El estrés ya es una de las dolencias más comunes a la vez que preocupantes en nuestro país. Así lo revelan los últimos datos del Consejo General de la Psicología en España. Según los expertos, nueve de cada diez españoles han sentido estrés en el último año. Es decir, un 96% de la población total. Lo cierto es que este sentimiento de tensión física o emocional es cada vez más común. Aun así, existen distintos niveles según su gravedad. La psiquiatra Marian Rojas Estapé ha explicado cómo funciona cada uno de ellos para aprender a diferenciarlos y gestionarlos.
El estrés ya es una de las dolencias más frecuentes en España
El estrés es el principal problema de muchos españoles en nuestro país. El 96% de los encuestados asegura haberse sentido angustiado, nervioso o muy tenso durante varios momentos en el último año. Lo cierto es que este malestar tiene un enorme y grave impacto en nuestras vidas. También la Organización Mundial de la Salud (OMS) asegura que afecta al rendimiento diario. La experta en bienestar, Marian Rojas Estapé, ha explicado en una de sus últimas entrevistas publicadas en su cuenta de Instagram los tipos de estrés más frecuentes para aprender a controlar el que afecta a nuestras vidas.
“El estrés existe porque ha existido toda la eternidad”, comienza a relatar. De hecho, asegura que “hoy en día el estrés forma parte de nuestra vida diaria, pero tenemos que tener claro que no todos los tipos de estrés son iguales”. “Algunos nos ayudan a crecer, mientras que otros pueden dañar profundamente nuestra salud física y emocional”, explica. En primer lugar, ha explicado cómo funciona el estrés de menor impacto. “Hay un estrés bueno. Estás con entusiasmo”, señala. A diferencia de la peor de estas dolencias, “este te motiva y te empuja a dar lo mejor de ti”. “Te ayuda a concentrarte antes de una presentación importante o a rendir ente cualquier un desafío”, señala Rojas Estapé en su última publicación. Este es el que denomina como “estrés positivo”.
En la segunda posición del umbral de malestar se encuentra el conocido como “estrés tolerable”. “Es donde estamos metidos todo el día. Es decir, tengo que ir a por los niños al colegio, tengo que hacer la compra, la tarea, el trabajo, el informe, tener esta conversación delicada con alguien”, ejemplifica. La psiquiatra asegura que este también “es una respuesta temporal a situaciones difíciles de nuestra vida, como una pérdida o un cambio grande en el trabajo”. Aunque es uno de los más frecuentes, puede llegar a ser nuestro peor enemigo.
“El problema es que hay gente que es capaz de vivir eternamente en el estrés tolerable y hay gente que al cabo de 0,1 ya entra en estrés tóxico”, señala la psiquiatra. No obstante, no es un estado permanente ni mucho menos sin solución. De hecho, Marian asegura que “si cuentas con las herramientas necesarias, este estrés puede ser manejable y no dejar huella, incluso puede ayudarnos a evolucionar en ciertos aspectos de la vida”. Según la experta en bienestar, en general, las vacaciones son un buen periodo para gestionar este problema.
“Son un momento muy bueno porque al principio cuesta mucho desconectar, pero cuando llevas unos días dices: dios mío donde estaba. Entonces te visualizas semanas antes y dices: no me gusta donde estoy. Pero, a veces lo vives muy rápido, si eres madre y concilias, si eres padre y tienes trabajo, si eres un hombre que viaja muchísimo por el mundo y que tienes ‘jet lag’, si eres una persona que no llegas a fin de mes y tienes problemas económicos, si eres una persona que no sabes si a tus hijos les vas a poder dar lo que quieres o si vives siempre discutiendo con tu esposo o esposa. Todo eso es un estado de alerta”, explica.
Marian Rojas Estapé sobre el "estrés tóxico"
Tras estos dos niveles se encuentra el peor. Según Marian Rojas, el “estrés tóxico” puede llegar a ser preocupante. “Lo peligroso es cuando el estrés tolerable pasa a ser un estrés crónico o extremo, cuando vivimos de manera constante en ese modo alerta del que tanto os he hablado”, alerta. Si esto llega a ocurrir, “las consecuencias pueden ser nefastas para nuestro cuerpo”. Es entonces cuando aparecen la ansiedad o insomnio entre muchas otras dolencias.
También es peligroso para el estado de nuestra mente que “puede jugarnos malas pasadas” afectando a la capacidad para tomar decisiones y para “afrontar las batallas del día a día”. El mayor de los consejos de la experta es percatarse de que existe un problema de estrés para poder tratarlo junto a un profesional. A partir de este momento, nuestra salud dejará de empeorar con un pronóstico alentador.