aunque el intento fue todo un fracaso. Tras instalar en una de sus principales intersecciones un semáforo hace varios años, tuvo que se ser retirado poco después. La respuesta de sus vecinos fue negativa. Los habitantes consideraron que este sistema de señalización perturbaba el flujo natural de la circulación y que, además, era impersonal. Por este motivo, decidieron retirarlo y continuar con sus normas basadas en la intuición y la cortesía.

Otras peculiaridades de Bután ligadas a su cultura

Sin duda, el estilo de vida de la comunidad butanesa es único. Además de prescindir de los semáforos, también basa el resto de sus costumbres en el budismo. Esta religión guía a los ciudadanos en la toma de decisiones tanto políticas como sociales. También su búsqueda por el bienestar y la felicidad que han revelado las encuestas define a la perfección su agradable estilo de vida. El índice de la Felicidad Nacional Bruta (FNB) es una herramienta integral y única en todo el mundo mediante la que se miden distintos aspectos en relación con el bienestar emocional y mental.

El estado psicológico, la salud, la educación, la diversidad, el uso del tiempo, la resiliencia cultural, la vitalidad comunitaria, la buena gobernanza y el nivel de vida son algunos de los más importantes para la sociedad butanesa. El FNB es una herramienta mucho más compleja de lo que parece a simple vista. Esta clasifica a cada persona en cuatro grupos dependiendo de sus niveles de felicidad. En total, los resultados obtenidos han mostrado un aumento sobre los niveles de felicidad a lo largo de los años.

Desde 2010 hasta 2022, la cifra de personas altamente felices aumentó del 40,8% al 48,1%. Gracias a estos datos, la comunidad butanesa aprovecha para modificar y mejorar aspectos de su día a día como la eliminación de los semáforos. Si en algo está de acuerdo esta sociedad es que todos buscan la felicidad y el bienestar tanto personal como comunitario. Con el objetivo de contentar a la mayoría, muchos habitantes adaptan su toma de decisiones sobre lo que ocurre en el país. Sin duda, es una sociedad de las más ejemplares del mundo.