La conmovedora declaración de Gisele Pelicot: "Soy una mujer totalmente destruida"

La supuesta víctima de su propio marido declara en la semana ocho del juicio que su principal pretensión es ayudar a que otras mujeres no pasen por el mismo 'vía crucis'

Enrique Espada
Enrique Espada

Periodista especializado en actualidad

Gisèle Pelicot en los juzgados de Avignon, en Francia
EFE

Gisèle Pelicot, la mujer que durante toda una década fue presuntamente drogada por su marido y violada por decenas de hombres, ha explicado este miércoles durante el proceso judicial del caso que es "una mujer totalmente destruida" por lo hechos, y ha hablado por primera vez del principal acusado. Ha hecho hincapié en el mucho tiempo que pasaron como pareja, tildando de "traición inconmensurable" todo lo sucedido.

Así pues, durante su turno en el estrado le ha preguntado, directamente, "¿cómo me pudiste traicionar así? Dejando que estos desconocidos entrasen a nuestra habitación (…) ¿Cómo es posible que el hombre perfecto llegara a esto?”, aunque sin poder mirarle directamente a los ojos. Además, la presunta víctima ha recalcado que todavía no ha sido capaz de procesar los condenables abusos y, menos todavía, puede entender las supuestas razones. 

"50 años de vida en común" y tres hijos: “Era un padre atento”

Durante su dura y larga intervención ha dicho que su ya exmarido, con quien tuvo hasta tres hijos, “era un padre atento” con quien ha pasado "momentos difíciles, vacaciones, cumpleaños, Navidades (...) 50 años de vida en común", del que no sospechó nunca nada hasta que hace aproximadamente cuatro años la policía la citara para ponerle en alerta de las prácticas de su pareja y otros varones que ella desconocía por completo. "Yo solía decirle: qué suerte tengo, eres un encanto, realmente me cuidas", se ha sincerado.

Hasta 50 personas están participando en este juicio que se está produciendo en Aviñón, Francia, y en el que se han visionado incluso vídeos de tales violaciones. Pero pese a que la víctima del caso se siente “herida” y cuestionada” durante estas ocho primeras semanas del proceso, sigue a favor de la decisión que tomó desde el inicio: las vistas no se desarrollan a puerta cerrada

Gisèle se siente “herida” y cuestionada” 

"Cuando tomé la decisión, fui consciente de que no debía tener vergüenza. De que no podía reprocharme nada (…) No soy valiente, lo que tengo es voluntad y determinación para que la sociedad cambie»", ha declarado también la mujer que, presuntamente, entre los años 2011 y 2020 sufrió múltiples abusos sexuales en su vivienda de la localidad de Mazan, un pequeño municipio de la región de la región francesa Provenza-Alpes-Costa Azul de 5.842 habitantes.

“Un violador no es sólo alguien que te encuentras en un aparcamiento oscuro a altas horas de la noche. También te lo puedes encontrar en la familia, entre amigos", ha espetado también en sede judicial, porque Gisèle Pelicot además de buscar de justicia y resarcir -algo casi imposible- todo el daño que su expareja le ha producido, también quiere conseguir la mayor proyección pública y exposición del caso para ayudar a otras víctimas de sumisión química y abusos. "Quiero que todas las mujeres que han sido violadas digan: la señora Pelicot lo hizo, yo también puedo. No quiero que se sientan avergonzadas por más tiempo", ha sentenciado también.

Su exmarido, principal acusado: “Me arrepiento y pido perdón”

Según ha publicado ‘OK Diario’ recientemente, junto a Dominique Pelicot también encuentra un aprendiz de este, Jean-Pierre Maréchal, de 63 años. Usando principalmente ansiolíticos, supuestamente drogaban a la víctima de ahora 71 años para poder después abusar de ella. Es más, durante el proceso judicial también se ha sabido que entre ambos violaban además a la mujer del segundo -quien ha decidido no denunciar- hasta en más de diez ocasiones.

Ya en septiembre y después de que se aplazara en más de una ocasión su esperada declaración, Dominique reconoció los sucesos perpetrados contra su exmujer asegurando que él era “un violador como todos los acusados en la sala” y asumiendo también que fue culpable de lo que hizo. “Me arrepiento y pido perdón” exclamó.

Aún queda más de un mes para que este tribunal francés dicte sentencia. Un duro juicio en el que Gisèle Pelicot Peli todavía tendrá mucho que oír, aunque seguramente ya ha escuchado bastante: "Estos hombres vinieron a violarme. Lo que estoy escuchando en este tribunal es muy degradante, muy humillante", ha declarado. Ojalá que el veredicto sea ejemplarizante para que una situación tan horrorosa y deleznable como esta jamás vuelva a ocurrir en ninguna parte del mundo.