Es una de las imágenes del día. Una fotografía que quedará ya para la historia. Los reyes Felipe y Letizia se situaban en primera fila en la plaza de San Pedro para asistir al funeral del papa Francisco. Aunque esta era la posición que se esperaba, desde las instancias vaticanas se cambiaba el protocolo para organizar todo de forma alfabética. Esto suponía que los reyes iban a compartir banco con Donald Trump.
El sol cegador obligaba a muchos de los asistentes a lucir gafas. Los reyes Felipe y Letizia eran los primeros en hacerlo. Se protegían detrás de una gafas de sol y continuaba siguiendo la misa. El gesto era ampliamente criticado, pues no suele ser habitual verles con gafas de sol y menos en un acto de esta trascendencia. Otros, como el propio Trump, no lo hacían. No obstante, ahora hemos podido conocer el motivo.
En ningún momento los reyes se han saltado el protocolo. Aunque la imagen de la reina con mantilla y gafas de sol ha dado la vuelta al mundo, todo estaba medido al milímetro. Desde el Vaticano se ha informado a las delegaciones de las necesidades de las que se tenían que proveer atendiendo al clima que se esperaba en la capital italiana.
Las medidas de Casa Real
Ante las críticas que se han expresado acerca de esta imagen de los reyes con gafas de sol, Casa Real ha querido puntualizar lo ocurrido. Fue el propio Vaticano quien sabiendo la disposición de las sillas y el tiempo que iba a hacer, se informó a las delegaciones que fuesen dispuestos con gafas de sol y las utilizasen sin problema. Estaba todo pensado desde el primer momento.
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Algunos, como el caso de Trump, no siguió estas recomendaciones y no pudo proteger sus ojos a pesar de las más de tres horas al sol que han tenido que soportar. Esta exposición al sol directo podría haber causado no solo molestias a los afectados. La falta de movimiento de los asistentes -debían permanecer en su silla desde el momento de la llegada hasta que la seguridad les diese permiso para desalojar- impedía que se pudiesen proteger del sol de ninguna forma.
La explicación de Zarzuela calmaba las críticas por la que es, sin duda, una de las imágenes que quedarán para la posteridad de este funeral de Estado. Un último adiós al papa Francisco que ha tenido como gran protagonista a Donald Trump y que se ha convertido en una cumbre internacional inesperada. Una reunión de líderes que el propio presidente ha calificado como muy fructífera.
La opinión de una experta
Desde la revista Lecturas hemos podido hablar con María José Gómez Verdú, experta en protocolo, acerca de esta curiosa imagen. “Desde el punto de vista del protocolo y de la etiqueta funeraria, considero que es un gesto difícil de justificar”, nos desliza explicaba en plena celebración del funeral de Francisco.“En actos de esta naturaleza, profundamente solemnes y cargados de simbolismo religioso, la expresión facial y, muy especialmente, la mirada, son elementos fundamentales para transmitir respeto, recogimiento y empatía”.
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Es cierto que la utilización de gafas de sol es algo que queda muy lejos de las normal y tradiciones que acompañan un acto tan solemne. "Entiendo que puede haber razones prácticas o recomendaciones de imagen detrás de esta elección, pero en protocolo las formas son parte del fondo: protegerse demasiado puede transmitir frialdad, justo lo contrario de lo que debería inspirar una ceremonia de despedida como esta", nos apuntaba.
Y así ha sido. El propio Vaticano ha permitido que se pudiesen utilizar gafas de sol debido a las condiciones que iban a padecer los asistentes. "La imagen proyectada no es solo de diferencia estética, sino de cierta desconexión respecto al ambiente de recogimiento que impera entre el resto de los presentes", explicaba Gómez Verdú.