El doctor Mario Alonso Puig (70 años) es de la máxima de no olvidar su "propósito vital" cuando llega el año nuevo y durante el mes de enero nos ha dejado varias reflexiones más que interesantes para que no perdamos el hilo en esto de ser más felices en 2025. Con enero superado, -para algunos como si fuera un año larguísimo en lugar de un mes-, estamos preparados para aplicar los consejos de quienes han investigado mucho en el terreno de la felicidad a lo largo de los años.
Según el doctor, nos estamos equivocando buscando la llave para abrir esa puerta que nos lleve hacia esa meta y en la entrevista que concedía a Nieves Herrero en la radio autonómica madrileña 'Onda Madrid' lo ha explicado con todo detalle. Nos movemos en el escenario del "tener" con mucha comodidad y eso es algo muy entendible para el experto de Harvard, quien ha explicado dónde está la felicidad y por qué caemos en el error a la hora de alcanzar ese objetivo.
¿Dónde está la felicidad para Mario Alonso Puig?
"No cabe duda que las cosas del tener son muy agradables; tener una casa agradable, un coche que funciona bien, es agradable", ha comenzado la conversación con la periodista Nieves Herrero (67) Mario Alonso Puig, quien ha querido dejar claro desde el inicio que "ahí no está la felicidad". Entiende que "todos, de alguna manera, queremos eso", pero matiza que "la felicidad está en descubrir quién es una persona en realidad, porque es reencontrarse con uno mismo y quererse".
El doctor se pregunta "cómo vamos a ser felices si solo nos fijamos en nuestros errores, nuestras manchas, en las cosas que no hemos logrado o en nuestras deficiencias". El modo de amar que ponemos en práctica con nuestros seres queridos también debe ser aplicado en el espejo, hacia nosotros mismos. Según el experto, esa forma de "no castigar, sino ayudar" que utilizamos con las personas a las que amamos, también debemos ponerlo en práctica hacia lo propio.
La "sana competitividad" frente a la rivalidad
Mario Alonso Puig observa otro punto de fricción importante, un factor que está influyendo también de manera negativa para que podamos ser más felices en nuestro día a día. Es evidente que hay muchos temas que nos dividen, como puede ser la ideología política, algo que al doctor también le preocupa, aunque no es algo que no tenga para él fácil solución, siempre que pongamos de nuestra parte y acerquemos posturas.
El experto de Harvard aconseja aplicar la "sana competitividad" frente a la "rivalidad" que se observa muchas veces y que no hace más que distanciarnos, muchas veces de personas a las que tenemos un gran aprecio. "Cuando en lugar de eso se preguntan -qué es lo que nos une- la persona empieza a experimentar sensaciones diferentes; el amor es lo que nos puede hacer verdaderamente más felices", recalca con mucha rotundidad.
La clave para ser felices: el encuentro
En su entrevista para la mencionada emisora, Mario Alonso Puig ha querido también poner de relieve las conclusiones del "mayor estudio que se ha hecho en el mundo", el de Harvard, que tras décadas de investigación ha puesto en lo más alto de la relevancia las relaciones sociales, las que tenemos con nuestros cercanos y el amor más allá de la parte más puramente sentimental, ya que también se incorpora la familia o los amigos a una ecuación tremendamente importante.
"Muestra clarísimamente que la clave para ser feliz es el encuentro, las relaciones en las que nos sentimos queridos y valorados", apostilla el doctor, que considera que "esto del querer lo hemos convertido en un trueque, con esto de -yo te quiero, si tú eres lo que quiero que seas o tienes las ideas que yo tengo-". "El amor real nunca ha sido un trueque, sino un descubrimiento de que es lo único que nos sana, que nos aleja del miedo y que nos hace construir juntos una nueva realidad", añade el médico.
Además, subraya que "todos los problemas que hay son por falta de amor", ya que las guerras, la hambruna o las peleas aparecen por esa carencia. Si se hiciera presente, continúa, "encontraríamos el camino" para dar una solución a todos esos problemas que tanto daño provocan en el mundo.