La playa es el lugar por excelencia para relajar tensiones durante nuestras vacaciones y aunque nos olvidemos de nuestras obligaciones por unos días, debemos tener en cuenta ciertas normas básicas, porque de no cumplirlas nos podemos enfrentar a importantes sanciones con unas multas elevadas por prácticas más o menos comunes.
Tal y como establece el Código Civil, "el desconocimiento de la Ley no exime de su cumplimiento", así que vamos a repasar la lista de actividades que no podemos realizar en la arena o el mar, porque podemos volver a casa con una deuda económica y llevarnos un susto importante si no somos precavidos.
Se puede jugar en la playa, pero hay que respetar a nuestros vecinos
Además de tomar el sol, pasear por la orilla o darnos un baño refrescante en el mar, nos puede apetecer practicar deportes en la arena con nuestros acompañantes y eso no está prohibido, pero hay unos límites que no podemos cruzar si no queremos que nos amonesten. Jugar al fútbol, al voleibol o a las palas es muy común, pero debemos evitarhacerlo en la primera línea de playa o demasiado cerca de nuestros vecinos, porque podemos molestarles y abandonar el lugar con la receta de las autoridades municipales, que puede oscilar entre los 300 y los 3.000 euros, aunque las más elevadas suelen imponerse a las personas reincidentes. En algunas, de hecho, no está permitido en momentos de masificación, como se estipula en la ordenanza municipal de Málaga: “Queda prohibido en las zonas de baño y durante la temporada alta, tanto en la arena de la playa como en el agua del mar, la realización de actividades, juegos o ejercicios que puedan molestar al resto de usuarios”.
Es importante mirar los carteles antes de colocar la sombrilla y olvidarnos del mundo por unas horas, porque en la mayoría de los casos se especifica cuáles son las actividades que están permitidas en ese recinto concreto, estudiadas para que haya una buena convivencia, sobre todo en los meses de verano, cuando el número de personas se multiplica. Tal y como repasan en 'Eltiempo.es', las de Santander, Benidorm o Vigo, que en estas semanas reciben muchos visitantes, permiten jugar con la pelota en sus diferentes disciplinas, pero siempre ponen por delante el bienestar de los usuarios que han ido allí a relajarse y, de hecho, en el caso de la gallega "se prioriza el paseo, el baño y la estancia por delante de cualquier otra actividad".
Con la música a otra parte si no tenemos auriculares
Otra de las actividades comunes que pueden suponer un problema y que están reguladas para garantizar la tranquilidad en las playas es escuchar música a un volumen elevado, porque aunque no en todas las zonas está prohibido, hay que saber medir los decibelios, como ocurre a partir de ciertas horas en los domicilios. El problema es que los altavoces de moda cada vez son más potentes y algunos se escuchan a muchos metros de distancia, lo que podría molestar a otros bañistas y podría darse un conflicto innecesario que podemos evitar con la recomendación de las autoridades: el uso de los auriculares. Si queremos escuchar nuestra lista de reproducción veraniega más alto y con la suficiente nitidez, tendremos que hacerlo sin que nadie pueda quejarse, porque las multas en muchos casos pueden alcanzar los 750 euros.
Orinar en la playa o llevarnos un recuerdo también tienen sanción
El cuerpo avisa cuando tenemos ciertas necesidades, pero en la playa está prohibido evacuar, porque orinar o defecar puede llegar a costarles muy caro a quienes decidan incumplir esa regla y en Marbella, concretamente, pasar por alto esta restricción está sancionado y es que según se puede leer en la ordenanza municipal, “se castigará la evacuación fisiológica en el mar y en la playa con una multa de hasta 750 euros”. Claro que, dictada supuestamente esta norma, muchos se preguntaban en redes sociales de qué manera iban a controlar que eso no ocurra y cómo iban a saber las autoridades que algunos usuarios hicieran pis en el mar, así que el diario 'The Guardian' consultó con un portavoz municipal, que desmentía ese extremo, tal y como expone 'Econews': “La ordenanza no impone ninguna sanción por orinar en el mar. No será aplicable. Regula posibles infracciones antisociales en la playa, al igual que cualquier acto de este tipo se regula en cualquier espacio público como las calles de la ciudad”.
Además, hay que tener cuidado con los castillos de arena, porque en la playa de Nigrán, en Pontevedra, están ojo avizor con la práctica de realizar agujeros en la arena y es que hay hasta drones vigilando que nadie se salte la prohibición. En nuestras islas, por otro lado, es mejor que decidamos salir de allí con un recuerdo en la retina o en nuestro carrete, porque si decidimos llevarnos las conchas que encontramos en la orilla o enterradas en la arena bajo nuestra toalla, podremos pagar hasta 3.000 euros.