Los expertos ponen las gafas con filtro de luz azul ‘en cuarentena’ por este motivo

Un reciente macroestudio avalado por una prestigiosa revista especializada concluye que no existe aval científico ninguno de que las pantallas de los dispositivos electrónicos sean perjudiciales para la vista

Enrique Espada
Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Gafas filtro  de luz azul
Pexels

Final de un mito. La controvertida luminosidad azul que emite cualquier pantalla -ordenadores, móviles, las propias televisiones…- lo es desde años por todos los supuestos efectos dañinos que pueden suponer para el ser humano. Desde un serio perjuicio para la visión pasando por hipótesis tan dudosas como problemas crónicos relacionados con el sueño que, a largo plazo, también parece que podrían llegar a ocasionar.

Por fin, un ambicioso estudio que recoge datos reveladores de hasta 17 investigaciones diferentes (2009-2017), demuestra que no existe evidencia científica alguna que sustente dichas teorías. Ni sobre el filtro azul, ni sobre las gafas que supuestamente son capaces de filtrar o bloquear la luz proveniente de los dispositivos electrónicos actuales.

17 investigaciones avalan el rotundo resultado

La revisión sistémática de todos estos estudios, recogida recientemente por la revista especializada 'Cochrane Database of Systematic Reviews 'afirma todo lo contrario y desmonta lo que, presuntamente, las gafas con filtro azul tan de moda en la actualidad ofrecen: alivian la fatiga visual o protegen la mácula (la zona central de la retina del fondo del ojo), supuestamente.

Por partes. Respecto, por ejemplo, a la agudeza visual que los fabricantes también señalan sobre este reciente modelo de gafas entres sus beneficios más secundarios, solo se encontró una investigación clínica que concluyó que no existía ni una sola diferencia entre las de filtro y sin filtro.

La mejora de la calidad del sueño. Este supuesto beneficio de las gafas con filtro sí que ha sido analizado por muchos más estudios. Seis en concreto. La mitad demostró fácilmente como la calidad del sueño acababa siendo la misma usando estas o cualquier otras gafas convencionales, mientras que la otra mitad sí que reconocían una mínima mejora en la calidad subjetiva del sueño.

Los estudios realizados no pueden acreditar claramente sus beneficios

Conforme a la disminución de la fatiga visual, el gran reclamo de las gafas con filtro de luz azul, los resultados no son muy diferentes. De los cinco estudios que recoge la investigación, tres llegaron a la conclusión de que no existía ni la más mínima diferencia entre los participantes que las usaban y los que no. Los otros dos concluyeron resultados muy contradictorios: en uno sí se encontraron diferencias mientras que en el otro no.

Para hacer honor a la verdad, sí que es cierto que esta gran investigación que engloba estos 17 estudios no aborda los otros beneficios que los productores de gafas con filtro de luz azul aseguran. Sobre la supuesta salud ocular, el estado de la mácula, el discernimiento de colores, el deslumbramiento molesto o la sensibilidad al contraste no hay informes que ayuden a discriminar si, en estos aspectos, este producto tampoco ofrece lo que ‘predica’.

Los oftalmólogos españoles también se pronuncian

Así pues, las conclusiones son contundentes principalmente en lo que a la fatiga visual se refiere. Y es que a corto plazo aseguran que no la reduce. Y respecto a la calidad del sueño y la agudeza visual, los estudios realizados han sido muy limitados y nada concluyentes. Resultados que, hoy por hoy, no avalan en ningún aspecto la eficiencia de las gafas con filtro para la luz azul.

De todas formas, no es la primera vez que sobrevuela la duda sobre este tipo de gafas, al menos en nuestro país. La Sociedad Española de Oftalmología (SEO) lo tiene muy claro ya desde hace dos años. Por aquel entonces, emitían un comunicado oficial en nombre de toda la entidad en el que, claramente, explicaban que no existían investigaciones formales que acreditasen que la luz azul de los dispositivos electrónicos actuales produjeran consecuencias dañinas para el ser humano, poniendo por tanto en un incómodo lugar a los fabricantes de las gafas que ‘luchan’ contra dichos inconvenientes sin acreditar.

Cómo luchar contra la sequedad de los ojos

Es importante recalcar la idea de que con estos estudios se desmiente que la luz azul produzca fatiga ocular, pero sí que es cierto que, evidentemente, el uso prolongado de las pantallas puede generar malestar. Para luchar contra ella y sobre todo contra la sequedad del ojo, José Urcelay,  jefe del servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Gregorio Marañón de Madrid, comparte con ‘El Mundo’ una sencilla solución: "Sería mucho más beneficioso la utilización de hidratantes oculares y la higiene ocular que ningún procedimiento físico de filtración de la luz."

"Cuando estamos mirando la pantalla de un ordenador prolongamos la actividad de cerca. Eso requiere un esfuerzo visual muy importante y esa fijación de la mirada inhibe el parpadeo, por lo que el ojo tiende a resecarse. Si a eso le añadimos que el ordenador muy frecuentemente está en una sala o en una oficina con aire acondicionado, la sequedad se potencia", explica para razonar su recomendación médica.