Juan Francisco, el presunto autor de las 12 puñaladas que acabaron con la vida del pequeño Mateo (11) este domingo 18 de agosto en el polideportivo al aire libre de Mocejón, Toledo, ha sido trasladado al centro penitenciario de Segovia según informa para ‘ABC’ Rafael Paniza, interlocutor de la Asociación Profesional de Funcionarios de Prisiones (APFP).
Un traslado que era de prever, como el propio juez instructor del caso expresó en el escrito del auto. Y es que debido a la más que probable discapacidad mental de entre el 60 y 75 por ciento del detenido (20) que está siendo estudiada en estos momentos por un cuadro de expertos para emitir el informe de imputabilidad, este ordenó prisión provisional comunicada sin fianza para él en un centro “adecuado a su situación de discapacidad”.
"Es pequeño, pero él estará muy bien atendido"
Así pues, la semana pasada el presunto autor del horrendo crimen fue trasladado a Ocaña I, pese a no ser la cárcel más adecuada para él: no está preparada para este tipo de detenidos, pero por falta de plazas en las que sí y por proximidad al pueblo de Castilla La-Mancha donde se produjo el inaceptable suceso se le ingresó allí. Concretamente, en la enfermería de la cárcel y custodiado por otro encarcelado para evitar que se autolesionara.
Ha sido este lunes cuando Instituciones Penitenciarias, por fin, ha podido conseguir lo que realmente el juez dictó para el joven que, según también publica ‘ABC’, llegó a Ocaña sin saber quién era y dónde estaba. Desde entonces ya se encuentra debidamente atendido en el módulo de psiquiatría del centro penitenciario de Segovia, también en La-Mancha. "Es pequeño, pero él estará muy bien atendido", les trasladan sus fuentes.
Desgraciadamente, con el caso de Mateo está trascendiendo una realidad a la que hasta ahora no se le estaba prestando excesiva atención. Y es que según también comenta Paniza, “las prisiones en España no están adaptadas ni tienen los medios para atender a internos con patologías agudas”. Lo expresa sin tapujos alguien que conoce muy bien y desde dentro las principales cárceles de nuestro país.
Tiene un “trastorno del desarrollo por autismo”
Porque pese que a que ahora se esté llevando a cabo un exhaustivo estudio para determinar la imputabilidad o no de los hechos a Juan Francisco -o lo que es lo mismo, dirimir si su discapacidad psíquica podría eximirle de alguna forma de un juicio normal- lo cierto es que este tiene diagnosticado, según el propio auto del juez, un “retraso mental moderado” congénito y “trastorno del desarrollo por autismo”.
Una auto con unas conclusiones finales algo ambiguas, porque por un lado sí que deja clara la discapacidad mental del presunto asesino del menor de Mocejón pero por otro habla de un “mínimo plan preconcebido” del joven, algo que desde luego le alejaría de la supuesta enajenación mental que podría interpretarse de su primer testimonio ante la Guardia Civil tras su detención: “Estaba allí, pero yo no he sido. Ha sido mi otro yo, ha sido mi copia".
"Puede ser el hijo de Fernando, el loco", dijo uno de los testigos
En cualquier caso, el magistrado instructor sí que tiene claro que “no existen datos inequívocos de una inimputabilidad”, ya que apunta algo bastante relevante: no existe “informe alguno que acredite” que los actos “fueron cometidos a causa de una descompensación de la discapacidad psíquica que justificara su internamiento urgente. Más al contrario; examinado por los médicos forenses, no se advirtieron, desde la perspectiva estrictamente médica, motivos que determinasen su urgente e inmediato internamiento psiquiátrico”.
Fundamental porque la falta de estos informes, posiblemente, incida bastante en las conclusiones finales del informe de imputabilidad que marcará el transcurso del resto de la investigación y el futuro juicio contra Juan Francisco, conocido desgraciadamente en este pequeño pueblo toledano por “el loco” según dejó entrever uno de los testigos en sus declaraciones a la Guardia Civil. "Puede ser el hijo de Fernando, el loco", sentenció.
Cronología de una muerte inesperada
El domingo 18 un joven con la cara tapada accedería al campo de fútbol de Mocejón donde habría varios niños jugando, a los que intentaría apuñalar. Sí que lo consiguió con el pequeño Mateo, al que asestó 12 puñaladas. Después el presunto autor de los hechos huiría para estar casi 30 horas en búsqueda y captura, hasta que la Guardia Civil diera con él en la casa de su padre.
Tras la detención de Juan Francisco, rápidamente pasaría a disposición judicial y se le tomaría declaración de los hechos perpetrados con la ayuda de una facilitadora para “que entendiese y se haga entender”. Mientras tanto, con el principal sospechoso en la cárcel adaptada de Segovia, la investigación para esclarecer el crimen sigue su curso.