La Muerte del pequeño Mateo de 11 años ha dado la vuelta a todo el país. Mocejón (Toledo), su localidad, continúa en shock y consternada tres días después del suceso. El presunto agresor ya ha sido detenido y habría confesado el crimen horas después.
Las claves del suceso
La localidad toledana amanecía el pasado domingo con una trágica noticia. Una persona encapuchada había asestado varias puñaladas a un menor de 11 años sin motivo alguno aparente. Los testigos alertaron a los servicios sanitarios y autoridades, que no pudieron hacer nada por salvar la vida del pequeño Mateo. El menor murió a causa de una parada cardiorrespiratoria derivada de las puñaladas. Al parecer, todo sucedió muy rápido. El chico de 11 años se encontraba jugando en las inmediaciones del campo de fútbol municipal Ángel Tardío junto a otros amigos cuando el atacante, encapuchado, entró por un hueco de la valla.
Al parecer, el agresor persiguió a los jóvenes con un objeto punzante en la mano hasta que, desgraciadamente, alcanzó al pequeño Mateo. Tras lo sucedido, el atacante se dio a la fuga. Durante su búsqueda, se desplegaron varios dispositivos de la Guardia Civil y Policía Nacional por agua, tierra y aire. A ellos se sumaron, además, efectivos de la Guardia Civil de la Comunidad de Madrid para dar con el atacante cuanto antes. El vehículo en el que se daría a la figa posteriormente, un 'Ford Mondeo' e color gris, ha sido clave durante su búsqueda tras el crimen. También ha jugado un papel clave la cámara de vigilancia de un vecino ubicado a solo 300 metros de lo sucedido que captó la huida a pie del agresor y el camino que tomó desde el campo de fútbol.
La detención del presunto atacante
La 'Operación Jaula' se ha centrado en las distintas vías por las que pudo huir el atacante. Tal y como señaló Milagros Tolón, la delegada del Gobierno en Castilla - La Mancha, las autoridades han trabajado "a destajo" para detener al atacante. Aunque parecía que el agresor se podía haber fugado a la capital toledana ubicada a solo 15 kilómetros de Mocejón, era localizado por los agentes de la Guardia Civil en la localidad durante la tarde del lunes. Según los testigos, los primeros indicios apuntaron a un joven de entre 16 y 18 años rubio, de pelo corto y complexión delgada. El cartel difundido por los vecinos de la localidad describe al presunto atacante como un "chico de estatura más bien baja, con la mano tatuada, puede que no lleve camiseta y un pañuelo tapándole la cara". Ante la falta de pruebas, esta información no fue confirmada ni por la familia ni por las autoridades competentes.
No fue hasta la tarde del pasado lunes cuando las autoridades detenían al presunto agresor en la localidad toledana que confesaba el crimen pocos instantes después. Alrededor de las 17:00 horas saltaba la noticia confirmada por fuentes de la Guardia Civil. El detenido es un hombre de 20 años, complexión delgada y que podría presentar algún tipo de trastorno mental. El chico fue detenido tras dos entradas y registros domiciliaros en Mocejón. El presunto agresor acompañó a los efectivos de la Guardia Civil hasta el lugar en el que se cambió de ropa tras evitar ser identificado. En este mismo lugar, los agentes buscan el arma del crimen que todavía no ha aparecido. Además de las cámaras de vigilancia, el posicionamiento de su teléfono móvil captó su presencia en el lugar del crimen y fue clave para localizarlo posteriormente.
La familia del menor ha mantenido desde lo sucedido que no tenía sospecha alguna ni indicio de quién pudo ser el agresor y los motivos que le llevaron a cometer tal atrocidad. Además, ha pedido en todo momento que no se acusara a nadie de forma pública sin pruebas que lo respaldase. Tal y como señaló el primo de la víctima en 'Vamos a ver', "fue algo aleatorio, le tocó a Mateo, pero le podía haber tocado a otro niño". Aun así, tras la detención del agresor, Asell Sánchez desvelaba en su cuenta de Twitter que tenían cierta información relacionada que no podían hacer pública. En esta misma línea, se ha mostrado muy agradecido con los miles de mensajes que se han volcado sobre la familia y amigos. "Gracias por todo el apoyo. Lo único que hice fue pedir respeto y no criminalizar a nadie por su raza. Teníamos información que no podíamos dar. Es una situación muy triste, lo único que importa es el asesinato de Mateo". El primo del menor asesinado ha dejado claro que quieren "justicia, no venganza".
Con estas estremecedoras palabras concluía su último mensaje en redes sociales. El joven que ha ejercido de portavoz de la familia ha calificado en todo momento el suceso como una "atrocidad". Aunque la investigación se encuentra bajo secreto de sumario, poco a poco salen a la luz más informaciones relevantes sobre el caso. Según ha publicado 'El Español', el presunto asesino tendría una discapacidad mental del 70%. Además, era conocido por sus vecinos en el pueblo ya que su padre y su abuela viven en Mocejón. De hecho, tal y como recoge el diario, algunos vecinos alertaron hace dos años a las autoridades de que el joven era conflictivo. "Lo veíamos en las calles caminando solo y venía a intentar pelearse con nosotros", señala una de las vecinas en el citado medio. Fuentes del caso también han podido confirmar a 'El Confidencial' que los investigadores sospechan que el detenido arrastra problemas mentales desde hace tiempo. Tras la detención del presunto autor del asesinato del joven Mateo, las autoridades se centran ahora en identificar el móvil del crimen.
La polémica actuación de la Guardia Civil
Tras lo sucedido, algunas autoridades han puesto de manifiesto las labores de búsqueda de la Guardia Civil. Es el caso de Javier Montero, portavoz de la Asociación Profesional Justicia Guardia Civil (JUCIL). Tal y como ha señalado en 'El Español', los efectivos de la Benemérita tardaron cuarenta minutos en llegar al lugar de los hechos. Tiempo más que suficiente para que el agresor se diera a la fuga. En su línea de denuncia contra las labores de las autoridades, Montero ha señalado que la cuarta provincia más grande de España (Toledo) "tiene una dotación de sólo cinco mil guardias civiles". El portavoz de JUCIL sostiene que sucesos como este realzan "la escasez de personal". Desde la Asociación Profesional Justicia Guardia Civil han solicitado "un periodo de reflexión para repensar el modelo de policía que queremos".