Los distintos estudios sobre felicidad elaborados en el último siglo son claros. Más allá de los logros académicos, laborales o el estatus social, la felicidad reside en un elemento muy sencillo. José Antonio Marina, filósofo, ensayista y escritor, considera que las relaciones sociales son un pilar fundamental de nuestras vidas. También cuidar de quienes nos cuidan es esencial para ser felices. Así lo avala el último estudio sobre felicidad de la Universidad de Harvard. Sin embargo, no solo basta con tener un amplio círculo social ya que la calidez y calidad de las relaciones es clave para ser felices.
Existen tres necesidades básicas para ser felices, según José Antonio Marina
El número de expertos que determina cuál es la clave para alcanzar la felicidad es cada vez mayor y, para sorpresa de muchos, reside en un mismo elemento. El experto en filosofía, José Antonio Marina ha llegado a la misma conclusión tras abordar este asunto durante varios años. Las relaciones sociales son fundamentales para ser felices. La compañía en momentos adversos nos ayuda a sentirnos mejor, brindan apoyo emocional e incluso nos empujan a seguir adelante más allá de nuestros problemas. Sin duda, son un gran incentivo para crecer en la vida tanto a nivel personal como profesional.
Sin embargo, la felicidad no solo radica en tener un amplio círculo social, sino que también, estas relaciones tienen que ser de calidad. Para ello, el experto recomienda cuidar los unos de los otros, mantener un fuerte vínculo comunicativo y buscar situaciones donde todos estén cómodos y sean felices. También valorar la reciprocidad es una situación que nos puede ayudar a mantener vivas y sanas nuestras relaciones sociales. Además, cuidar de los detalles es otro de los aspectos que más valora nuestro entorno, aunque sea de una forma casi inconsciente.
Interesarse por los gustos de los demás, por sus aficiones o los pequeños cambios en la vida del resto es más importante de lo que parece. También los pequeños gestos como un abrazo puede ofrecer un gran bienestar que, inevitablemente, nos afectará también de forma positiva. Más allá de vivir acompañados, el filósofo asegura que existen otros elementos que son también claves para alcanzar la plenitud y la felicidad en la vida. “Radica en saber armonizar tres grandes necesidades: el bienestar físico, mantener relaciones sociales lo más cordiales y estimulantes posibles y sentirnos útiles”, asegura.
Tal y como sostienen los expertos en medicina, mantener un buen estado físico es fundamental para cuidar también de nuestra salud emocional y mental. Si padecemos dolores o sentimos malestar general, nuestros niveles de felicidad disminuyen por momentos. Para ello, los expertos recomiendan mantener una buena alimentación y hacer ejercicio con frecuencia. Dedicar parte de nuestra vida a un deporte nos ayuda mejorar la calidad del sueño, disminuir los niveles de depresión e incluso aumentar la autoestima.
Dejar de fumar y abandonar el consumo del alcohol son otros dos hábitos importantes con los que podemos mejorar nuestro bienestar general. El autocuidado es también fundamental para ser felices. La tercera clave que destaca el experto en filosofía, José Antonio Marina, essentirnos útiles. Es decir, tener unas metas y contribuir de alguna forma en lo que nos proponemos puede ayudarnos a aumentar nuestra autoestima de una forma considerable. También es fundamental para mantener la motivación en el día a día y tener ambición. En cualquier caso, el experto ha destacado que el peor mal que atenta contra nuestro bienestar emocional y merma los niveles de felicidad es la soledad.
La soledad, un mal que merma la felicidad
La Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que la soledad ya es un peligro de salud pública. De hecho, sostiene que la falta de vínculos sociales puede llegar a ser tan perjudicial como el consumo de 15 cigarros al día. Además, no solo es dañino para nuestro bienestar físico y emocional sino también mental. Según los expertos de la OMS, es un factor de riesgo para la salud mental. La realidad es que la soledad puede llegar a ser mucho más dañina de lo que parece, especialmente cuando no se trata de una elección. Además, es un factor que empeora nuestra salud mental y física a mediad que envejecemos. “El problema en las personas de edad, que agrava todo, es la soledad”, asegura el experto en ‘La Vanguardia’.
Lo cierto es que la esta condición es capaz de empeorar nuestros días de una forma importante. Los expertos aseguran que agrava nuestros miedos, la tristeza e incluso los sentimientos depresivos. Para evitarlo, José Antonio Mariana recomienda mantenernos unidos “con uñas y dientes a las relaciones sociales”. También aboga por ser conscientes de nuestra situación junto al resto y viceversa y hacer “lo posible porque las relaciones funcionen bien”. La soledad no es un mal que afecta solo a las personas más mayores. La realidad es que es capaz de empeorar los días de quien sea. No importa su edad, aunque sea una situación más común durante la vejez.