Luna llena: así te afectará a partir del 17 de octubre

La ciencia explica la verdad sobre tanto mito relacionado con la luminosidad que ofrece la luna cuando está en todo su esplendor: no hay más crímenes pero sí afecta al sueño

Enrique Espada
Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Luna
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Todos conocemos el popular mito sobre la influencia de la luna, que podía hacer que hombres anónimos se convirtieran en el famoso hombre-lobo, figura sobre la que tantas películas y libros de todos los tiempos han girado. Pero ahora, muchos consideran que su influjo les genera importantes cambios en su estado de ánimo, dramas familiares o incluso asesinatos. Con la luna llena. Y llega enseguida, concretamente el 17 de octubre.

Además, cada cultura interpreta este fenómeno de una forma distinta, pero, ¿qué sentencia la ciencia sobre la luna llena? Flora González, en Informativos Telecinco, explica en qué se fundamentan estas creencias porque, según ha contando, “hay una parte de verdad”. Eso sí, no tan mágica y más racional: la periodista ha contado que al tratarse de una noche excesivamente brillante, si no se bajan las persianas hasta abajo, podría verse afectado el buen sueño y el descanso. Y todos sabemos lo que pasa si no dormimos bien.

No hay relación científica entre el astro luminoso y los asesinatos

Es una cadena, ha explicado González. Y es que si no se descansa bien, nuestro estado de ánimo se ve afectado, y esto puede desencadenar en pequeños conflictos pero que, en ningún caso, desembocarán en los crímenes del ‘imaginario’ sobre la luna llena que todos tenemos en la cabeza. Así pues, en ‘El tiempo’ de los servicios informativos de Telecinco explican que no hay ninguna relación científica entre el astro luminoso y los asesinatos que se producen en nuestro planeta.

Flora va más allá porque incluso da una explicación a que, casualmente, se registren más crímenes cuando la luna está llena. “Cuando los niveles de criminalidad aumentan durante la luna llena, en realidad coinciden con que es vacaciones o fin de semana”, dice la comunicadora.

"La evidencia no es concluyente y varía mucho de unas personas a otras”

Además, González añade que “tenemos que tener en cuenta también el sesgo de confirmación. Nuestra memoria es muy selectiva, y nos hace recordar solo aquellos eventos que suceden durante la luna llena obviando los que suceden cuando no, y aunque algunos estudios sugieren que la luna llena puede afectar a la calidad del sueño, que sean estos más ligeros o que estés más inquieto por la noche, la evidencia no es concluyente y varía mucho de unas personas a otras”.

Porque, a veces, la explicación de muchas cosas es mucho más sencilla de lo que creemos. González también explica que los investigadores sobre el tema no solo apuntan a que esa mayor luminosidad de la luna totalmente llena puede afectar al concilio del sueño, sino también a la sugestión. “Muchos apuntan directamente a la creencia popular. Como crees que la luna te va a afectar, al final te acaba afectando”.

Afecta también a otros seres vivos

Otra cosa muy diferente es lo que, por ejemplo, en National Geographic apuntan. Que la luna -o más bien el ciclo lunar- afecta a prácticamente todos los seres vivos sobre la faz de la tierra es cierto y está más que comprobado científicamente. 

En la reconocida revista especializada sobre ciencia y naturaleza explican como una gran cantidad de corales, cangrejos o peces desovan alrededor de la luna llena, seguramente a razón del importante aumento de luz que proporciona. Pero en lo que nos concierne a los seres humanos, la publicación va más allá y explica que si sus posibles efectos en nosotros se estudiarán debidamente, podríamos usarlos a nuestro favor.

"En muchos casos, creo que podríamos aprovechar ese conocimiento para prevenir algunos síntomas de enfermedades que dependen en gran medida de la cantidad de sueño que se tenga", les explica Horacio de la Iglesia, investigador del sueño de la Universidad de Washington en Seattle (Estados Unidos). Algo, con lo que según él, se podría ayudar en gran medida a los atletas de élite, cuyo rendimiento está directamente relacionado con el sueño.