Marian Rojas Estapé sobre el diálogo entre el cuerpo y la mente: “Nuestra voz interior es profundamente importante”

La conocida psiquiatra ha compartido algunas claves para fortalecer la salud física a través de nuestros pensamientos y cuidar la mente desde el cuerpo.

Alicia Alarcón
Alicia Alarcón

Redactora digital de Lecturas

Marian Rojas Estapé
Aprendemos Juntos I BBVA

La doctora Marian Rojas Estapé ha compartido en su podcast una importante reflexión para fortalecer la salud mental trabajando desde el cuerpo y viceversa. Según la experta, los pensamientos que yacen en nuestro cerebro son un factor clave para mantener nuestro bienestar tanto físico como mental. De hecho, es capaz de sanar a niveles extraordinarios. Para ello, la doctora recomienda ejercitar ciertas capacidades como el optimismo, la inteligencia emocional o la interocepción.

La importancia del diálogo entre el cuerpo y la mente: fundamental para fortalecer la salud

La ciencia ha demostrado que el cerebro es un órgano muy complejo que posee grandes capacidades. Una de ellas es el vínculo que mantiene con el resto del cuerpo. Según la conocida psiquiatra Marian Rojas Estapé, ambas partes están en constante comunicación y se retroalimentan entre sí. Lo cierto es que esta conexión también es clave para distintos aspectos de la vida. La psiquiatra asegura que es posible mejorar nuestra salud física a través de nuestros pensamientos y fortalecer nuestra salud mental trabajando desde el cuerpo. “Os voy a hablar de cómo la mente influye en el cuerpo y cómo el cuerpo puede influir en la mente. Cada vez sabemos más sobre este asunto”, comienza a relatar en su podcast.

El diálogo entre el cuerpo y la mente es uno de los temas que más se han analizado por los científicos para conocer más sobre el cuerpo humano. “Los investigadores van demostrando más datos relacionados con cómo la mente influye en nuestro organismo y cómo va lanzando señales enviando mensaje hasta nuestro cerebro”, señala Estapé. Lo cierto es que, más allá de cumplir su función, “nuestros pensamientos, esa voz interior, tienen un impacto muy importante en la vida”. “Esos pensamientos son los que me van identificando con mi realidad, con mi pasado, mi presente y mi futuro. Todos nosotros, cada vez que realizamos cualquier actividad, vamos acompañados de algún tipo de pensamiento”, explica la psiquiatra.

Marian Rojas asegura que cada uno de ellos tiene un impacto sobre nuestro organismo e incluso la toma de decisiones. “A lo largo de nuestro día, cada actividad que realizamos va acompañada de un pensamiento. Esto es importantísimo. Lo que nosotros llevamos en nuestra cabeza en el día a día y las actividades que realizamos, influye poderosamente, no solo en el resultado, sino en como mi cuerpo se va a ir sintiendo”, explica. Es por este motivo que, “cada acto, comportamiento y momento de nuestro día va acompañado de diferentes tipos de pensamientos”. La psiquiatra ha destacado en su podcast que nuestra voz interior es “profundamente importante” y algunas capacidades como el optimismo o la negatividad juegan un papel fundamental sobre nuestro bienestar.

El optimismo como herramienta para alcanzar el bienestar físico y mental

Detrás de los pensamientos existen varias cualidades verdaderamente influyentes. Una de ellas es el optimismo. “He hablado mucho de la importancia del optimismo. Es una forma de enfrentarse a la vida y reeducar la forma en la que yo me hablo. El pesimismo es lo contrario, cuando yo voy en modo negativo, terco o cruzado. El pesimismo es un freno para que te pasen cosas buenas, pero el optimismo es un impulso para que te pasen cosas buenas”, explica Marian Rojas Estapé. La propia psiquiatra también ha destacado que “no por ser un optimista nato te va a ir todo bien en la vida, pero ayuda, fomenta y potencia que las cosas buenas te sucedan”. Aunque para muchos desarrollar esta cualidad puede ser una tarea complicada, la experta asegura que es posible y se puede entrenar.

“Para ejercitar el optimismo lo primero que tengo que hacer es conocerme. Los psiquiatras lo denominamos el ‘inside’. Lo más importante es que el paciente tenga conciencia de lo que le sucede. El ser consciente de las cosas es un paso primordial para que nos podamos conocer. Cuando me conozco tengo que escuchar como me trato en los diferentes momentos del día a día. De la forma en la que yo me hable va a influir poderosamente en mi corteza prefrontal. Es esa zona que nos ayuda a enfocarnos, a prestar atención, a concentrarnos, a resolver problemas, a ser capaces de visualizar las posibles soluciones de lo que yo tengo delante”, explica. La misma doctora también ha destacado la importancia de la inteligencia emocional para entrenar ese optimismo y controlar nuestro bienestar físico desde la mente.

“Es un concepto muy interesante y estudiado desde hace muchos años. Yo empiezo a ser consciente de mis emociones y empiezo a ver cómo puedo gestionarlas de forma adecuada. Para ello, voy poniendo medias y pautas. Soy consciente de mis emociones, de lo que el cuerpo me va diciendo e intento analizar lo que me está sucediendo”, explica. Marian Rojas Estapé también ha destacado la importancia de la intercepción. Es decir, “la inteligencia de nuestros sentidos”. “Al igual que los pensamientos tienen un impacto directo en nuestro organismo, nuestro cuerpo le va mandando señales a nuestro cerebro.

La intercepción es la capacidad que tenemos de percibir y comprender las señales internas de nuestro cuerpo. Es la manera de interpretar la información sobre la fisiología de nuestro organismo”, sentencia. Tras compartir esta amplia reflexión, Marian Rojas Estapé ha llegado a una conclusión clave. “El cuerpo te manda una señal cuando algo te está pasando. No te estás reparando bien cuando tu organismo está en tensión y tu cuerpo responde. En esas vidas aceleradas y complicadas donde se juntan demasiados factores tenemos menos tiempo de darnos cuenta de cómo nuestro cuerpo nos está avisando”, explica. Aun así, tenemos que utilizar las herramientas que se encuentran a nuestro alcance para lograr el mayor bienestar posible corporal y mental.