Mario Alonso Puig, cirujano y experto en bienestar: “Nunca se dice suficientemente te quiero”

El doctor ha compartido una nueva reflexión sobre un importante hábito capaz de reducir el miedo y la ira en el ser humano.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Mario Alonso Puig
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El experto en salud, Mario Alonso Puig, no deja de sorprendernos con sus grandes reflexiones sobre la vida. Más allá del bienestar físico y mental, el cirujano ha abordado una de las cuestiones más importantes y de las que menos se habla en sus redes sociales. Este sencillo hábito sobre el que ha puesto toda su atención también es un importante agente presente en los niveles de felicidad, una de las necesidades más demandadas de la actualidad.

El impacto del amor sobre el bienestar mental y físico

Tras hablar sobre el poder transformador de la bondad y del pensamiento en su cuenta de Instagram, el experto en cirugía general ha abordado otro importante asunto clave en nuestras vidas. Esta vez se trata del amor como un factor fundamental sobre nuestro bienestar y el de nuestro entorno. Su mensaje es claro. “Yo creo que nunca se dice suficientemente ‘te quiero’, pero, sobre todo, creo que donde nos quedamos cortos es en expresar de verdad ese te quiero”, comienza a relatar.

Mario Alonso Puig
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El conocido conferenciante que se ha convertido en una de las voces más influyentes de nuestro país ha compartido su reflexión sobre este sencillo aspecto de la vida. “Ese ‘te quiero’ se pude expresar con una mirada apreciativa, con una mano que te ayuda a levantarte cuando te has caído o cuando no estás juzgando a una persona, sino que estás entendiendo su proceder. Ese ‘te quiero’ se expresa cuando tienes un acto de generosidad como dar sin esperar”, explica.

En definitiva, asegura que “se puede expresar de muchas maneras”, pero que “hay un ‘te quiero’ que es muy traicionero”. “Digo que te quiero, pero hago lo contrario que haría si verdaderamente te quisiera”, subraya. Esta conducta es mucho más dañina de lo que creemos. No solo se confunde y se daña a la otra persona sino, también, a nosotros mismos. Por el contrario, un ‘te quiero’ sincero o cualquier otro acto de amor similar aportan mucha calma. De hecho, pueden llegar a ser incluso curativos.

El poder curativo del amor: una evidencia científica

"Hoy es incuestionable que el amor es capaz de transformar muchísimas dolencias, por no decir todas las grandes dolencias que el ser humano atraviesa", cuenta Mario Alonso Puig en su perfil de Instagram. Así lo ha demostrado también la ciencia tras analizar varios casos. "Hoy sabemos que una persona que ha tenido un infarto cerebral y que está rodeada de personas queridas que no necesariamente tienen por qué ser sus familiares, pueden ser el personal de la UVI, tienen menor incidencia de infecciones", sostiene el experto.

Es decir, "de alguna manera la microglía, que es el sistema inmune del cerebro, funciona devorando esas bacterias que enseguida intentan aprovecharse del tejido destruido". Algo similar ocurre también con la relación que un médico establece con su paciente. “Tiene un impacto directo, incluso, a nivel genético”, asegura Puig. La ciencia ha determinado que “el amor tiene un impacto profundo en la sanación”. “Nos demuestra que las relaciones humanas no solo consuelan, sino que también curan. El apoyo de seres queridos, el vínculo médico y paciente e incluso una palabra amable pueden influir en la recuperación y fortalecer el sistema inmune", sostiene el experto.

Por este importante motivo, el doctor ha dedicado una reflexión al amor y pone el foco en este poderoso sentimiento que asegura que no se encuentra “en el lugar que le corresponde”. Es una tarea que todavía muchas personas tienen pendiente. "La asignatura del amor se aprende en tu relación con los demás. Tratando bien a todas las personas y solo a aquellas que te pueden ayudar para conseguir tus objetivos", señala. Para ello, la práctica es clave.

Su conclusión es clara. Hay que decir más ‘te quiero’ y demostrar nuestro cariño hacia los demás con más frecuencia para ser felices y gozar de una buena salud. "El amor se aprende ejercitándolo, no se aprende sencillamente dándole vueltas. También se aprende utilizando la visualización. Hay una práctica muy bonita que yo aprendí en Bután en la cual tú te imaginas a distintas personas y lo que buscas es irradiarles esa ilusión porque sean felices, estén sanos y encuentren su propósito en la vida. Esto se ha visto que tiene la capacidad de reducir el miedo y la ira en el ser humano lo cual me parece absolutamente maravilloso", concluye.