Faustino Oro, de 10 años, derrota en solo un minuto al mejor jugador del mundo de ajedrez

El 'prodigioso' niño argentino gana al Gran Maestro noruego Magnus Carlsen (33) en el 'Bullet Bral 2024,' una competición abierta de partidas online ultrarrápidas a lo largo del mundo

Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Actualizado a 29 de marzo de 2024, 18:30

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Faustino Oro. 10 años tiene solamente. Pero acaba de ‘ganar la partida’, en su primer juego contra el Gran Maestro de ajedrez noruego Sven Magnus, de 33. Estamos, sin lugar a dudas, ante un claro caso de ‘niño prodigio’ en una disciplina deportiva tan elevada como el ajedrez.

El brillante niño de origen argentino que desmoronó recientemente al glorioso decimosexto Campeón Mundial de Ajedrez, lo hizo durante una partida ‘bullet’, las famosas partidas ultrarápidas online en la que cada participante tiene un minuto en total para mover sus piezas para vencer a su rival.

¡Le gané a Carlsen!

“Estoy muy contento; una gran alegría para mí porque nunca había jugado contra él” o “¡Le gané a Carlsen!”, fueron algunas de sus espontáneas respuestas tras ganar al gran maestro noruego en tan solo 48 jugadas. De momento, Oro quedó en un puesto 21 de este certamen, pero este otro logro que nadie a su temprana edad había conseguido hasta ahora le anima a seguir luchando y jugando, pese a ser un niño de solo 10 años.

Aún así, el pequeño argentino puede estar también orgulloso de dicha posición en el ranking que tuvo como ganador al reconocido americano Hikaru Nakamura, pues fueron más de 150 los jugadores que participaron en esta competición que se lleva a cabo en Chess.com. Y es que, además de vencer a Carlsen, también logró situarse por encima de grandes iconos del ajedrez como Karpov o Fischer e irse también a casa con los galardones de Maestro Candidato, Maestro FIDE, mejor Sub 8 y Sub 10 del mundo.

Un jaque mate ‘clave’ de sus padres que le llevó al triunfo

Faustino es el propietario del talento, la inteligencia y la brillantez para ser un prodigio adelantado en un mundo de adultos como es el ajedrez, pero un padre y una madre que desde el primer instante no han dudado en apostar por él no es menos trascendente en su corta pero exitosa carrera.

Alejandro Oro y Romina Simondi ponen en primer plano potenciar las virtuosas habilidades y capacidades de su hijo en el juego del rey, la dama y el caballo. Es más,  hace tan solo unos meses se pusieron a la sombra de su hijo para hacer la apuesta de sus vidas, dejando así de lado incluso sus exitosas carreras profesionales en Buenos Aires.

“Nosotros sabíamos que cuando Fausti pasara los 2.300 puntos de ELO, la única manera que tendría para progresar era jugar contra rivales más duros. Y como en Argentina hay muy pocos grandes maestros que compitan en el país, no hay otra manera que jugar afuera. En España hay muchos torneos y desde acá se achican las distancias de viajes hacia otros países”, explicó tras el triunfo de su hijo Alejandro a La Vanguardia.

La familia tomó así una decisión que claramente cambia su  previsible rumbo de vida en Argentina. En 2023 se vinieron casi con lo puesto a nuestro país. Fue en diciembre, por lo que puede decirse que Oro ya está consiguiendo sus primeros triunfos casi sin haberse asentado todavía en España con sus padres. Tal y como explicó Alejandro en La Vanguardia nada más más aterrizar en nuestro país, “nos vinimos con nuestros ahorros y por ahora hacemos de cuenta que estamos de vacaciones, aunque la idea es que yo consiga trabajo acá, porque si bien tengo la chance de trabajar a distancia para Argentina, la diferencia cambiaria no me favorecería”.

Las reglas del juego se basan en la unión familiar

Faustino Oro tiene mucha suerte. Sus padres le ayudan a ‘explotar’ su potencial poniendo en riesgo incluso su estabilidad económica y cambiando de país, pero inspirados en todo momento por aquel refrán que reza ‘la familia unida, jamás será vencida’. Valores muy acertados que, seguro, también han influido positivamente en los triunfos del pequeño argentino.

“La única condición es no desarmar la familia ni que uno se vaya de gira con él por cinco meses y el otro se quede en casa. El objetivo es que pueda desarrollarse. Estando acá es la mejor forma para enfrentarse a rivales mucho más duros para intentar alcanzar la elite del ajedrez. Y para nosotros hubiese sido imposible invertir 3.000 dólares por cada viaje al exterior con él estando en Argentina”, explicó su padre también al poco de llegar a España.
 

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