Una gran cantidad de lluvia en muy poco tiempo ha desatado el caos en el aeropuerto de Palma de Mallorca, dejándolo inoperativo durante casi dos eternas horas. Las instalaciones, inundadas completamente en algunas de sus partes, han dejado a cientos de pasajeros encerrados en los aviones sin poder despegar y ha obligado a la cancelación de varios vuelos. En estos momentos, todavía se mantienen algunos retrasos tanto en las salidas como en las llegadas.
La gran tormenta ha empezado a dibujarse en el cielo de Mallorca sobre las 12.00, teniendo su epicentro en la playa de Palma y en la zona del aeropuerto. Casi 44 litros por metro cuadrado en solo una hora, según la Aemet (la Agencia Estatal de Meteorología española). Tal ha sido la fuerza del agua, que uno de los ‘duty free’ no ha podido aguantarlo y se han empezado a suceder varias filtraciones que rápidamente le han convertido en tal coladero que ha conseguido que cundiera el pánico entre trabajadores y usuarios.
Pasajeros encerrados en los aviones sin poder despegar
No mucho mejor han quedado las pistas, tras esta contundente tromba de agua sin precedentes en dicho aeropuerto. Y es que las salidas y llegadas han tenido que ser inmediatamente interrumpidas por la acumulación de más de un metro de agua en ellas. Prueba de ello son los vídeos de algunos de los trabajadores que han dejado constancia las consecuencias de estas precipitaciones, en los que puede verse como les llega el agua por las rodillas.
Afortunadamente, y gracias también al aviso de la Aemet de nivel máximo naranja ante el riesgo de lluvia en las islas Baleares, Son Sant Joan (el aeropuerto de Palma) ha activado rápidamente su plan de emergencia por inundaciones y, a estas horas, ya está de nuevo funcionando con relativa normalidad.
Mallorca encadena tragedias
Cierto es que, en este caso, no hay que lamentar ni heridos ni víctimas mortales, pero el caos vivido este martes por la mañana en su aeropuerto no es el hecho más grave que en poco tiempo sufre la isla balear. Esta peligrosa tromba de agua ocurre solo dos semanas después de que Mallorca tuviera que sufrir el desafortunado suceso del Medusa Beach Club.
Transcurridos ya quince días desde el trágico suceso del derrumbe de este establecimiento de ocio ubicado en la playa de Palma, la Policía Nacional ya comienza a poner nombre a los culpables. Hay que recordar que el accidente terminó con la vida de cuatro personas y dejó 17 heridos de gravedad.
Según ‘Última hora’, todo hace indicar que los propietarios del establecimiento serán acusados por lo penal de cuatro delitos de homicidio imprudente y de las graves lesiones de los afectados. Al parecer una Inspección Técnica del Edificio (ITE) de 2017 ya calificaba el local como no transitable, y lo que es peor: la terraza era ilegal.
¿Queda perjudicada la imagen de Palma para el turista?
El colapso en el aeropuerto de Palma y lo que a finales del mes pasado ocurrió en la turística ciudad son dos sucesos que poco tienen que ver, sobre todo porque en Son Sant Joan no hay que lamentar víctimas mortales. Pero lo cierto es que para una isla tan turística como Mallorca no es bueno que la opinión pública relacione la isla con la inseguridad o los sucesos trágicos. Y ya van dos en muy poco tiempo.
Contra las inclemencias del tiempo es más difícil luchar, pero contra derrumbes tan siniestros como el de Medusa Beach Club sí que se puede. Pocos días después del derrumbe, el Ayuntamiento de Palma de Mallorca se puso rápidamente a trabajar para elaborar normativas más estrictas que impidan la construcción de edificios inseguros que pongan en riesgo más vidas humanas.