"Valoramos a las personas por lo ocupadas que están y, cuanto más como pollo sin cabeza van, más exitosas nos parecen. Cuando te dicen: 'Hoy no he dormido nada, no he parado ni para comer', automáticamente, pensamos en lo importante que es", explica en ‘El Mundo’ Jana Fernández, filóloga del Sueño y Bioética, conferenciante y escritora especializada en la materia. Y no le falta razón. Parece que en la trastornada sociedad actual es más eficiente el que menos duerme porque más horas del día aprovecha para realizar un sinfín de actividades.
Y, a la vez, sabemos que nos autoengañamos. Porque también tenemos muy claro que la ciencia asegura, desde tiempos remotos y con datos empíricos, que esa ‘verdad social’ es completamente errónea. Fernández lo resume muy bien: “Cuanto mejor duermas, mejor vas a funcionar a todos los niveles", dice también para el reconocido diario de tirada nacional.
"La respuesta está en el sueño y es totalmente gratis"
"La respuesta está en el sueño y es totalmente gratis, aunque sí exige el compromiso de cada uno para generar el hábito" dice, en un mensaje que no puede ser más directo y sencillo, aunque por si acaso pone un excelente ejemplo: "Si nos vamos a dormir haciendo scroll en una pantalla de móvil viendo TikTok estamos enviando señales de dopamina constantes al cerebro. Lo mismo ocurre si nos ponemos a ver un capítulo tras otro enganchados a Netflix hasta las tres de la madrugada. Se activa nuestro sistema nervioso. O si revisamos el correo electrónico del trabajo y empezamos a pensar en lo que tenemos que hacer al día siguiente. En estado de alerta se hace complicado descansar".
La escritora del libro ‘Aprende a descansar. El método de las 7D para cuidar tu bienestar físico, mental y emocional’ desvela también algunas de las principales claves que seguro desarrolla en la publicación. Por ejemplo, una óptima temperatura es clave. "Tiene que ser un entorno fresco. La temperatura corporal desciende entre uno y dos grados mientras dormimos, porque expulsamos calor desde el core a través de las extremidades. Si hace mucho calor en la habitación, como un típico día de agosto, es más complicado que el cuerpo haga esa termorregulación. Yo aconsejaría no dormir con radiador, al menos, cerrar el de la habitación. Para tener una buena sensación de confort, se recomienda entre 18 y 21º".
Desmiente varios mitos sobre el sueño
Las rutinas horarias, otro importante aspecto a tener en cuenta. La experta explica que "el sueño no es una ciencia exacta, en el sentido de irnos a la cama a las 22:00 de la noche todos los días y quedarnos dormidos. Eso no pasa, porque depende mucho de cómo ha sido nuestra actividad, cómo estemos fisiológicamente, hormonalmente... Dicho esto, tener una regularidad para acostarnos, levantarnos, ir al gimnasio e incluso comer, ayuda a sincronizar todos los procesos que tienen lugar en el organismo. Cuanto más regulares seamos en esos horarios, mejor van a estar los relojes que marcan los ritmos biológicos".
¿Y sobre las supuestamente necesarias ocho horas de sueño? Sobre este dilema, muy ligado con lo anterior, Jana da una respuesta contundente: "En el ámbito científico se ha llegado al consenso por observación y estudio del ser humano de que un adulto sano y sin patologías necesita entre siete y nueve horas diarias de sueño. Pero hay quien con cuatro ya tiene suficiente y no es cierto, porque no le das tiempo al cuerpo a que se produzcan un montón de procesos nocturnos de limpieza y de renovación. Sólo hay un mínimo porcentaje de población, en torno a un 2%, con una mutación genética, que no se sienten perjudicados durmiendo tan pocas horas".
Sobre quienes 'no duermen': “Están tirando de estimulantes todo el día"
La filóloga del sueño explica la realidad que se esconde tras quienes se enorgullecen de dormir tan pocas horas. “Están tirando de estimulantes todo el día: se toman tres cafés, bebidas energéticas y refrescos, hacen entrenamientos de alta intensidad que generan cortisol y les activan, pero realmente no están descansados. Por eso tendremos que dormir más o menos según cómo estemos y se haya desarrollado el día", asevera con rotundidad.
Para terminar, la avalada especialista responde a otro de los grandes mitos relacionado con el sueño: su supuesta recuperación durmiendo de más los fines de semana, para compensar. Jana no tiene ninguna duda, porque además su explicación se basa en evidencias científicas. “No se recupera, porque cada día se realizan unos procesos de regeneración que no pueden esperar al día que tú duermes 14 horas. Dicho esto, cualquier día es bueno para empezar a dormir más, como cualquier día es bueno dejar de fumar”.
Nunca es tarde para reeducarse. Aunque en general se le da poca importancia a algo tan esencial para el ser humano como es el descanso, la falta de sueño crónica puede degenerar en enfermedades como diabetes, obesidad o patologías del corazón. Tómatelo en serio.